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Secretos Oscuros

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J.a.a
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Sinopsis

-Cariño... -Oigo una voz que me llama a lo lejos.. Estaba durmiendo tan bien, ¿quién diablos me está molestando? —Mel, tienes que levantarte, hoy es tu primer día de clases—Escucho la voz más fuerte y un movimiento de hombros. Me doy la vuelta en la cama y lentamente abro los ojos, solo para ver la sonrisa de mi hermano, amplia, un idiota. —Cuál es tu problema Marcos, necesito dormir—murmuré poniéndome boca abajo. -Por supuesto que no Meliady Carter, tienes que ir a la escuela y ya-, dice con una voz más dura esta vez. Tuvo que recordarme que tenía escuela hoy, yo no tenía ningún problema con la escuela por supuesto, pero como que apesta despertarme temprano.Mi hermano fue a la ventana de mi habitación y corrió las cortinas. -Oye... ¡¡No hagas eso, maldita sea!! -grito saltando de la cama. —Si no es así, no te levantes, jovencita, sonriendo. -Bastardo- le digo yendo al baño. -Nosotros dos queridos-dice y escucho la puerta cerrarse. Sí, en realidad éramos nosotros dos bastardos, siempre me burlaba de él por eso, pero sabía la verdad. No conocí a mi madre, ni a mi padre, como me entiendo por personas la única familia que tuve fue mi hermano y Shell, ellos siempre me cuidaron, me protegieron, me enseñaron los primeros pasos a dar en la vida, yo Los amaba mucho, Marcos era cariñoso y súper protector, a su edad era el hombre que más admiraba, no solo por ser mi hermano, sino por ser fuerte y valiente. —¡Desenrolla Mel!—y hablando de bastardo. Hago mi higiene, y me quito la ropa metiéndome en la ducha, nada como una ducha para despertar. Me lavo rápidamente y salgo de la ducha. Primer día de clases de mi último año, estaba muy emocionada, con los torneos acercándose estaba eufórica, voy a mi guardarropa y tomo unos jeans negros y una camisa azul oscuro con algunas frases en inglés en el frente, y tenis negros, bueno , Me encantaba la ropa oscura, así que no me juzguen. Tomo un conjunto de lencería y me visto, voy al espejo y me aplico solo rímel para marcar mis largas pestañas y un gloss en mis labios, nunca me gustó pintarme como las chicas que veía en la escuela, llegó a ser ridículo , con tanto maquillaje deje mi pelo largo y oscuro suelto en la espalda, una cosa que me gustaba de mi sin duda era mi pelo, negro natural, lacio y sedoso no tenia quejas de mi piel morena clara, ligeramente bronceada, y mi aqua los ojos verdes se destacaban fácilmente, yo no era fea. Tomo mi mochila y bajo a la cocina, mi hermano como siempre estaba preparando mi desayuno. - Siéntese, señorita, déjeme dormir - dice sonriendo, mirándome rápidamente. -Eres aburrido- digo sentándome en la mesa. Se veía tan hilarante un hombre de ese tamaño en una cocina diminuta, mi hermano era adicto al gimnasio, su cuerpo grande y musculoso era el resultado de tanta dedicación. -Ya se va -dice poniendo tostadas con nutella y huevos con tocino en la mesa. -Eso se ve bien señor musculoso-dije sonriendo ya sirviendome. -Tienes celos de mi cuerpecito, hermanita-dice encontrándose a sí misma. -Ohhh no querido hermano, ciertamente no lo hago- rodé los ojos. —Sabes que soy hermosa—dice, pasándose la mano por el abdomen.

Historia PicanteDramaMisterioFuegoSecretosDulceRomántico18+Una noche de pasión

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-Cariño... -Oigo una voz que me llama a lo lejos..

Estaba durmiendo tan bien, ¿quién diablos me está molestando?

—Mel, tienes que levantarte, hoy es tu primer día de clases—Escucho la voz más fuerte y un movimiento de hombros. Me doy la vuelta en la cama y lentamente abro los ojos, solo para ver la sonrisa de mi hermano, amplia, un idiota.

—Cuál es tu problema Marcos, necesito dormir—murmuré poniéndome boca abajo.

-Por supuesto que no Meliady Carter, tienes que ir a la escuela y ya-, dice con una voz más dura esta vez.

Tuvo que recordarme que tenía escuela hoy, yo no tenía ningún problema con la escuela por supuesto, pero como que apesta despertarme temprano.Mi hermano fue a la ventana de mi habitación y corrió las cortinas.

-Oye... ¡¡No hagas eso, maldita sea!! -grito saltando de la cama.

—Si no es así, no te levantes, jovencita, sonriendo.

-Bastardo- le digo yendo al baño.

-Nosotros dos queridos-dice y escucho la puerta cerrarse.

Sí, en realidad éramos nosotros dos bastardos, siempre me burlaba de él por eso, pero sabía la verdad. No conocí a mi madre, ni a mi padre, como me entiendo por personas la única familia que tuve fue mi hermano y Shell, ellos siempre me cuidaron, me protegieron, me enseñaron los primeros pasos a dar en la vida, yo Los amaba mucho, Marcos era cariñoso y súper protector, a su edad era el hombre que más admiraba, no solo por ser mi hermano, sino por ser fuerte y valiente.

—¡Desenrolla Mel!—y hablando de bastardo.

Hago mi higiene, y me quito la ropa metiéndome en la ducha, nada como una ducha para despertar. Me lavo rápidamente y salgo de la ducha. Primer día de clases de mi último año, estaba muy emocionada, con los torneos acercándose estaba eufórica, voy a mi guardarropa y tomo unos jeans negros y una camisa azul oscuro con algunas frases en inglés en el frente, y tenis negros, bueno , Me encantaba la ropa oscura, así que no me juzguen. Tomo un conjunto de lencería y me visto, voy al espejo y me aplico solo rímel para marcar mis largas pestañas y un gloss en mis labios, nunca me gustó pintarme como las chicas que veía en la escuela, llegó a ser ridículo , con tanto maquillaje deje mi pelo largo y oscuro suelto en la espalda, una cosa que me gustaba de mi sin duda era mi pelo, negro natural, lacio y sedoso no tenia quejas de mi piel morena clara, ligeramente bronceada, y mi aqua los ojos verdes se destacaban fácilmente, yo no era fea.

Tomo mi mochila y bajo a la cocina, mi hermano como siempre estaba preparando mi desayuno.

- Siéntese, señorita, déjeme dormir - dice sonriendo, mirándome rápidamente.

-Eres aburrido- digo sentándome en la mesa. Se veía tan hilarante un hombre de ese tamaño en una cocina diminuta, mi hermano era adicto al gimnasio, su cuerpo grande y musculoso era el resultado de tanta dedicación.

-Ya se va -dice poniendo tostadas con nutella y huevos con tocino en la mesa.

-Eso se ve bien señor musculoso-dije sonriendo ya sirviendome.

-Tienes celos de mi cuerpecito, hermanita-dice encontrándose a sí misma.

-Ohhh no querido hermano, ciertamente no lo hago- rodé los ojos.

—Sabes que soy hermosa—dice, pasándose la mano por el abdomen.

—¿Lo sé?—pregunto levantando una ceja.

-Claro...

—No te equivoques, hermanito —digo, disfrutando de mi tostada.

Se ríe sentado frente a mí.

-¿Dinámico?

-Un poco

-Mmm...

Termino mi café y agarro mi mochila.

- Hasta luego, te beso en la mejilla.

-Nos vemos, que tengas un gran día Mel-, dice y lo saludo mientras salgo de la casa.

No vivía muy lejos de la escuela, y me encantaba caminar y hacer ejercicio, así que eso fue genial para mí. Camino por las calles de Chicago, una ciudad tranquila al menos en mi área, sin mucho. Sin embargo, no tenía nada. para quejarse, mi hermano y yo estábamos muy bien atendidos, él era médico, y amaba su profesión, y yo también soy negro. Pero nos quedó algo de dinero en el banco, alguien que no conocía hasta ese momento, según mi hermano debe ser el gobierno, por supuesto que no creía que el gobierno fuera el que dejó una cantidad muy grande de dinero cada mes en su cuenta? No, en absoluto.

Llego frente a la escuela, donde hay una multitud de estudiantes, sigo de frente y entro, me dirijo a la secretaria de la escuela para saber mi clase.

-Buenos días Meliady-dice emocionada.

-Buenos días Alice, ¿puedes decirme dónde estará mi habitación? - pregunto sonriendo levemente. Alice era la secretaria más loca que he visto en mi vida, se moría de amor por el director Carlos, era un personaje, pero nuestro director no parecía muy interesado.

—Claro, hermosa —dice ya tecleando en su computadora —Segundo piso, habitación —confirma

-Gracias Alice,- digo alejándome.

—De nada, buen día en la escuela!!!—grita.

Subo las grandes escaleras, donde los adolescentes subían y bajaban al mismo tiempo, camino hacia la habitación, que ya conocía bien. Llego y entro, no había muchos estudiantes adentro, solo unos chicos hablando, camino hasta el final del salón y pongo mi mochila en la última mesa de la fila cerca de la puerta, me siento y saco mi celular, siento que alguien me mira y miro hacia arriba, los chicos me miraban con sonrisas tontas en sus rostros, les pongo los ojos en blanco y ellos miran hacia otro lado, chicas chismosas que solo pensaban en hablar de la vida de otras personas, así que Preferí quedarme en la mía.

Después de un rato, la habitación se fue llenando poco a poco, y cuando sonó el timbre, entró el profesor Karp.

—Buenos días—dice sonriendo, la rubia con curvas siempre es hermosa.

Todos responden -buenos días- juntos.

—Bueno chicos, espero que este año nos divirtamos mucho, ¿no? -dice aplaudiendo y los alumnos inician una ruidosa conversación.

—Oye tranquilo, silencio, antes de empezar la clase me gustaría presentarles a los nuevos alumnos—dice señalando la puerta, cuando entran dos chicos. Los dos igualmente sonrientes, uno con cabello castaño oscuro, ojos celestes, un cuerpo razonable, nada exagerado, vestía jeans azul oscuro y una camisa blanca, su cabello perfectamente arreglado, miró al otro lado de la habitación y sonrió. Mis ojos volaron hacia el otro moreno de ojos azules también, solo que más claros como el cristal, era alto, Dios del cielo, y tenía un cuerpo musculoso y atractivo, su cabello oscuro, casi como el mío, todo desordenado haciéndolo aún más sexy, vestía una camisa negra ajustada, jeans azul claro, exudaba arrogancia mientras recorría con la mirada la habitación, una sonrisa torcida, una boca redonda y rosada con labios carnosos. Escuché a las chicas suspirar con los dos estudiantes.

Mientras el moreno me miraba desde el fondo de la sala, aún con su sonrisa arrogante, yo permanecí serio, como si no fueran gran cosa. Entrecerró los ojos hacia mí mordiéndose el labio inferior.

Joder, sí, eran increíblemente calientes, sin lugar a dudas, no iba a admitirlo, por supuesto.

—Buena gente, les habla Jeremias y Dominick Wood, nuevos en la ciudad, vengan y sean bienvenidos...—Miss Karp sacó a las niñas del trance en el que se encontraban.

Todos los estudiantes caminaron hacia el frente del salón para darles la bienvenida, incluidas las niñas, que ya habían caído en los brazos de los niños. Pongo los ojos en blanco, perras. Fui el único que permaneció sentado hasta que una voz profunda y divertida habló:

-Es bueno que todos los estudiantes sean tan receptivos.... -Miro hacia arriba para encontrarme con un par de ojos azules.

Dominick

¿Grave?

Kin

¿Me hablas a mí? -pregunto mirándolo a los ojos.

Él sonrió.

—No, con la persona detrás de ti—dice serio con arrogancia.

-Por favor, déjame- bajé la cabeza.

-—¿Tienes problemas con la gente?—Respiré hondo y lo miré de frente, consciente de que la habitación miraba de mí a él.

-No es que sea de tu incumbencia, por supuesto,- espeté descaradamente.

—Bueno… creo que necesitas cosas más interesantes en tu vida—habló con una mano en la barbilla.

Eso era cierto, pero aún así no era asunto suyo.

-¿Qué crees que estás haciendo?- Fruncí el ceño.

Su mirada en mí era intensa y divertida, parecía disfrutar lo que estaba haciendo, Dominick estaba a punto de abrir la boca pero fue interrumpido.