Capítulo 2
Después de llegar a la universidad, un campus rodeado de árboles y con varios edificios pintados de anaranjado, los hermanos se despidieron y cada quien se fue por su lado, Sofía caminó hacia su salón mientras se pone sus audífonos; solamente quería acabar la semana para tener dos días alejada de todos los estudiantes que la observan de lejos y le critican con la mirada por su elección de atuendos.
Sofía antes de llegar a su salón; se acerca a su casillero para abrirlo y meter su mochila dentro de este para sacar sus cuadernos y cosas que necesitaba para escribir y para dibujar. Una vez tiene sus cosas entre sus manos se acerca a su salón, entrando y yendo directamente a su banco, se sienta y empieza a dibujar lo que había visto en su pesadilla.
― ¿Ahora qué soñaste, Gutiérrez? ―Dice una joven de ojos verdes, cabello rubio y piel morena mientras se sienta en el asiento de enfrente de Sofía, quien solamente levanta su vista para ver un momento a la joven que responde bajo el nombre de Gabriela y devuelve su concentración a su dibujo.
― Que no te importe, deberías de meterte en tus asuntos. ―Murmura Sofía fríamente mientras sigue su dibujo.
Gabriela al momento de notar que la castaña no iba a hacerle caso le quita el dibujo, alejándolo de su alcance y logrando su cometido de que Sofía le prestará atención.
― Devuélveme mi cuaderno, Gabriela. ―Dice una molesta Sofía mientras intenta quitarle la libreta a Gabriela.
Mientras intentaba quitarle el dibujo a Gabriela; Sofía solamente podía escuchar las risas de las amigas de la joven que constantemente le molestaba por ser diferente. Sofía se relajó un poco al momento de observar como una joven de piel clara, ojos azules y cabello pelirrojo le quita el dibujo a Gabriela
― No deberías meterte con ella, Brito ―Dice la joven que responde bajo el nombre de Sandra de manera seria mientras observa a Gabriela de manera seria. Al lado de Sandra estaba la cuñada de Sofía, una joven de ojos azules, piel morena y cabello azabache, la cual responde bajo el nombre de Clara.
― No tendrás suerte todo el tiempo, Gutiérrez. ―Dice Gabriela al momento de ver que habían llegado, las guardaespaldas de Sofía; como las llamaba ella y decidió mejor alejarse de las tres chicas; ya que Sandra y Clara; eran parte de la sociedad de estudiantes.
― Gracias, chicas. ―Comenta Sofía de manera calmada mientras observa a sus amigas con una pequeña sonrisa y toma su libreta de las manos de Sandra.
― Empiezo a pensar que deberías de aceptar la ayuda de Víctor, los acosos de esas chicas son cada vez más constantes. ―Comenta Clara mientras observa a Sofía preocupada.
― Lo sé pero, no quiero que nadie se entere de que somos hermanos. ―Susurra Sofía al ver si nadie las escucha, ama a su hermano y no se avergüenza de él pero, prefiere mantener su parentesco en secreto de momento.
Sandra iba a comentar algo relacionado pero, al escuchar la campana que da inicio a las clases suspira levemente para ver a sus amigas.― Bueno, seguimos hablando de esto en el descanso. ―Dice Sandra de manera calmada mientras se sienta en su lugar al igual que Sofía y Clara.
Al sentarse las tres, entra la maestra junto con un chico alto de piel morena, cabello azabache y un poco largo, dejando en duda para algunos si era un chico transgénero.
― Buenos días, clase, permítanme preséntales a su nuevo compañero de clases, James Fernández; él viene desde Ciudad de México, ahora joven Fernández, se puede sentar junto a la señorita Sofía Gutiérrez. ―Murmura la maestra mientras señala a la castaña quien rápidamente levanta la mano.
Sofía había levantado la mano para que James se pudiera sentar, aunque realmente no estaba interesada en conocer a James; pensaba que era como los demás chicos que habían llegado antes que él; chicos que nada más veían más de cerca a Gabriela y se acercaban a ella para después ella manipularlos en contra de la joven Sofía.
― Señorita, ¿me haría el favor de mostrarle la universidad al joven Fernández, además de ser su compañera de estudios? ―Dice la maestra Fernández mientras observa a la de cabello castaño, quien solamente asiente suavemente ante la petición de la maestra después de tragar saliva.
― Hola, mucho gusto, Sofía Gutiérrez, ¿cierto?, me llamo James Fernández, me puedes llamar James o Jamie. ―Comenta con una sonrisa que deja a la vista los hoyuelos que están en sus mejillas.
― Ajá, claro, como digas, solo llámame Sofía. ―Dice con indiferencia Sofía mientras continúa con su dibujo al momento de observar a la maestra salir por una llamada.
Había adquirido la costumbre de cada vez que soñaba algo distinto en sus pesadillas; dibujarlo para después cuando volvía a dormir buscarlo en sus sueños.
James, quién estaba observando atentamente a Sofía al notar su indiferencia, en un momento su atención se centra en el dibujo de la joven, arrugando sus cejas un poco al ver un boceto de un trono con una daga con símbolos extraños en medio del trono.
― Wow, que bonito dibujas, ¿qué significa? ―Un tono curioso se podía escuchar en la voz de James mientras miraba a Sofía, con la esperanza que no le siguiera haciendo indiferencia.
― Mejor concéntrate en tus cosas, yo no soy importante. ―Dice fríamente Sofía mientras cierra el cuaderno y lo pone debajo de su silla para cambiarlo con su cuaderno para escribir, abriéndolo en la página en la que lo habían dejado la clase anterior.
James, confundido ante la actitud defensiva de Sofía, iba a comentar algo cuando escucha una nueva voz en la conversación.
― Déjala, ella es así con todo el mundo, no vale la pena, mejor ven conmigo, tengo un grupo de amigos que te harán mejor compañía que ella. ―Comenta Gabriela con una sonrisa inocente en su rostro, aunque Clara, Sandra y Sofía eran las únicas que miraban detrás de aquella “inocente” sonrisa y conocían las verdaderas intenciones de Gabriela.
Clara ya pensaba levantarse de su asiento para alejar a Gabriela del asiento de Sofía y James, pero Sandra no le permitió levantarse para ver si valía realmente la pena dejar que James estuviera cerca de Sofía o no.
James por su parte, a pesar de ver la sonrisa inocente de Gabriela, no se molestó en mover algún músculo, a pesar de la actitud defensiva de Sofía, no se iba a rendir tan fácilmente con ella.
― ¿Por qué debería de hacer caso a lo que me dices?, ¿no es ella la mejor estudiante de este grupo?, puede que no me esté tratando lo mejor posible pero, yo sé que en algún momento lo hará, además, tu dichoso grupo de amigos creo que no me conviene, desde que me senté nada más he visto que la están viendo mal. ―Dice James con un tono demasiado confiado y con una sonrisa llena de sorna en sus labios.
Gabriela se sintió un poco avergonzada antes las palabras de James y más al escuchar las risas de los chicos que se encontraba a unos asientos alejados de ellos y no tuvo más opción que retirarse a su asiento, no sin antes darle una mirada asesina a Sofía, quien observaba la escena asombrada.
― ¿Por qué hiciste eso? ―Pregunta Sofía todavía shockeada debido a que nunca había esperado que algún estudiante nuevo la defendiera y le dijera a Gabriela que no pensaba acercarse a ella y su grupo de amigos.
― Por qué la maestra me mencionó que eres la mejor estudiante de este grupo junto a tus amigas, que supongo que son ellas. ―Comenta señalando a Sandra y Clara, quienes miraban con satisfacción a Gabriela y sus amigas mientras hablaban entre ellas.― Además, prefiero quedarme aquí contigo. ―Dice James mientras sonríe levemente, dejando ver un poco sus dientes.
Sofía tuvo un pequeño rubor en sus mejillas ante las palabras y sinceridad de James, pero rápidamente niega suavemente con la cabeza y suspira levemente, debía de aceptar que quizás James la dejaría después de una o dos semanas.
― Entonces, gracias, supongo. ―Comenta fríamente de nuevo Sofía, no pensaba dejar entrar a James tan fácilmente en su vida.
James iba a decir algo, pero al momento de ver que la maestra había vuelto se quedó callado para prestar atención a la clase de historia.
