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¿Su esposa?

Luego de haber salido del edificio del señor Davis, Emily se sentía de la peor manera posible, es claro que ella no llegó a imaginar que todo se fuera a venir sobre ella, pecó por confiada y por ingenua. Ahora no solo estaba de nuevo sin trabajo, sino que también por culpa suya posiblemente Liam podría estar en problemas.

Al llegar a su casa, Emily encontró varios recibos de cobro por parte del banco, sin contar que ya estaban enviándolos a cobro jurídico por la demora. Emily se dirigió hasta donde sus abuelos, estaban allí sentados escuchando algo de música.

—Mi niña, ¿cómo te fue?

—Bien, no tienen porque preocuparse —Emily les dice con una sonrisa tan falsa.

—Tus ojos se ven tristes, solo quiero que sepas que si debes mandarnos a un ancianato. Lo puedes hacer, lo único que en verdad importa es que puedas estar bien, no queremos ser una carga para ti —dice su abuela, Emily arruga su nariz y niega con su cabeza.

—No piensen eso, más bien sigan escuchando esa linda canción. Iré a cocinar algo. —Ella les da un beso, para luego ponerse de pie e ir a la cocina, para en silencio derramar unas cuantas lágrimas.

Emily tenía que pensar no solo en buscar dinero para las cuotas, sino que también para la comida, cada vez había menos. En medio de los lamentos por parte de ella, llamaron a la puerta, lo primero que dedujo era que se trataba de su amiga.

Emily caminó hasta allí, sin embargo, al abrir quedó helada por la persona que estaba frente de ella. Allí estaba aquel dominante, frío y apuesto hombre que solo había sido su jefe por un día; lo que llega de inmediato a la cabeza de Emily no es nada bueno.

—Buena noche Emily, necesito hablar con usted, es un tema bastante personal, por eso decidí venir a estas horas de la noche —él habla, pensar que al niño le pasó lo peor es lo que primero llega a la cabeza de ella.

—¿Se trata sobre Liam, aún no ha aparecido?, yo estoy dispuesta a asumir toda la responsabilidad, lamento mucho que su hijo se haya desaparecido por mi culpa, acepto todo lo que usted me ha dicho en la oficina —habló ella, con un enorme nudo en su garganta.

—Él se encuentra bien y en casa, el motivo por el cual me encuentro aquí es porque... —Noah desvía su mirada de un lugar a otro para verificar que nadie lo esté escuchando.

—Si desea puede seguir, no es muy lujosa la casa, pero aquí puede hablar con confianza.

—Preferiría que fuera en otro lugar.

—En mi habitación… podemos hablar allí.

—Está bien.

—Por favor sígame —le dijo Emily, mientras la mirada despectiva por parte de Noah era notoria.

Ingresaron a la habitación, él se quedó al lado de la puerta, mientras que ella se sentó en el borde de la cama.

—Mi hijo es un niño bastante difícil y con la única persona que ha creado cierta empatía ha sido con usted, no le ha tocado muy fácil luego de que su mamá se marchó de casa. —Recostó él su espalda en la pared.

—Entiendo. Por eso me duele tanto lo que pasó.

—No es nada fácil lo que va a escuchar de mí, pero lo hago tan solo por mi hijo. —Se notaba que no le agradaba ni lo más mínimo posible estar aquí—. Necesito que sea mi esposa y que nos casemos lo más antes posible. Todo quedará estipulado en un contrato escrito entre los dos, sobra decir que la confidencialidad será a nivel extremo.

Emily quedó completamente sorprendida ante aquella petición, él hablaba como si fuera normal lo que acaba de decir.

—No, no lo haré. Tengo otros proyectos para mi vida, sin hablar que mis abuelos dependen de mí. —Al escuchar esa respuesta regresa a Noah su mal genio.

—Le daré el dinero que me pida, todo para que acceda a mi petición, no tengo de otra salida y más porque el niño se siente bien con usted. Por eso creí que podría ser la indicada.

A pesar de que Emily estaba completamente desesperada por la falta de dinero no podía aceptar este tipo de cosas.

—Lo único que aceptó de su parte es el trabajo de niñera, nada más, si usted quisiera que estuviera cerca de Liam —dijo ella, con determinación.

Noah dio unos cuantos pasos aproximándose bastante a ella.

—Donde usted acepte mi trato yo podría solucionarle ese problema económico con el banco; reconozco a distancia un cobro cuando está en mora, recuerde que para contratarla investigué su vida; además no le haría falta nada, contaría con el dinero que desee. —Emily tragó saliva y bajó la mirada directo a aquellas facturas que no daban más plazo.

—No puedo dejar a mis abuelos solos, ellos dependen de mí.

—Les pondré una enfermera de día y otra en la noche, en donde acepte, a ninguno le hará falta nada. A partir de mañana se irá a vivir a mi casa, actuará como mi esposa y nos casaremos en el menor tiempo posible. —Lleva sus manos a los bolsillos mostrando su imponencia.

—Ya le dije que no.

—No se haga rogar, porque le aseguro que no lo pienso hacer. Solo piense en ese par de ancianos, ellos necesitan vivir mejor ¿no lo cree? —Emily asintió con su cabeza. Era verdad eso, por ellos podría sacrificarse.

—Aún no le puedo dar respuesta.

—Está bien, la dejaré pensar esta noche. Mañana temprano tendrá a mi chofer esperándola afuera, la espero en mi oficina con su respuesta.

Noah salió de allí. Con la esperanza de que ella aceptara, porque de lo contrario, debería buscar otra persona que le agrade a su hijo.

Emily agarró su cabeza, podría tomarlo como un trabajo permanente, al menos por un tiempo, mientras puede tener una mejor calidad de vida.

La noche pasó larga, más para ella que para él. Así como lo dijo Noah, el chofer llegó muy temprano con un par de enfermeras, ella miró y no pudo evitar sentirse comprometida y emocionada al tiempo, el cuidado que sus abuelos van a tener con esas mujeres, será mejor que estando solos evidentemente. Emily llegó a la oficina de nuevo, sintiendo las miradas por lo sucedido el día anterior.

Noah la estaba esperando, le pidió a Lucas que dejara todo listo, lo más importante era el divorcio firmado, el tiempo había pasado y él seguía unido a esa mujer, adicional debía hacer las cosas “bien” Emily entró a su oficina, haciendo que él sacara una sonrisa sugestiva, porque es obvio que todo lo que se propone lo puede lograr.

—Espero que haya pensado bien las cosas. Solo le digo que la respuesta me la tendrá que dar hoy mismo, en estos instantes puede cambiar su miserable vida a una con significado, no se volverá a preocupar por el dinero ni otra cosa material, todo lo tendrá a su disposición.

—No tengo de otra salida más que aceptar, por lo visto. —Emily no tenía otra opción, muchas veces debemos poner la felicidad de otros por encima de la nuestra.

—Que bien, de ahora en adelante actuará como mi pareja, delante de los demás como la mujer más enamorada, sin contar que debe demostrar cariño y atención a Liam.

—Perfecto señor Davis.

—De ahora en adelante me debe decir Noah o mi amor, como mejor le parezca. Me da igual esos adjetivos falsos que quiera poner. —Ella afirmó con su cabeza—. Le pasaré el contrato y lo leerá, cabe decir que todo es confidencial.

Noah subió su rostro, vio como Isabel había llegado a la oficina, estaba buscando la manera de entrar, pero su secretaria no la dejaba; él aprovechó que ella estaba mirando por la ventana, era momento de comenzar con el show.

—Es momento de empezar con nuestro trato, no malinterprete lo que voy a hacer. Le quiero dejar claro que usted no me interesa como mujer —él dice, Emily no entendía a que se refería hasta que sintió su aliento muy cerca de su rostro.

Él se acercó a Emily, dejándola desconcertada, luego aproximó su boca a la de ella, besándola con gran intensidad. Luego de unos cuantos segundos, en el que ella sintió como su cuerpo iba elevando su temperatura corporal. Emily se separó de inmediato sin entender, la mirada de Noah era fría, la presencia de Isabel lo había afectado de sobre manera.

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