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Rayo Violeta

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Andres.R
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Sinopsis

La habían arrastrado a la fuerza hacia ese frío cobertizo, aún sin darse cuenta de su horrible destino. La vida con ella había sido dura desde su nacimiento, ya que sus padres la dejaron en un estricto orfanato por haber nacido niña. Un rechazo para ellos. Hubiera preferido abortar que tener este destino de carencia y sufrimiento. La vida le había quitado todas sus posesiones más preciadas. El amor de una familia. Una casa. Infancia. Saliendo con amigos. La libertad y la despreocupación que tenían todas las niñas, más allá de aquellas pobres niñas que corrían la misma suerte que ella. Cuántas noches había soñado con hacer una vida normal, con volver a casa donde encontraba a sus padres esperándola, con tener amigos con los que joder. Ser libre de decidir su futuro por sí misma. Pero nada había salido como él deseaba. Y ahora que la habían vendido a los mafiosos para hacer quién sabe qué, lo más absurdo que había pensado era tener que casarse con un primogénito para tener un heredero. Pero no se acercaba a por qué lo habían comprado. Habría sido casi una fortuna casarse, en comparación con lo que estaba a su favor. Dentro de ese orfanato los días eran muy largos, ya ella no le gustaba nada ese lugar, ni siquiera de niña. Fueron educadas desde temprana edad por las monjas como mujeres ya formadas. Los trataron con dureza. Nunca nadie había decidido adoptarla, y ahora que tenía dieciséis años, era demasiado tarde. A la mayoría de edad habría tenido que dejar ese mal lugar, abandonada a su suerte. A todas las niñas de allí se les enseñó el idioma italiano, cómo cuidar a un niño y todas las tareas del hogar. Y también querían transmitirles a todos ellos una especie de mentalidad totalmente cerrada a ella, sus pensamientos no se parecían en nada a los pensamientos de las monjas. Según ellos, las mujeres siempre deben respetar a sus hombres, pase lo que pase. Lo que el hombre dijo no debía ser cuestionado, era correcto. En definitiva, para ellos, las mujeres podían ser tratadas como trapos viejos. Josefina sonreía un poco y a menudo había llegado a pensar en acabar con su vida de alguna forma. El simple hecho de tener amigos ahí dentro la bloqueaba y además era una chica esperanzada, quería experimentar todo lo que le habían prohibido injustamente. Esperaba que algún día todo cambiaría.

RománticoDulceUna noche de pasiónSEXOAmor a primera vista Aventura18+

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Serían las ganas de volver a vivir para ella.

Solo uso un peine para amarrarme el cabello, preparo mi mochila y salgo de la habitación... pero primero saco la cuchilla de debajo de la almohada.

Bajo las escaleras lentamente..no somos tan ricos pero mi padre trabaja como Administrador de una empresa Ceos..el pone poco dinero en la casa pero..creo que tiene una aventura con otra mujer.

Ely- Oye niña, come pronto y vete, no quiero enfermarme solo de ver a este bicho raro.- Tengo ganas de llorar pero aprendí a acostumbrarme.

Jord- Por cierto, ni te lo comas, perra, porque tu madre y yo tenemos asuntos que tratar.- Creen que no me di cuenta pero mi padre estaba masturbando a mi madre.

yo no dije nada solo tome mi llave y salí de la casa apurado, aqui afuera puedo soltarlo todo.. me tratan asi porque dicen que soy un bicho raro, a los 14 años empeze a producir leche bien como funciona..pero no tengo interes porque si esto es fatal sera lo mejor para mi.

La única persona real que se preocupa por mí es Caleb, es mi único y mejor amigo y lo considero como un hermano.

Ya casi llego a ese infierno de la escuela, pratricinhas y badboys... pero todos respetan a Caleb por tener una reputación muy alta aquí en el barrio.. Nunca nadie se metió conmigo por su culpa.. pero claro no faltan papeleo.

Caleb-¡¡Josefina!!-Escucho que me llama desde atrás.

Me giro hacia él y camino hacia él, él besa mi mejilla y pone su brazo alrededor de mi cuello.

Josefina- Hola Caleb, ¿estás bien?

Caleb- Si hermanita, pero no te ves bien.. tus padres?

Josefina- ¿Tienes algo para comer? No comí en casa.

Caleb- Porque... entiendo, te echaron!!- dice en voz alta haciendo que mis ojos se llenen de lágrimas.. no me gusta que me griten.

Caleb- Lo siento hermana, vamos, vamos a la cafetería cercana, todavía hay tiempo.

Caminamos una cuadra más y entramos a la cafetería, Cassie era una chica popular con sus "amigas" alguien podría decirle que estas chicas nunca fueron sus amigas.. lo que no hace la fama, ¿no?

Caleb- Tomare nuestro pedido.-Ella ya sabe lo que me gusta.

Josefina- Voy al baño.-Él asiente y yo voy al fondo.

Tan pronto como entré, me lavé la cara y oriné, mi leche estaba goteando, así que la bombeé con la bomba. No sabía qué hacer, así que la derramé en el inodoro.

Bajé la cabeza y fui al lavabo a lavarme las manos, ella se echó a reír pero no la escuché.

Cassie- ¿Cómo Caleb está caliente y caliente contigo, niña? No eres hermosa, no tienes un trasero ni un cuerpo como el mío.. eres una mierda depresiva y debes ser esas putas en la esquina, ¿verdad? ¿Quieres ser como yo?

Josefina-¡Cassie por favor déjame en paz!- digo casi en un susurro.

Cassie- Deja a Caleb en paz, ¿no puedes ver que eres solo un estorbo para él y las personas que lo rodean, niña... nunca serás feliz y nunca serás una persona normal... solo eres una puta que me hice pasar por una princesita...aqui esta el tip!

Este baño soy solo yo mirándome en el espejo... sus palabras hacen eco en mi cabeza. Abro mi mochila y tomo mi navaja. Levanto la manga de mi camisa.

"Solo una molestia"

"Nunca serás feliz como una persona normal"

Este dolor me libera de todo lo que no puedo decir o gritar al mundo, siento que soy un peso para Caleb.

Me limpio la cara y guardo la hoja, limpio la sangre y me bajo la manga de la camisa.

Salgo del baño y vuelvo a la mesa, Cassie me mira con una sonrisa de lado ya veces a Caleb que no me corresponde.

Caleb- ¿Ella hizo algo?- susurra en mi oído.

Josefina- Por increíble que parezca, ¡no!- Intento ser lo más ligera posible.

Caleb- No mientas hermanita.

Josefina- No lo soy.-Me como un poco de la tortita con miel.

Mi cuerpo es muy delgado, siento un dolor constante a causa de mis senos.

Terminamos de comer y nos fuimos, en el camino Caleb estaba hablando de su carrera callejera ayer en la madrugada, él sabe lo nerviosa que me pongo por eso..pero también me acostumbré.

Caleb- Josefina, sabes que puedes abrirte conmigo, ¿qué pasó en ese baño?

Josefina- No es gran cosa, Caleb, solo lo de siempre.

Caleb- Esta chica me está probando.

Siempre estaba eufórico así, no debería decir la verdad porque sé el coraje que tiene para matarla sin piedad.

Josefina- Está bien, olvídalo, hermanito.

Llegamos rápido a la escuela, yo no tenía el menor deseo de entrar y también solo quería desaparecer para siempre.

Josefina- Hermanito, adelante... Solo voy a la biblioteca a buscar el libro de matemáticas.

Caleb-Ok, cualquier cosa envía un mensaje hermanita.-me besa la frente y camina rápidamente hacia el tercer piso.

Me estoy alejando lentamente sin esconderme, al final nadie se preocupa realmente por mí.

En las calles de Boston, camino hacia el puente alto que da a la carretera. Observo los autos pasar a gran velocidad, tal vez llevándolos al trabajo o yendo de viaje con la familia, la Navidad se acercaba en unas semanas. ... como siempre los peores momentos de mi vida.

Me siento en el borde de su barra, cierro los ojos sintiendo el viento golpear mi cabello.

Josefina- ¿Por qué todo tiene que salir mal para mí?

???- Princesa aún es joven para renunciar a la vida.- Escucho esa dulce y tranquila voz.

Rápidamente abro los ojos para ver quién era... un hombre hermoso que ni siquiera sé cómo describirlo bien.

Josefina- ¿Por qué piensas eso?

Si me quiere matar, me haría un gran favor.

???- Eres hermosa y tienes un gran futuro por delante, no te sientas fracasada porque creo que no lo eres.-dice en voz baja, fumando un cigarro.

Se acerca a mí y apoya la espalda en la barra, y me mira con una hermosa sonrisa en el costado.

Josefina- ¿Cómo te llamas?

???- Adam Smith, pero llámalo Adam.

Josefina- ¡la mía es Josefina Millier!

???- Josefina, tu nombre es hermoso.. igual que tú.-suspiro ligeramente sonrojada.

Adam- Princesa Josefina, ¿quieres decirme por qué eres así?

Josefina- espera que hora es?

Mira su reloj de pulsera.

Adán- 7-15.

Me bajo de la barra quedándome a su lado, abro mi mochila y tomo mis pastillas y agua.

Josefina- Tengo depresión, por eso uso estas drogas... me controlan.

Adam- ¿Cuánto tiempo?- dice en tono de preocupación.

Josefina- Durante 3 años, un día quiero detenerlos... pero no puedo, no solo por miedo sino también por lo que podría resultar.

Adam- Pero, ¿y tu familia?

Josefina- ¿Familia?, no tengo una de verdad que se preocupe por mí, para que se den una idea, mis padres tuvieron el valor de decir que tendría que prostituirme para comprar las pastillas.

Adam- que como te pueden tratar asi una chica tan dulce como tu.-dice acariciando mi rostro.

Josefina- Pero está mi amigo Caleb, lo considero como un hermano.

Adán- ¿Dónde está?

Josefina- En la escuela.

Adam- ¿No deberías ser demasiado jovencita?- Pregunto divertida.

Josefina- No tengo el coraje de estar en el mismo ambiente que las personas que me humillan todos los días.

Adam- ¿Quiénes son?-Su mirada era sombría.

Josefina- No importa... ¿qué haces por un Adam vivo?

Adam- Soy el director general, iba a ir a la empresa pero... antes de eso me gusta venir aquí a veces.

Josefina- Eso es genial.

Adam- Sabes, Josefina, hay algo en ti que me dice que tengo que protegerte.

¿Qué quiere decir él con eso?