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Capítulo 4

Los días fueron pasando, la salida del hospital estaba muy próxima, y aunque ella estaba adolorida, sentía un gran alivio en su corazón al saber que su hijo estaba a salvo, que no estaría pasando hambre ni tendría ninguna necesidad que no pudiera ser resuelta por las bondadosas almas caritativas de la fundación, en especial la de ese hombre que se había comportado de una manera maravillosa.

—Zack, no sé cómo agradecerte todo lo que has hecho por nosotros — dijo ella.

Blair estaba preparando su pequeña maleta para dejar la clínica.

—No tienes nada que agradecer, lo único que estoy haciendo es cumplir con mi obligación, después de lo que te hice, es lo correcto —.

—Sí, pero no tenías la obligación de cuidar a mi pequeño, y eso jamás dejaré de agradecértelo — exclamó ella con movida por la emoción del momento.

Él se acercó un poco, contemplando la piel pálida de la joven, estaba muy demacrada y sin embargo seguía conservando esa belleza que tanto lo cautivo en sus años de universidad y en la cual no había dejado de pensar en todos esos años.

—Mientras te estabilizas, tú y tu hijo pueden quedarse en la fundación — le ofreció de todo corazón.

Después le estiró la mano para entregarle un papel certificado.

— Blair, el cheque de la indemnización está aquí, lamento mucho los inconvenientes, jamás hubiese sido mi intención lastimarte, y espero que esto pueda servirte para que tengas una vida nueva junto a tu pequeño — pronunció con dulzura depositando el cheque en las manos de la joven.

Blair extendió el papel abriendo los ojos como platos sorprendida por la cifra que aparecía.

—Esto es demasiado, Zack, no puedo aceptarlo —.

De manera instintiva, él le tomó la mano y la miró directamente a los ojos.

—Claro que vas a aceptarlo, es lo justo, además es lo que te corresponde por todo lo que has tenido que pasar por mi culpa, si no lo recibes, me sentiré sumamente culpable y no podré estar tranquilo, al menos déjame ayudarte con eso, por favor — le pidió con vos suplicante.

La chica estaba sumamente conmovida, hacía tanto tiempo que nadie tenía un gesto considerado hacia ella, que nadie la miraba como él lo estaba haciendo en ese momento, que no pudo evitar pensar en lo distinta que hubiese sido su vida si en lugar de casarse con aquel hombre tan miserable, lo hubiera hecho con Zack.

—¿qué sucede?, Acaso dije algo malo? — Preguntó comprensivo.

Las lágrimas empezaron a descender empapando el bello rostro de la joven, Zack la miraba con tanta dulzura, y extraños sentimientos empezaron a despertarse nuevamente en su corazón. La abrazo dejando salir lo que estaba experimentando, en ese momento no quería pensar, sólo sentir, y a ella le pasaba lo mismo. se quedaron así por algunos minutos, disfrutando el silencio acompañado únicamente por el latido de sus corazones y el sonido de su respiración agitada. Los sonidos en la puerta los devolvieron a la realidad, una enfermera entró para ayudarla a hacer los preparativos para el alta del hospital.

—Te esperaré afuera, Blair, yo mismo te llevaré a la fundación— señaló.

Ella sintió unos nervios inexplicables, pues seguir conviviendo con ese hombre tan increíble podría resultar sumamente peligroso para sus sentimientos, ya que no hacía falta mucho para que su corazón pudiese quedar prendado de él. No obstante, se sacudió los pensamientos que la estaban perturbando demasiado, e hizo todo lo que la enfermera le indicó Para marcharse cuanto antes de la clínica. Una vez en el coche, los minutos transcurrían en absoluto silencio, solo de vez en cuando, sus miradas se cruzaban, pero ninguno de los dos se atrevía a hablar, hasta que Zack decidió romper con el mutismo que se había Interpuesto.

—¿tienes idea de lo que harás cuando salgas de la fundación? — Cuestiona con interés.

Ella emitió un largo suspiro y se giró para mirarlo.

—No lo sé, supongo que lo primero que debo hacer es conseguir un pequeño departamento para vivir con mi hijo y después establecer un negocio de lo que podamos vivir —.

—Quiero que sepas que siempre podrás contar conmigo, si en algún momento tienes alguna dificultad, no dudes en buscarme — ofreció con dulzura.

Definitivamente ese hombre era un ángel, tenía una generosidad que lo sobrepasaba todo, se sentía tan tonta por haberlo dejado ir en el pasado, pero ya no había marcha atrás, ahora él estaba rehaciendo su vida junto a aquella modelo espectacular, y por supuesto que jamás volvería a fijarse en ella, así que sería mejor apartar las mariposas que revoloteaban en todo su cuerpo como en las épocas cuando era colegiala. Llegaron a la fundación y antes de aparcar y despedirse, Zack necesitaba despejar una duda que le venía dando vueltas en la cabeza desde hacía tiempo.

—¿qué crees que hubiera pasado con nosotros si nos hubiéramos dado una oportunidad, Blair? — Le preguntó de repente causándole una gran sorpresa.

Ella no sabía qué contestar, se quedó paralizada imaginando lo que hubiese sido de su vida si en lugar de dejarse llevar por los encantos de aquel falso amor, hubiera abierto más su corazón descubriendo lo que Zack podría ofrecerle.

—No lo sé, Zack, y ya no tiene caso que nos lo preguntemos, ahora cada uno ha seguido con su camino, tú estás comprometido y a punto de casarte, y yo tengo que levantarme de las cenizas y seguir adelante con mi hijo — respondió con una tristeza que se dibujaba en sus ojos.

Por otra parte, Victoria había estado llamando de manera insistente tanto al celular de Zack pero como no le contestó, entonces decidió llamarlo a su oficina.

—Quiero que me comuniques con Zack en este preciso instante — ordenó de manera autoritaria como siempre.

la secretaria apretó fuertemente el teléfono, pues sabía lo que le esperaba cuando le diera la respuesta que ella menos quería escuchar.

—Siento no poder hacer lo que me pide, señorita, pero el señor tiene toda la mañana fuera de la oficina, he intentado llamarlo a su teléfono, pero no me contesta, cuando salió sólo me dijo que tenía algo muy importante que hacer — le informó la amable asistente.

Victoria puso una mueca de disgusto en su bien cuidado rostro, no soportaba que su prometido mostrara tampoco interés en su próxima boda, pero tenía que soportarlo, pues ese acuerdo de conveniencia beneficiaba a ambas familias, y sus padres jamás le perdonarían si no hiciera lo que se esperaba de ella.

—Bien, cuando se le dé la gana aparecer, dile que se comunique conmigo, hay muchas cosas importantes de los que tenemos que hablar — sentenció.

Dejo caer con furia el auricular, la actitud de su prometido le parecía tan patética, pero ya se estaba cansando de sus desplantes, así que para quitarse ese mal humor, sabía perfectamente a quien podía recurrir, tomó su celular tecleando rápidamente el número de la persona que sabía la haría sentir mucho mejor.

—Hola cariño, espero que me hayas extrañado, porque yo en este momento estoy deseando verte con desesperación — dijo con voz seductora.

—Así me gusta, pequeña traviesa, que tengas presente que siempre puedes venir a mí, seguro tú un noviecito no ha sabido cumplirte como te mereces y estás deseando tener un verdadero hombre dentro de ti — afirmó Mark haciendo uso de sus acostumbrados alardes.

Mark era el mejor amigo de Zack, siempre le había hecho creer que era un hermano para él, alguien incondicional con quien siempre podría contar, y como Zack era tan bueno, nunca tuvo ninguna duda del que por años había estado junto a él en innumerables aventuras y momentos inolvidables, pero lo que él no sabía, es que además de una supuesta amistad, también compartían a su futura esposa.

Zack abrió la puerta del coche para que Blair pudiera descender, y cuando ella se levantó, sintió un ligero mareo que casi la hizo perder el equilibrio, no obstante, los fuertes brazos del CEO la sostuvieron, y un intenso mar de emociones se desencadenó en ese preciso momento. Se miraron a los ojos y las chispas saltaron provocando sensaciones descomunales. Inevitablemente el magnetismo se hizo presente y él acercó su rostro al de ella dejándose llevar por los recuerdos del pasado y la experiencia del momento con un beso apremiante y apasionado que lo decía todo.

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