Capítulo 6. Licor que emborracha

Por Benicio

Ella se quedó quieta en un primer momento, creo que la tomé por sorpresa, luego me devolvió el beso y yo me perdí en un universo paralelo.

No puedo ni comenzar a explicar todo lo que estaba sintiendo.

Bajé mis manos, necesitaba sentir su piel.

Ella alzó sus manos y rodeó mi cuello, no sabía si estaba despierto en ese momento, su boca era…miel, amapolas, un licor que me emborrachaba.

—Es tremendo lo que me hacés sentir.

Le digo entre gemidos.

Ella estaba temblando en mis brazos.

—No está bien lo que estamos haciendo.

No habíamos hecho nada, solo unos besos, lo mismo que Omar hizo con Jazmín y delante de ella, ya sé que no pasaba por el beso, sino por lo que ambos estábamos sintiendo.

—Estoy loco por vos.

—Tengo novio y es tu primo, está muy mal.

Hace el amago de bajar.

—¿Estás segura que tenés novio?

—Sí, hasta que no lo hable con él, sigue siendo mi novio.

—Evi, vamos, ya sabés que lo de ustedes se terminó, vos te merecés más.

La vuelvo a besar, ella se resiste en un primer momento, pero logré que me devuelva los besos.

Me desesperé.

Estoy estremecido hasta la punta del pie.

No puedo más, nunca sentí tanta ansiedad por tener a una mujer.

Quiero convertirme en el amante de sus sueños.

De verdad estoy embriagado por su perfume, por su piel, por toda ella.

Quiero conocer su mundo interior, saborear su piel.

Ya no me importa lo que pueda sentir mi primo por ella, él solo, la perdió.

Es mutuo lo que sentimos con Evelyn.

Ya sé que en este momento ella estaba confundida, Omar produjo que ella quiera huir de él y yo no ayudo para aclarar su mente.

Tengo experiencia y me valgo de ella para seducirla en este momento.

Mis manos llegan a su intimidad y la encuentro húmeda, resbalosa.

Siento que está casi entregada.

No puedo poseerla en el auto y no quiero dejar pasar el momento.

Sin pensarlo dos veces me desabrocho los pantalones, mi pene, parado, sobresale del boxer, le pido que me la chupe, se está inclinando cuando me mira y se queda quieta.

—Perdoname, es una locura lo que estaba por hacer, no corresponde, Omar…

—A la mierda con Omar, te voy a ser más feliz que él.

Digo perdiendo la paciencia.

—De verdad…perdoname…sigue siendo mi novio y esto está mal.

Dice mientras se acomoda la ropa.

Tiene lágrimas en sus hermosos ojos.

Es una chiquilla con cuerpo de mujer, que está confundida, que el idiota de mi primo tuvo en sus brazos cada vez que quiso y ella no sabe que hacer, evidentemente la relación entre ellos ya se había terminado.

—Perdón.

Me dice mientras se baja rápidamente, huyendo de mí y por supuesto, también de ella misma y de lo que acaba de sentir conmigo.

Mi primo no se dió cuenta hasta una hora después, que su novia se había ido, no terminó acostándose con Jazmín, pero cuando alguién le dijo que Evi se fue conmigo, me llamó para reclamar que me había ido con su novia.

—Sos un idiota, te pasate la noche drogándote mientras te besuquéabas con Jazmín, Evelyn se estaba llendo, llorando y sola, ¿Querías que la deje ir en Uber hasta su casa?

—No hice eso.

—¿Estás seguro? Algún video de alguno debe haber, para que te des cuenta lo que hacés mientras te emborrachás y te drogás.

—¿Está en la casa?

—Sí, yo estoy llegando a mi departamento.

Era mentira, recién arrancaba, pero no quería que sepa todo lo que pasó con Evelyn y yo, si le decía que recién arrancaba, podría sospechar y prefiero que ella le diga que lo deja por el comportamiento que él tuvo esta noche, no que yo la había seducido y estuvimos prácticamente a nada de tener sexo, porque no se iba a terminar en esa mamada que al final nunca llegó.

Me doy cuenta que no tengo ni el número de celular de Evi, me gusta llamarla Evi, aunque su nombre me parece hermoso, todo lo que conozco de ella me fascina.

Llegué a mi departamento.

Omar me vuelve a llamar, está desesperado, Evelyn no le responde los llamados.

—Sos un idiota, no sabés frenar cuando estás con los chicos, es hora que termines con tanta droga y tanto alcohol.

Le digo para que se sienta peor, hoy no lo puedo contener.

—No te llamo para escuchar tus consejos ¿La dejaste en la casa?

—Sí, hace un montón y no creo que hoy te conteste, llamala mañana cuando estés sobrio.

—Te dije…

—Yo te digo que estaba enojada, triste, no la conozco tanto, pero estaba mal, dejá que se le pase el enojo y dejá de hacer lo que se te ocurra, perdiste a una chica preciosa por la puta de Jazmín y por drogarte sin parar.

—¿Cómo sabes que la perdí? No la perdí.

Sonrío, claro que la perdió.

Por idiota.

—Hablá mañana con ella.

—No, ahora voy a ir a la casa.

—Vas ahora en el estado en que estás y lo único que vas a lograr es crearle un problema con sus padres.

—Veo que sabés mucho.

—Es lógica pura.

Me defiendo.

De todos modos, es verdad, si aparece borracho y drogado ante los padres de Evelyn, ella no se lo perdonaría jamás, pero también le crearía un problema.

—La extraño, te juro que la amo.

—Nunca se lo demostraste.

—En la cama, sí.

Mierda, eso me dolió.

No entiendo nada, es evidente que Evelyn me dió vuelta como una media y que voy a encontrar el método, la forma, para verla, para hacerla mía, ella es el oasis en un desierto…

Solo eso, claro, estuvo con mi primo y…

¿Y qué?

Mi mente está en blanco, pero mis sentidos están llenos de ella.

Sus besos siguen inundando mis sentidos y no llegamos a nada, ni me quiero imaginar cuando la tenga en mi cama…

Y el idiota de mi primo me dice que en la cama le demostró cuánto la amaba.

Por primera vez en mi vida estoy celoso de mi primo.

La tuvo a ella, la debe haber hecho delirar como querría hacerlo yo, si ese día, cuando la conoció, hubiese ido yo…

No sé si cambiaría algo, pero…

Pienso estupideces, una tras otra.

Lo único que quiero es tener sexo con ella.

Omar sabe volver loca a una mujer, lo sé, muchas veces compartimos chicas, yo mismo lo incluía en las salidas cuando íbamos por ahí, aprendió muy bien el arte de la seducción, la diferencia entre nosotros dos, es que él la aprendió de mí.

Me imitaba.

El alumno no superó al maestro.

No puedo sacarle mérito, tengo que reconocer que sabe hacer las cosas, la prueba está en que siempre se rodeó de mujeres muy bellas, al igual que yo.

Estoy compitiendo contra nada, él ni siquiera sabe que yo soy su contrincante y ni siquiera sé si eso es así.

Miro mis dedos y vuelvo a sentir cuando los hundí en ella, estaba mojada, se me resbalaban dentro.

Otra vez una ola de excitación me invadió.

Miro mi celular ¿Corté o cortó mi primo?

Ya eran las 8 de la mañana, no había dormido, nadie lo hizo.

Cierro los ojos y lo único que logro es sentirla a ella, su piel, su aroma, sus besos.

Entiendo perfectamente a mi primo, perdió a Evelyn y se está dando la cabeza contra la pared, ya se lo advertí la otra vez.

Ahora me alegro que la haya perdido, es mi turno y lo voy a aprovechar.

Tengo el sabor de su boca en la mía y tener esa sensación hace que me sienta entre las nubes.

No comprendo bien esta especie de obsesión, no puedo dejar de pensar en ella, mis sentidos están bien despiertos, no soy la mejor versión de mí.

Estoy feliz que Omar se haya mandado una de las suyas y haya tenido consecuencias.

Tampoco es que yo destruí a su pareja, lo hizo él, ni me metí en medio de un matrimonio feliz.

Esa mujer es demasiado para él.

La quiero para mí.

Quiero hundirme en ella, beber de ella, que tenga sus mejores orgasmos conmigo y otra vez esa competencia contra la nada misma.

Evelyn se dió cuenta, que desde que la conocí, quedé impactado por ella.

Algo de experiencia tiene, aunque es joven y por más que sea, como mujer, se da cuenta cuando un hombre la desea, hasta se sonrojó cuando le hablé, pero aun, con lo mal que se portó el idiota de mi primo, ella decidió serle fiel.

Fué clara, hasta hablar con él, seguía siendo su novia, me dijo.

Me dormí cerca de las 9 de la mañana, desesperado por poseerla, ella es el motivo por el cual se está terminando toda la paciencia que le tengo y el respaldo que le daba hasta ahora a Omar delante de nuestros padres, tanto personal como laboralmente.

Siento que por ella me voy a enfrentar con el mismo demonio.