Capítulo 5

― Lo siento, ¿dónde están mis modales?, Xavi, él es mi compañero de clases, James Fernández. James, él es un viejo amigo tanto de Víctor como mío, Xavier Flores. ―Comenta con un tono suave y tranquila Sofía mientras juega con sus dedos de manera nerviosa, Xavier siempre había sido protector con quienes se juntaban tanto ella como su hermano.

A pesar de que ya conocían el nombre del otro, la tensión era demasiado palpable entre James y Xavier, quienes se observaban de manera fría y molesta, James estaba molesto por qué el chico enfrente suya le había amenazado con una espada y Xavier estaba molesto por qué James parecía no ser un chico muy adecuado para Sofía.

― Luego te voy a explicar mis motivos, ahora no es el momento. ―Dice Xavier hacia Sofía mientras trata de observar por encima de James al notar a alguien detrás de una estantería, a una distancia de unos dos metros, con una actitud sospechosa.

No fue hasta que, Xavier observó que esa persona desconocida estaba observándolos, que apartó tanto a Sofía como a James para correr detrás de la persona que al momento de darse cuenta que le habían descubierto salió corriendo.

― Tu amigo es un… poco raro, me pregunto, ¿cómo entró sin que le vieran la espada? ―Comenta James mientras observa a Sofía, esperando alguna respuesta por parte de su compañera, esperaba que le diera alguna explicación razonable.

― Ni idea pero, dejemos de lado eso y mejor ayudemos a la chica y luego vamos a nuestras casas, durante las horas libres te pasaré lo que te hace falta, casi terminamos, después de todo. ―Dice Sofía, restándole importancia a lo que había sucedido, aunque estaba muy impresionada que Xavier pudiera portar una espada y no ser multado o llevado a prisión por eso.

En cambio, James había sentido miedo al momento de tener la espada a unos cuantos centímetros de su cuerpo, pues había escuchado de espadas que estaban diseñadas especialmente para la destrucción de vampiros y que al sacarlas del cuerpo, este se desintegraba inmediatamente, lo cual había comprobado al momento de ver que un vampiro había sido asesinado con una hace unos instantes.

Ambos se dieron vuelta y ayudaron a la joven a levantarse para llevarla con la bibliotecaria, mientras caminaban a donde estaba el escritorio de la susodicha, la joven les explicó la situación, resultaba que este chico y ella eran amigos desde pequeños y que estaban haciendo actividades escolares, todo estaba normal hasta que ella se cortó por accidente con las tijeras; que su amigo empezó a reaccionar raro y casi la ataca de no ser por Xavier.

Al dejar a la joven junto a la bibliotecaria, James le pidió que guardará el secreto, para que no fuera a asustar a la bibliotecaria, no estaba seguro de por qué pero creía saber el por qué el chico se había convertido y cuando se había convertido ya que por el aroma de la sangre, podía darse cuenta de que el joven se había convertido por lo menos unas dos o tres semanas antes.

― Te llevaré a casa, es peligroso que estemos afuera de noche. ―Comenta James después de volver a la mesa en la que estaban mientras recoge sus cosas, le preocupaba más Sofía que su propia seguridad, después de todo, era un vampiro que tenía años viviendo así y sabía cómo defenderse en caso de ser atacado.

― Por cierto, ¿no te parezco rara? ―Comenta Sofía algo confundida debido a que James no había comentado nada acerca de su “extraño” gusto a los vampiros o por su peculiar forma de vestir.

― ¿Por qué deberías de parecerme rara? ―Comenta James mientras cierra su mochila de manera calmada, sin comprender por completo la inquietud de su amiga por qué le debería parecer “rara”.

― Por qué me gustan los vampiros, ¿tal vez? ―Dice un poco apenada Sofía, le impresionaba que James no se hubiera quejado de sus gustos o le haya dicho que estaba demasiado grande para tener gustos para personas de menos edad que ella o que comentará algo acerca de su vestimenta.

― No es común que a una joven de tu edad le gusten los vampiros pero, tampoco es imposible. ―Dice con una sonrisa divertida James, mientras observa a Sofía con calma.― Además, tu ropa está bien, tu forma de ser te hace única. ―Dice con una sonrisa simpática James.

Después de ese comentario, Sofía se concentra en guardar sus cosas, mientras James tenía otra cosa en mente, tenía que mantener protegida a Sofía de todo lo que pudiera hacerle daño y, si eso implicaba que él era un peligro para ella, él también se alejaría.

Sacudió su cabeza al momento de querer alejar ese pensamiento y ambos finalmente salieron de la biblioteca, caminando hacia el departamento de Sofía con calma.

Cuando llegaron al departamento de los hermanos Gutiérrez, Sofía se despidió de James de manera calmada mientras le sonríe un poco y entra, yendo directamente a su habitación.

Días después…

Sofía estaba en uno de los descansos de clases, estaba mirando su sándwich de manera distraída, tenía días demasiado distraída desde que había pasado lo de la joven, seguía pensando también en Xavier, no lo había vuelto a ver y James también parecía un poco distraído, ni se había tomado la molestia en comentarle a sus amigos del incidente por temor a preocuparlos.

― ¿Sofía?, ¿James?, ¿están bien?, ambos están muy distraídos. ―Comenta Daniel mientras observa a los mencionados con una mirada preocupada en sus ojos.

― ¿E-Eh?, s-sí, estamos muy bien. ―Comenta James al momento de escuchar la pregunta de Daniel, James estaba preocupado, tenía que admitir que le asustaba la idea de que alguien los estuviera vigilando.

― Lo lamento, chicos, no me siento del todo bien. ―Comenta Sofía mientras tapa su boca con una mano y se levanta rápidamente, caminando al basurero más cercano y empezar a vomitar, Sandra y Daniel se acercaron rápidamente para sujetarle el cabello.

― Es la primera vez que veo que tu cuerpo rechaza un sándwich, siendo es el alimento qué más te gusta. ―Comenta Daniel mientras sostiene el cabello de Sofía tratando de aliviar la tensión, recibiendo una mirada asesina por parte de Sandra.― Lo lamento, no es el momento. ―Se disculpa ante la mirada de su novia, le daba miedo Sandra cuando estaba enojada.

― Sofí, ¿no comiste o bebiste algo que te hizo daño? ―Dice Sandra asustada mientras acaricia la espalda de su amiga, aunque se había molestado con Daniel por el comentario, tenía razón, no era común que Sofía vomitará un sándwich.

Sofía niega con su cabeza ante las palabras de Sandra, terminando de vomitar y tomando una servilleta para limpiarse lo que le había quedado en los labios, tenía mucho en la cabeza últimamente, especialmente con lo que había sucedido en la biblioteca.

Sofía no le había comentado a ninguno de sus amigos sobre lo que había sucedido el día que estuvieron James y ella en la biblioteca para no asustarlos por qué iban a reaccionar preocupados, ni siquiera a Víctor le había comentado que se había encontrado con Xavier por qué no sabía cómo iba a reaccionar su hermano ante la aparición de su viejo amigo.

― Creo que deberías de ir a la enfermería y después a casa, no te ves del todo bien. ―Comenta James de manera preocupada mientras el trío se acerca para volverse a sentar, poniendo una mano en el hombro de Sofía.

― ¡No me subestimes! ―Exclama Sofía, dándose cuenta a los pocos segundos de su repentina reacción, agachando la cabeza con vergüenza; no era la primera vez que reaccionaba tan bruscamente estando con sus amigos, pero estando con James era diferente.― L-Lo lamento, n-no quise- ―No termina su oración cuando escucha una voz ajena a su grupo.

― Si te están subestimando, no deberías de pedir disculpas si has pedido que no lo hagan, princesa. ―Comenta una voz muy familiar para Sofía, tratando de animarla a tranquilizarse.

Sin pensarlo, Sofía voltea a ver a la persona y rápidamente corre hacia Xavier al verlo, abrazándolo rápidamente mientras esconde su rostro en el pecho ajeno, al corresponder el abrazo, Xavier mira con burla a James, quien responde con una mirada fría.

― ¿Qué estás haciendo aquí? ―Pregunta Sofía mientras se separa de Xavier, mirándolo con unos ojos brillantes mientras sonríe, estaba feliz de volver a ver a Xavier.

― Sí… ¿qué estás haciendo aquí? ―Pregunta James al momento de ver como se acercan Sofía y Xavier, mientras Xavier solamente muestra una sonrisa amigable, aunque James podía ver las verdaderas emociones de Xavier a través de sus ojos.