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capitulo 2

El toque de una mano recorriendo mis muslos, erizan mi piel y su peso recae arriba de mi paralizando todo mi cuerpo, está justo encima de mi entrepierna no puedo ver su rostro en esta oscuridad pero notó un tatuaje con forma de flor de loto en su cuello y su físico es mucho más grande que el mío.

Es un hombre, pero como entro a mi habitación, que es esto que siento, me frota su cuerpo con el mío, su cadera presiona contra la mía y siento un palpitar en mi interior es extraño nunca antes me había sentido así, sus manos sostienen mis manos y nuestros dedos están entrelazados, siento una calidez que emana de su cuerpo, estoy siendo arrastrada con la mente en blanco no puedo detenerlo, un bulto extraño se palpa por encima de sus pantalones se ha puesto duro, no puede ser.

No lo controlo , no me resisto cada uno de sus rozes me hacen perder el sentido siento que me derrito, sus labios tocan mi cuello y estremezco, estoy jadeante y febril.

Mis ojos se entrecierran y muerdo mis labios, de repente escucho un zumbido con una voz de fondo.

Despierta Mel...

Que, esa voz la reconozco...

-Despierta Melek, dormilona.- vocifera Caroline.

Abro los ojos sorprendida, mi pelo desarreglado, con mi camiseta gris puedo sentir humedad en mi entre pierna, no, no es posible tuve un sueño húmedo.

- Limpiate la baba, que llegarás tarde a tus clases siempre tienes el sueño pesado.- dice Caroline.

Me levanto rápido, Caroline sale de mi habitación, yo tomo una ducha rápidamente para no atrasarme al quitar mis bragas puedo notar la humedad, nunca antes me había pasado algo así.

Ahora que recuerdo, ese sueño húmedo lo tuve con el depravado de las gradas es el mismo tatuaje estoy segura.

- Ay, no por qué mi primer sueño erótico debió ser con el.- tocó mi frente agobiada.

Creo que verlo tener sexo influyó, hubiera preferido que hubiera sido con Noah, el bibliotecario más lindo que han visto mis ojos, no con ese demonio.

salgo de la ducha, me pongo una camiseta negra holgada con el dibujo de una rosa y unos jeans cortos con tenis blancos, dejo mi cabello suelto por qué está húmedo , me coloco los lentes y me dirijo a mi salón de clases .

En la clase de arte nos entregan un proyecto para hacer un cuadro de cualquier temática con límite de tiempo de un mes, eso será mucho trabajo, también tengo tareas en las otras asignaturas.

Además tengo que formar parte de algún club académico para agregar puntos en mi expediente.

La universidad es estresante definitivamente, daré lo mejor de mí.

Estamos en la hora del almuerzo en el comedor hay estudiantes de todas las facultades, el sitio es enorme.

Estoy haciendo fila con Izy para almorzar cuando Caroline aparece.

- Hola chicas, como les va.- dice Caroline

- Bueno intentando comer algo.- dice Izy.

- Porque esas caras largas universitarias.-

Réplica Caroline.

- Es el segundo día y ya siento la presión de ese título.- exclamó.

Vamos y nos sentamos las tres en una mesa.

Caroline exclama.

- Oh, se me olvidó contarles.-

- Que cosa. - dice Izy.

- Max, el chico tatuado es de mi carrera, bueno un año superior de hecho.- dice Caroline.

- Porque importa, lo odie a primera vista es muy presumido. - Replico molesta, mientras como mi comida.

- A mí me pareció un chico agradable.- dice Izy sorbiendo de su soda.

- Hablando del Rey de Roma, viene para acá con sus amigos.- dice Caroline disimulen.

- Hola Gordis.- Max lo dice saludándome.

Él y sus amigos se sientan en nuestra mesa.

- Me llamo Melek.- lo digo con una cara de desagrado y volteando mis ojos en blanco.

- Me gusta más gordis.- réplica Max sonriendo divertido.

Los amigos le entregan un panfleto a las chicas sobre una fiesta de bienvenida para los nuevos ingresos es esta noche.

Él está a dos asientos lejos de mi pero no puedo evitar ver su cuello me recuerda al sueño que tuve está mañana, me hace sentir incómoda.

Termina de comer y se va con sus amigos.

- Espero verte en la fiesta.- dice Max antes de alejarse del todos.

- Tenemos que ir, eso es un hecho.- exclama Caroline emocionada.

- Yo no iré, táchame de esa lista.- Replico

- Dios, por qué eres tan recatada, suéltate un poco, se un espíritu libre.- dice Izy.

- Ese es el dilema, me gusta mi espíritu aprisionado.- respondo con una sonrisa falsa.

- Deja de esconderte, se amiga de chicos como Max, haz una locura, diviértete, vive.- exclama Izy.

- Bueno Max te dice gordis de cariño, hasta parecen cercanos.- dice Caroline.

-Cercanos, no claro que no, ni por equivocación.- levantando mi tono de voz.

Las chicas me ven y se burlan de mí, por mis gestos exagerados.

Regresamos a las clases, todos se apunta para formar parte de un club académico, yo no estoy segura a cual unirme así que lo pensaré luego.

Llevo a Izy a la biblioteca nos sentamos en una mesa cerca de la recepción de libros la mejor vista para observar a Noah en secreto.

Estoy suspirando como una tonta con mis ojos que no se despegan de sus movimientos.

- Estás bien. - dice Izy.

Sigo distraída en mis pensamientos.

- Me oyes Melek, pareces una mujer que va a dar a luz con esos suspiros y respiraciones profundas.- dice Izy desconcertada.

- ¡Que!- respondo

-¿Que te sucede?- pregunta Izy.

- creo que me enamoré.- Le confieso murmurando en voz baja.

- De quién.- dice Izy.

- Está allí.- lo señaló con los labios.

- Te gusta el bibliotecario.- dice Izy.

- Baja la voz, quieres anunciarlo al mundo o que.- Replico.

- Es mi hombre soñado, deberías escuchar su voz no es aguda ni muy grave es perfecta y cuando sonríe se le hacen arruguitas en los ojos mientras muestra sus dientes tan perfectos, como para derretirme con esa sonrisa, es considerado y amable siempre me ayuda a conseguir los libros que están hasta arriba, No sé pero cuándo estoy cerca de él me siento como si fuera una mujer bonita, porque sus ojos dulces me ven.

- Cupido te atravesó o que.- dice Izy mientras sonríe divertida.

Me levanto y me acerco a la recepción de libros para entregar el que saque ayer, estoy de pie frente a Noah.

Lo observó feliz, sonrió contenta pero se borra mi sonrisa al ver a Max de pie junto a mí, en que momento llego.

Últimamente me lo encuentro muy seguido.

- Tienes el libro que te pedí.- dice Max.

Voy a ignorarlo aunque puedo sentir su mirada intensa, me siento incomoda de repente.

-¿Al final irás a la fiesta gordis? - pregunta Max.

Empujó mis lentes y levanto la mirada, estoy molesta de solo escuchar su irritante voz, sobre todo que mis hormonas locas hayan propiciado un sueño húmedo con este baboso que no para de decirme gordis aquí, gordis allá.

- Deberías venir, yo estoy organizando la fiesta como uno de los promotores de la universidad.- exclama Noah.

Mi corazón acelera por qué me acaba de invitar Noah, no debería de perder esta oportunidad y entablar una relación amistosa.

Sólo es un paso para llegar a una relación.

Max interrumpe.

-No creo que las fiestas sean su ambiente es una aburrida.-

- No deberías ser grosero, hermano.- dice Noah.

¡Que! le dijo HERMANO, es su hermano imposible.

-Voy a asistir.- Respondo con rapidez y salgo a prisas de la biblioteca.

Pero que está pasando, ¿Por qué? Si ni siquiera se parecen los dos, que clase de mala suerte es está, Noah es gentil, amable y considerado y Max es grosero, irritante y arrogante son como el Ying Yang del otro, en verdad serán hermanos de sangre.

Imposible Max debe ser adoptado.

Estoy de pie en la entrada y me río sola con esos pensamientos, cuando Max se me acerca.

-Que te sucede, quedaste mongola después de correr.- exclama Max.

- Ya deja de molestarme.- le digo con una mirada asesina.

- Me estaba preguntando, por qué dibujaste a mi hermano en el primer día de clases y por qué de repente estas cambiando de opinión sobre la fiesta, me hace pensar que tal vez , tú estás enamorada de mi hermano.- dice Max seguro.

Mi cara se ruboriza de golpe, estoy avergonzada no puede ser, él me está observando debo responder rápido.

- Basta de tonterías, tienes una imaginación exagerada. - respondo nerviosa.

- De verdad y por qué tu cara está roja como un tomate.- dice Max riéndose, como si lo disfrutara.

Me dejó muda, no sé qué responder. Cómo voy a argumentar eso, si tiene razón.

Sólo bajo la mirada acomodando mi cabello.

- ¿Tanto te gusta mi hermano? No sé qué le ves de grandioso.- dice Max.

Siento que voy a explotar, mis nervios, tengo mis emociones a flor de piel.

Le gritó sin pensarlo.

- Si me gusta y que! Eso es malo acaso, no pido que le guste, solo quiero ver su cara eso tiene algo de malo.- mis ojos se cristalizan y me brilla la mirada como si quisiera llorar.

- lamento que la persona que me gusta sea tu hermano.-

Me voy corriendo de allí, no sé por qué explote a si enfrente de Max pero él me orillo con sus preguntas, me irritó tanto que simplemente me salió natural como se atreve a avergonzarme de esa manera no puedo evitar sentir , soy una tonta llorando por qué le confesé mis sentimientos al hermano de mi primer amor.

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