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Capítulo 2: Un regreso magnífico

Tres años y dos meses transcurrieron tranquilamente.

En la Exposición de Bodas de Ingford se exhibían los vestidos de novia de diseñadores con fama internacional.

Una mujer, llevando un hermoso vestido de gala, sonreía dulcemente y tomaba con gracia el brazo de un hombre. Este le preguntó suavemente:

—¿Todo listo?

—Sí —ella respondió sonriendo.

Joslan Hughes era una diseñadora de vestido de novia y tenía una fama internacional muy grande en la industria, pero nadie sabía su origen verdadero.

Se había hecho famosa dos años atrás por diseñar un vestido de novia llamado «Beginning» y después, con su otra obra, «Ending», se ganó una fama internacional.

Se podía decir que Joslan Hughes era un nombre que todos conocían en el mundo del diseño de vestidos nupciales.

Hoy presenció en la Exposición de Bodas de Ingford, vestida elegantemente y atractivamente, y atrajo la atención de muchos medios de comunicación, quienes le sacaba fotos sin cesar. Y su sonrisa segura y elegante se mostraba en directo en las pantallas de todas las salas de Ingford.

—¿Es tu turno para subir al escenario? —el hombre a su lado bajó la voz para recordarle.

Joslan sonrió amablemente a la cámara, se soltó del brazo del hombre y caminó con confianza hacia el escenario.

Hoy era su primera aparición pública, y su belleza angelical y pura dejaba a todos sin aliento con su belleza.

Todos se quedaron quietos al verla ponerse de pie con gracia en el escenario y miró hacia ella con expectación.

Alguno en la multitud la reconoció y susurró:

—Mira, ¿no es la esposa del señor Caleb de la familia Collins, que desapareció en un accidente de coche hace tres años?

—Se parece un poco a ella, pero no es la misma, ¿verdad?

Fue este cotilleo que les recordó a todos aquel accidente de tres años atrás, que había dejado el puente de Hasnan bloquear durante un mes entero.

Se rumoreaba que la esposa de Caleb había muerto en ese accidente de coche, pero no se había encontrado ningún cadáver hasta hoy.

—Se dice que era la temporada de lluvias cuando ocurrió la tragedia y la corriente del río era muy impetuosa y que ella estaba embarazada de nueve meses. ¡Cómo una embarazada pudo sobrevivir en una situación así!

En este momento, las puertas de la exposición se abrieron y Caleb, con una aura noble, entró, quien no hizo caso a las reacciones de los demás y miró hacia el escenario.

Este se quedó muy asombrado al encontrarse con la mirada de Joslan, o sea, Alina, en el escenario.

A su vez, Alina puso la mirada en Emma, que lo tomaba del brazo a Caleb.

No esperaba que Caleb fuera un hombre tan concentrado que no había cambiado la mujer con la que estaba después de todos estos años.

«Je. Ya que él pudo abandonarnos a mí y al bebé por Emma, naturalmente la ama hasta la médula.»

Alina se burló de sí misma en secreto por haber sido tan estúpida, después miró al hombre no muy lejos y resopló con desdén.

Y luego desvió la mirada.

—Gracias a todos por sus aprecios por «Beginning» y seguramente me esforzaré por traerles más sorpresas en el futuro.

Tras decir eso, Alina le entregó elegantemente el micrófono al presentador y un aplauso caluroso estalló entre la multitud.

Andre Francis vio a Alina bajar del escenario, le tendió la mano como un caballero y le dijo:

—Cariño, has hecho muy bien. Hoy es un gran éxito.

—Es un honor que comparto este momento contigo.

Dicho esto, los dos sonreían felizmente. Uno era guapo y la otra, hermosa, que parecían una pareja perfecta.

Los flashes de las cámaras no dejaban de parpadear, captando perfectamente este momento dulce y amoroso.

Caleb miró a la elegante figura no muy lejos, se quedó muy aturdido y tardó un buen rato en recuperarse.

«Es ella. ¡Está viva y ha vuelto!»

Mientras tanto, todavía había murmullos en la multitud.

—La esposa del señor Caleb todavía está viva y se ha convertido en la internacionalmente conocida Joslan Hughes.

—¡Pero el señor Caleb se comprometió con la señorita Emma hace un mes! Esta enorme exposición de hoy es para exhibir las obras de Emma.

Sin embargo, la atención de todo el mundo se centró ahora en la obra «Beginning» de Joslan Hughes, y se quedó muy impresionado por su talento y sus logros.

—¿Esto se puede considerar como la venganza de la esposa del señor Caleb?

Al instante, el ambiente volvió a ser bullicioso.

Alina y Andre, ignorando los cotilleos, se abrieron paso entre la multitud y platicaron con la gente con confianza.

La elegancia de Alina y, sobre todo, la sonrisa confiada suya tocaron la fibra sensible de Caleb.

Caleb cerró las manos en puños y se dirigió inconscientemente hacia aquella figura. No obstante, Tomas Stone, su asistente especial, lo detuvo y dijo:

—Señor, no sea impulsivo.

Este detuvo sus pasos y preguntó:

—Es ella, ¿no?

—Es la señora Alina —respondió Tomas.

Caleb miró fijamente a Alina, que tomaba cariñosamente la mano de otro hombre, y reprimió su ira.

***

Después de que terminó la exposición para el día, Alina fue al baño a hacer sus necesidades.

Cuando ella salió, se dio cuenta de que, no muy lejos, un hombre elegante y reservado se apoyaba contra la pared del pasillo, con un cigarrillo entre los dedos.

Alina miró a este hombre con calma y se dijo mentalmente:

«Je. ¿Ya está aquí para mí tan pronto?»

—¡Alina! —Caleb gritó con un tono gélido.

Alina tiró el papel de toalla que tenía en la mano a la papelera, le echó una mirada a Caleb como si fuera un desconocido.

Y con un desconocido, ella no tenía nada que hablar.

Pasó junto al hombre, pero su delgado brazo fue agarrado repentinamente por él.

Antes de que ella pudiera reaccionar, el hombre le rodeó la cintura con sus brazos y, con un acto, la inmovilizó contra la pared.

Los dos se miraron. Percibiendo el enfado del hombre, Alina dijo con calma:

—Sr. Collins, creo que lo que está haciendo no es decente para un caballero.

El tono de esta era indolente, lo que enfadó aún más a Caleb.

Él le sujetó con fuerza la barbilla y preguntó en voz alta:

—¡¿No tienes nada que quieras decirme?!

—Señor Collins, ¿qué quieres que yo te diga? —preguntó Alina, sonriendo suavemente.

Su actitud indiferente cabreaba cada vez más a Caleb.

—¿Sabes que te estaba buscando? —dijo él.

¡Había estado buscando a Alina durante tres años!

Durante estos tres años, todo el mundo le recordó a Caleb que Alina estaba muerta, y que su cuerpo había sido arrastrado al mar por la rápida corriente. Sin embargo, él no creía que Alina ya estuviera muerta, así que la buscó con todas sus fuerzas, ¡pero encontró ningún paradero!

Cuando oyó a Caleb decir que la había estado buscando a ella misma, Alina dio una risotada y preguntó:

—¿Me buscabas para que yo salvara a tu querida Emma?

—¡Alina! —el hombre se enfadó aún más.

—¿Para qué te enfadas tanto en mi frente? Je, un asesino no merece estar delante de mí.

¡Nunca pudo olvidar que este hombre quería matar a su hijo para salvar a su amante!

Alina continuó con voz irónica:

—Ay, me sorprende bastante que esa mujer, que estaba tan enferma que necesitaba mi médula ósea para sobrevivir a duras, ahora parezca tan saludable y enérgica.

Tras una breve pausa, ella añadió:

—Mira, ¿por qué no está muerta?

Caleb, incapaz de oír a nadie maldecir a Emma, gritó en voz severa:

—¡Cállate!

—Señor Collins, no se enfade. Solo estoy hablando de mí misma.

Con eso, Alina apartó la mano del hombre.

Caleb miró fijamente la cara de Alina. No sabía que ella fuera tan rebelde.

Alina lo apartó, se enderezó y alisó su vestido con disgusto.

En ese momento, apareció el hombre que acababa de estar al lado de Alina.

Andre se puso nervioso cuando vio a Alina y Caleb estar juntos. No esperaba que los dos se encontraran tan pronto.

—Alina, es hora de volver.

Las palabras de Andre iban dirigidas a Alina, pero su mirada estaba posada en Caleb.

Los dos hombres se miraron, con los ojos llenos de hostilidades.

De repente, Andre sonrió y la tomó de la mano a Alina, mirándola con ternura y cariño, mientras agregaba:

—Mamá ha llamado varias veces diciendo que te ha preparado tus platos favoritos, así que volvamos pronto a casa.

Alina asintió y le dijo a Andre en tono amable:

—Démonos prisa entonces y no la hagamos esperar.

—De acuerdo.

En el momento en que Andre se dio la vuelta, tomándola de la mano a Alina, le lanzó una mirada provocativa a Caleb.

Sin embargo, antes de que los dos pudieran dar unos pasos, la peligrosa voz de Caleb sonó a sus espaldas:

—¿Es tu nuevo novio?

Andre y Alina se pararon en seco y cruzaron una mirada rápida.

Alina se dio la vuelta y dijo:

—Señor Collins, él es mi esposo.

—Je, ¿tu esposo?

Cuando Caleb oyó a la mujer decir «él es mi esposo», quisiera matar a Andre.

Alina esbozó una sonrisa fría y no volvió a contestar.

Y cuando ella se dio la vuelta para irse, Caleb le cogió la mano con fuerza y le interrogó:

—¡¿Sabes de qué estás hablando?!

—Señor Collins, ¿eres sordo o qué? —preguntó Alina burlonamente en vez de contestar.

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