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5

Permanezco bajo el agua hasta que mi cuerpo pesa y ya no puedo estar de pie. Cierro el agua y me quito la ropa mojada, dejándola en el piso del baño, vuelvo a la recámara y me pongo una sudadera de pijama y noto unos cortes en mi mano. Pero el sueño es más fuerte. Me acurruco debajo de la manta y duermo.

Me despierto con mi teléfono celular vibrando locamente encima de la mesita de noche al lado de mi cama. Extiendo la mano y lo agarro, desbloqueándolo.

"Hola Chris, acabo de llegar". - es un mensaje de Mike, quien finalmente llegó de su viaje con sus padres.

"Uhuul.. Por fin, bebé... Ven aquí en la noche para ver una película y cvs, las chicas también vendrán". - respondo y solo entonces me doy cuenta de lo mucho que lo extrañaba.

"Por supuesto. ¿A qué hora?"

"Alrededor de las ocho, no te demores, vives cerca". - Envío un audio.

"Está bien, nos vemos entonces. Beso" - beso. Varios flashbacks inundan mi mente y mi cabeza late con fuerza por el dolor.

Trato de ordenar mis pensamientos y finalmente la escena vuelve a mi mente clara. Me besó y tuve un ataque de pánico.

Dios mío, qué he hecho . - Siento que unas lágrimas bajan por mi rostro y cuando me seco siento que me arde la mano. Hay pequeños cortes esparcidos por toda la palma.

Dejo el teléfono sobre la repisa de la chimenea y vuelvo al baño para limpiar el desorden. Boto los fragmentos que se desprendieron del espejo a la basura, recojo la ropa y la meto en la lavadora. Seco el baño y bajo a hacer brigadeiro para comer a la hora del cine.

°°°

Suena el timbre, miro el reloj. Son las siete y media.

Por favor, no seas Robert. - Pregunto mentalmente y miro por la mirilla. es mike

Grito de felicidad y abro la puerta, lo abrazo fuerte en cuanto entra me corresponde.

Lo jalo hacia el sofá mientras las chicas no llegan, como mi madre se fue a la casa de su amiga, empiezo a contarle todo sobre el beso, excepto la parte del ataque de pánico.

- ¿Qué? ¿Te besó? - grita emocionado - y tú correspondiste. - sigue gritando. Mentalmente agradezco a Dios que mi madre no esté en casa.

- Shiiiiu. Miguel. Sí, me besó, y sí, le devolví el beso, pero fue por impulso, no sé. - respondo, fingiendo desinterés, pero la verdad es que ese maldito beso me fastidió, más de lo que me gustaría.

- Quiere comerte. - dice muriendo de risa.

¿Por qué no me sorprendió esto?

- No veo la más mínima broma, tal vez así sea, necesito terminar con esto, ayúdame, ¿qué hago? - digo y hago un puchero. Se ríe más.

- Ay amiga, te estoy tomando el pelo, ¿y qué sientes por él? - gran pregunta que siento por el?

- Oh, en realidad ni siquiera sé lo que siento, solo sé que no puedo sentir. - respondo con tristeza.

- Claro que puede. Pero ¿por qué crees que no puedes? ¿Por qué siempre dices que no puedes enamorarte de nadie? - Esa pregunta me tomó con la guardia baja, y estoy seguro de que vio la amargura en mi rostro.

- No puedo. No me preguntes eso, porque no puedo decírselo a nadie. - Siento que me arden los ojos, pero no dejo que las lágrimas fluyan, si Mike me ve llorar me hará decirle por qué.

Escucho que alguien grita mi nombre con locura. ana _

¿No sabe que el intercomunicador sirve para llamar a una persona sin tener que gritar como un loco? Corro y abro la puerta.

- Intercomunicador, Anna. Ana, intercomunicador. - Bromeo cuando ella entra, pone los ojos en blanco y me da una palmada en el brazo.

- Ay bestia, no me voy a gastar mis hermosas huellas dactilares jugando al intercomunicador. - dice y me abraza.

- Entonces decidiste pasar tu voz. - Hablo.

- Claramente más. - ella responde. - AAAA PUTA LLEGASTE Y NO ME AVISASTE. - grita cuando ve a Mike y salta sobre él. Literalmente. - Chicos, ¿qué hacían solos aquí? ella pregunta en un tono insinuante.

- Deja de estar loca niña, somos hermanas. - Mike responde y estoy de acuerdo.

Entre nosotros, nunca hay secretos sobre la sexualidad, siempre hemos conocido la orientación del otro y siempre nos apoyamos.

Ángel y Amy llegan un poco más tarde, animan y celebran el regreso de Mike. Cuando finalmente terminamos de ponernos al día, pedimos dos pizzas familiares y refrescos.

- ¿Vamos a mirar en el suelo? - Pregunta Ángel con el ceño fruncido.

- Por supuesto Maná. - Contesto. - Mike pone el colchón en la habitación donde voy a poner la película.

- Gran cosa que vas a hacer, eh. - se queja pero se va.

Nos acomodamos en el colchón y comienza la película.

- ¿Qué película es? - pregunta Amy y Anna le da una bofetada para que se calle.

- Deadpool, ahora cállate. - Contesto.

Ya iba la mitad de la película, cuando suena el intercomunicador, Ángel se levanta y va a buscar las pizzas, mientras yo subo a la sala a buscar el dinero.

- Mmm... ¿Chris? No el repartidor. - Ángel habla desde la puerta, incluso antes de que suba las escaleras.

- ¿Y quién es? - pregunto porque todas las luces están apagadas.

- Ven aquí. - Contesta y vuelve al colchón.

Voy a la puerta para ver quién es la persona misteriosa, me encuentro con un sonriente Robert parado en la puerta.

Era justo lo que necesitaba.

- ¿Que viniste a hacer aquí? - pregunto, pero mi voz sale más gruesa de lo que esperaba.

- Nada, solo queria saber como estas? - responde amablemente.

Oh, Dios mío, si tan solo me tratara mal.

- Muy amable de tu parte, estoy bien, gracias, adiós - Estaba a punto de cerrar la puerta cuando llega el repartidor.

- ¿Cristiano Silva? - Pregunta el repartidor, un señor algo calvo y de buena pinta.

- Sí. Espera un minuto por favor. - Corro escaleras arriba para conseguir el dinero. Cuando vuelvo Robert ya no está en la puerta, recibo las pizzas, la gaseosa y pago.

Coloco las dos pizzas y el refresco en la mesa de café que movemos a la esquina de la habitación. Y voy a la cocina a buscar los vasos.

Me sorprende verlo parado allí en mi cocina, con los brazos cruzados, los músculos grabados en su camisa negra. Los labios gruesos y rojos se extendieron en una sonrisa perfecta.

- ¿No me ibas a invitar a comer pizza contigo, Christian? - pregunta con un tono de voz dolido, pero la sonrisa en su rostro lo delata.

- No. Pero ahora puedes quedarte, ya está aquí, ¿verdad? - respondo con sarcasmo, y hago un gesto con los brazos indicando la cocina.

Regreso a la sala, con él a mi lado, todos ya estaban devorando la pizza, pongo los vasos al lado de la gaseosa, le paso una rebanada a Robert y tomo una para mí.

Me siento en el colchón con la espalda contra el sofá, él se acuesta en el sofá detrás de mí. Ignoro su delicioso aroma y dirijo mi atención a la película. Después de unos minutos siento su mano, acariciando mi cabello. Mi cuerpo se tensa instantáneamente, pero me quedo quieto. Continúa acariciando mi cabello y siento que la tensión se alivia.

- La gente sabe lo que pasará ahora... - Comienzo a hablar pero todos gritan al mismo tiempo.

- Callate la boca. - gritan al unísono.

Dejo de ver la película y me acuesto en el colchón. El sueño me invade y me dejo llevar.

Me despierto desorientado sin entender dónde estoy, estiro un poco el brazo y siento un cuerpo a mi lado. La persona prende la pantalla del celular y puedo identificar el cuerpo a mi lado, muy cerca. Roberto. salto

- ¿Que pasó? ¿Soy tan feo? - pregunta cuando enciendo la luz de la habitación que ensombrece mi visión por unos segundos.

ridículo _

- No.. Y... Sí.. ¿Qué haces todavía aquí en mi casa y dónde están todos? - respondo avergonzada, pero cambio de tema.

- ¿Has mirado qué hora es? Se fueron, y yo me quedé para hacerte compañía, estabas tan hermosa durmiendo. - responde poniendo su mano detrás de su cabeza con una sonrisa de suficiencia.

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