

Historias


Mi amor más odiado
Estaba lleno de ego, rudeza y crueldad. Todas las chicas se le tiran encima solo por su físico y dinero, pero solo hay una chica en su vida que es su novia, una modelo famosa. Ama mucho a su familia y a su mejor amiga. Proviene de una familia de clase alta y odia a la gente de clase media. Pensó que algún día se casaría con su novia, pero el destino le jugó una mala pasada y le tocó una chica de clase media, hermosa pero cariñosa. Sabe cómo ser feliz con las pequeñas cosas. Nunca soñó con convertirse en la esposa de un hombre de clase alta. Era feliz en su pequeño mundo, compuesto por su madre, su hermana y dos mejores amigas que harían cualquier cosa por su felicidad. Pero un buen día, la situación la obliga a adentrarse en otro mundo, un mundo de gente de clase alta. Su destino la ata a él, quien la odia profundamente. ¿Podrá alguna vez encontrar la felicidad en su nuevo mundo? ¿Su odio se convertirá en amor? ¿Funcionará su matrimonio o volverán a su antigua vida? Él es el señor Roberto Gonzales , y ella es la señorita Daniela Ortoga .


Él era mi marido y yo era su muñeca preciosa
——¿Qué eres? ——cuestionó el hombre mayor, su voz era una mezcla escalofriante de autoridad y diversión, como un cuchillo envuelto en seda. —Tu esposa, —respondí suavemente, mi tono estaba impregnado de la sumisión que él parecía anhelar. —— No, —— murmuró, sus labios rozando los míos, las palabras eran una caricia oscura que me provocó escalofríos. —— Eres mi muñeca, milaya. —— Se alzaba sobre mí, su presencia intimidante era a la vez sofocante y embriagadora. El apodo, pronunciado con esa voz profunda y acentuada, me envolvió como una cadena que no pude evitar amar. —Eres la única mujer a la que se le permite calentar mi cama por la noche, —dijo , su voz era una melodía oscura, suave pero desconcertante. —— La única mujer a la que se le permite entrar a mi oficina e inclinarse sobre mi escritorio, esperando a que llegue a casa para poder follarte. —— Una risa fría y baja retumbó en su pecho, el sonido era tan siniestro como embriagador, enviando escalofríos por mi columna. ♡ Cesar Ospino, el mafioso ruso. Su presencia llenó la habitación como una tormenta. No necesitaba moverse ni hablar para dominar la sala. De hombros anchos e imponente, su rostro lleno de cicatrices contaba miles de historias en las que nunca malgastaría palabras. Él era mi marido y yo era su muñeca preciosa.