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Protégete de Mí

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jeni_head
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Sinopsis

Daniela Cooper, veinticinco años. Es una mujer decidida, valiente, dócil, apasionada por su familia y de fuerte personalidad. Ella ve su vida dar un vuelco cuando es abandonada por su novio, quien cree que lo ha traicionado, sin darle la oportunidad de explicarse, la deja sola y con un paquetito en su vientre. Angelo Casteph, veinte años. Tiene una personalidad fuerte, creyendo que ha sido traicionado deja a su novia, sin querer escuchar su parte en la historia. Años después, el destino los vuelve a unir. Pero esta vez Daniela no está sola. No sabe que tiene una hija y recuperará el tiempo perdido. ¿Pero Daniela podrá perdonarlo? ¿Se reavivará el amor después de tantas turbulencias?

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Capítulo 1: Drogada y abandonada

Daniela Cooper

Me despierto de madrugada escuchando un llanto que se muy bien quien es, me levanto de la cama tambaleándome de sueño por haber trabajado hasta tarde voy a la habitación de mi hija, entro y encuentro el motivo de toda mi vida con un rostro bañado en lágrimas, diciendo que un animal quería atraparlo.

Me acerco a ella y la tomo en mis brazos, apoyando su cabeza en mi hombro.

— Mi amor, cálmate, solo fue un mal sueño, no hay animales, mamá está aquí contigo.

Ella calma el llanto

—¿Quieres acostarte con mami?—

— Queso.

La llevo a la habitación conmigo, me acuesto con ella, la dejo amamantar un poco y al rato se duerme, la pongo en posición de dormir. Me sorprendo mirando tanta belleza y amor que siento por un ser tan pequeño, pero que es toda la razón de mi vida, que es la luz de mi vida después de que su padre nos dejó, pero sé que en algún momento vida, se arrepentirá de no confiar en mí.

***

Años antes....

—Estoy tan feliz Kate, le voy a decir a Angelo que estoy embarazada.

— Daniela, fuiste muy rápida, son solo meses de noviazgo y ya estás embarazada?

— Sé que fue rápido, solo usamos un condón un par de veces, el contacto piel con piel es más placentero, y aunque estoy en control de la natalidad, sé que no es un método seguro y sucedió, pero yo Estoy muy, muy feliz con esta pequeña vida aquí. .

—¿Y cuándo piensas decírselo?—

— Hoy voy a prepararnos una cena muy romántica, ya compré la pantufla para ponerla en la caja con la prueba y el análisis de sangre, de verdad espero que esté feliz de saber que va a ser padre. .

— Daniela mi amor, yo sé que quieres mucho a Angelo, que este bebé va a ser muy querido, pero temo por su madre, esa es una culebra y muy venenosa.

—Lo sé, Kate, ella me odia. Dice que soy la perdición de su hijo, Angelo ha discutido con ella un par de veces por mí, es incómodo verlos pelear. Pero ella siempre viene con la misma conversación, que no sirvo para nada y que, según ella, solo quiero su dinero. Ella tiene que entender que yo amo a Angelo y él me ama a mí, y que no necesito un centavo de su dinero, porque nosotros tenemos el nuestro, que es suficiente para sostener generaciones.

— Vale, me voy al turno y nos vemos mañana. Besos te amo.

— Ay, Kate, no le digas a mamá que estoy embarazada, quiero sorprenderla, te lo dije, porque eres mi hermana y mi mejor amiga.

— No diré.

—Te llamaré más tarde, te amo hermana.

mas tarde ...

Suena el timbre, voy a la puerta pensando que es mi amor, me parece raro, ya es tarde, me dijo que llegaría. Guardo la caja con la sorpresa en el cajón de la mesita de noche. Miro por la mirilla y veo la serpiente de mi suegra, ¿qué hace ella aquí? Yo abro la puerta...

— Buenas noches, Daniela, ¿cómo estás?

— Buenas noches, doña Helena, todo está bien.

—Bueno, Daniela. Vine aquí para hablar, tenemos que resolver todo este conflicto.

Me parece todo muy extraño, pero como ella vino a hablar, veré qué tiene que decir.

—Está bien, siéntate. ¿Quieres agua, café o jugo?

—Tomaré un agua—.

Fui a la cocina, compré agua para ella y un jugo para mí y volví a la sala,

— Sé que empezamos con el pie izquierdo y vine aquí a disculparme contigo por todo lo que dije, soy un poco... digamos obsesivo con mis hijos, cuando tengas los tuyos, entiéndeme.

—Sí, creo que te entiendo.

No creo nada de lo que me dice esta serpiente.

—Quiero que asistas a cenas en mi casa y con frecuencia. Chiara estará encantada de tenerte allí, está de regreso de Londres.

Oigo sonar mi teléfono, está en la cocina, me acerco a buscarlo, veo el nombre de Angelo en la pantalla.

— Hola amor.

— Hola princesa, llamé para decirte que me voy a atrasar un poco para irme de la empresa, pero estaré ahí para verte en un rato.

— Vale, amor, besos.

Regresé a la sala, tomé mi jugo y seguimos hablando, de hecho, quería que se fuera pronto, me estaba molestando mucho en mi casa. Quería izar la bandera de la paz, pero no le creo. Y de repente, me siento mareada, creo que debe ser por el embarazo y luego todo se oscurece...

Me despierto con Angelo furioso en el dormitorio, trato de abrir los ojos, pero mi cabeza pesa mil libras. Con mucho esfuerzo los abro y me doy cuenta que alguien está acostado a mi lado y que solo estoy usando lencería, miro hacia un lado y veo a Vicente. ¿Qué? ¿Qué hace en mi apartamento y dormitorio en ropa interior?

Me voy situando de todo lo que me rodea, miro a Angelo y en sus ojos veo ira, decepción y dolor.

Lo veo volar hacia Vicente, dándole un puñetazo en la cara y sacándolo de la habitación y del apartamento. Regresa a la habitación, trato de levantarme, pero mi cabeza se siente mareada y termino sentada en la cama nuevamente. Angelo vuelve a donde estoy.

— Sabía que eras como los demás, una puta que me traicionó a la primera oportunidad y hasta con Vicente, mi amigo. Quiero que desaparezcas de mi vida, para nunca volver a verte.

— Amor, no sé qué pasó, estaba aquí con tu madre, vino a hacer las paces con nosotros.

— Deja de mentir, mi madre no se disculpa con nadie y mucho menos contigo. ¡Cállate, Daniela! ¿Cuánto tiempo pensaste que me ibas a engañar, travieso?

Miro hacia la puerta del dormitorio y ahí estaba Vicente.

—Cálmate, hombre, se suponía que no debías saber eso. Daniela y yo tenemos una aventura desde hace poco más de meses.

Miré a Vicente sin reaccionar, ¿cómo es posible que mienta así? Empecé a desesperarme, ¿cómo podía mentir así?

— Deja de mentir por Dios, nunca tuve nada contigo, respétame.

Tomé un jarrón que tenía en la mesa de luz y se lo lancé, golpeando la puerta, luego salió de la habitación nuevamente.

—Daniela, ¿cómo pudiste hacerme esto? Mi madre decía que me iba a arrepentir de estar contigo, que me estabas traicionando, y ciego y tonto, no quería creerlo, quién sabe cuántos más hace tiempo que no abres las piernas. yo estaba en la empresa...

Levanté la mano y se la di a la cara de Angelo.

— Escúchame, respétame nunca te traicioné, todo esto fue una trampa, no soy la clase de mujer con la que solías involucrarte, y sabes que fuiste mi primer hombre, te di mi virginidad y mi amor.... Quieres conocer... Angelo, sal de mi vida, solo te diré una cosa, un día te arrepentirás de todo lo que me dijiste y correrás tras mi perdón.

— Voy a desaparecer, no eres más que una puta.

Cuando salió del departamento, me acurruqué en la esquina de la habitación y lloré, lloré mucho, por todo lo que estaba pasando y lloré porque no me creía. Me pasé la mano por la barriga ya partir de ese momento seríamos solo mi hijo y yo.