Librería
Español

No puedo controlar mis CELOS

61.0K · Completado
LaAr
42
Capítulos
111
Leídos
9.0
Calificaciones

Sinopsis

¡Último año! Fiestas. Bebidas. Besos. Y... ¡quizás, quién sabe, una pasión! No era una mala persona, solo vivía en su mundo privado. Con tus propias reglas. ¡Lo cual estaba bien para ella, hasta que su juego privado ganó otro jugador! Un jugador difícil de enfrentar. ¿Qué pasará si dos personas juegan un juego donde no hay límites ni ganador? ¿Pueden el amor y el odio caminar juntos? ¿Será capaz de amar a una persona tan improbable para ella? Después de perder a su hijo y sentir la traición de su gran amor, Deresala se cerró. Dejó de preocuparse y se mudó a Glendale, California. Dejando todo atrás, su familia, amigos, Derek y el dolor... Ahora, para Derek, lo que quedaba era culpa y desesperación. Desde la desaparición de Deresala, ha estado viviendo lo que muchos llaman "no vivir". Necesita encontrarla y traerla de vuelta, necesita su perdón y su amor. ¡Pero será complicado si ni él mismo se perdona! Nuestra pareja tiene muchas aventuras por delante, muchos caminos que elegir y seguir. Y eligiendo constantemente el mal, los dos tienen muchas batallas por delante.

DulceAventuraDramaClásicosCiencia FicciónChick-Lit18+Amor-OdioArroganteHumor

1

pov Deresala Golder

La música a todo volumen hizo que mis oídos zumbaran. Las luces intermitentes me marearon un poco. Pero supongo que también tengo que culpar a la bebida por eso.

- Uno más por favor. - le pregunto al cantinero, él sonríe y me entrega el otro vaso. Escaneo la fiesta y encuentro a Cassey, mi mejor amiga, en la pista de baile, caminando hacia mí.

- Deresala ¡VEN A BAILAR CONMIGO! - Ella grita y tira de mí casi tirándome del banco en el que estaba sentado.

-¿Cuántos vasos bebiste? - le pregunto cerca de su oído para que me escuche, bajo la música y ella sonríe tontamente cuando nos detenemos en medio de la pista de baile.

-¡Alguno! - Tropieza y la atrapo.

- Vamos. - Suspiro, pero ella protesta.

- ¡No! ¡Yo quiero bailar! - Parpadeo y ella ya se alejaba y desaparecía en medio de la multitud.

- No, tenemos que irnos... - Siento que me agarran del brazo y mi cuerpo choca con el de alguien.

Miro hacia arriba y veo un par de ojos verdes. Un chico muy, muy guapo me miraba con una sonrisa en la comisura de los labios.

- Desapareciste gatita... - Se inclina y yo miro hacia otro lado, intenta besarme, de mala gana y golpea su pecho.

Me las arreglo para alejarlo y abofetear su cara. El chico que probablemente estaba borracho me mira confundido.

- ¡Ni siquiera te conozco, idiota! - digo y busco a Cassey, la encuentro besando a un chico.

- Licencia. Aparto a los dos y la tomo del brazo.

- No... - La arrastré fuera de la fiesta escuchando sus quejas.

Camino por el césped fuera de la fiesta, Cassey a mi lado.

- Deresala... - balbucea, la ignoro y sigo caminando en busca de mi hermano.

- Deresala... - buf.

- ¡No vamos a volver Cassey! - Advertencia

- No es eso, es que creo que te voy a vomitar encima. - Abro mucho los ojos, la empujo y busco un arbusto y la conduzco hacia él. Empieza a vomitar y la agarro del pelo.

- ¡Espero que tengas resaca mañana! - digo enojado y la escucho reír. Después de que termina, la coloco sentada en el pasto.

- ¡Espere aquí! - ordeno y ella asiente. Veo a Dean, cerca de un árbol con unos amigos.

- ¡Hola hermanita! - dice cuando me ve llegar.

- ¡Necesito que me lleves a casa! Digo y él levanta una ceja.

- ¿Ahora? ¡Estoy ocupado! - dice refiriéndose a sus amigos.

- ¡Es ahora, y no me importa! Digo y él cierra los ojos. Suspiro

- Cassey no está bien, ¿puedes por favor ser el hermano más genial del mundo y llevarnos? - pregunto y él suspira.

- No gracias. - bufido.

- ¡Está bien, me voy a emborrachar y haré un show privado para un chico! - digo mirándolo. Y uno de sus amigos sonríe.

- Puedo ser el chico... - Dean lo golpea en la cabeza y se levanta.

- ¡Muy bien, vamos! - Sonrío victoriosa - ¡Cogeré el coche, espérame aquí! - Asiento con la cabeza y me dirijo a donde dejé a Cassey, pero ya no estaba.

- ¡Maldición! - La busco en el césped y la veo sentada con unos chicos. - ¡Yo merezco! - Me acerco.

- ¡Cassey, te dije que te quedaras allí! - me mira y solo sonríe de lado.

- ¡Creo que bebió demasiado! - me dice un chico de ojos azules sonriendo .

- Vaya, ¿tú crees? - pregunto irónicamente. Levanto a Cassey y pongo sus brazos alrededor de mi cuello.

- Puedo cuidar de amigos borrachos... - dice.

- ¡Bien por usted! - Me doy la vuelta buscando a Dean, pero no lo encuentro.

- ¡Tuve que evitar que Derek entrara en coma alcohólico una vez! - señala a uno de los chicos frente a él.

Me sorprende darme cuenta de que es el mismo chico que trató de besarme. Tenía que admitir que parecía un dios griego, era tan guapo. Me mira y mira hacia otro lado, como si nunca me hubiera visto antes.

- ¡Qué asombroso! - digo sarcásticamente.

- Si necesitas ayuda con ella... - resoplo y lo miro fijamente.

- ¡Agradezco su amabilidad, pero no estoy interesado! - digo y veo a Dean acercándose con el auto.

- ¡Mi nombre es Chris! - él dice.

- ¡Yo no llamo! - digo y Dean se baja del auto, mira a Chris.

- ¡Vamos Deresala! - dice y toma a Cassey en su regazo. Poco se dio cuenta de que ella estaba casi dormida.

- Ni siquiera tienes que preguntar dos veces. - Me subo al auto sin mirar atrás y sin despedirme de eso Chris, Dean ya había puesto a Cassey en el asiento trasero, cuando me ve sentada en el asiento del pasajero se sobresalta.

Llegamos a casa después de un largo viaje y de las interminables preguntas de Dean sobre quién era el chico. Después de convencerlo de que realmente no lo conocía, me dejó en paz.

"¡Recuerda, James no puede saber que te llevé conmigo a la fiesta!" - Asenti.

James es el hermano mayor, seguido por Thomas, Dean y yo. Ser el menor de tres hermanos es genial, pero no cuando se trata de fiestas o novios. Tengo suerte de tener a Dean, aunque es tan celoso como los demás, es como yo cuando se trata de fiestas. Después de la muerte de nuestros padres, Liam se convirtió en el responsable, nos cuida muy bien, pero tiene un exceso extremo conmigo.

- ¡No hagas ruido! - pregunto cuando nos colamos por la puerta. Dean cargó a Cassey en sus brazos y ella simplemente dormía pacíficamente.

Cierro la puerta y empiezo a subir las escaleras, cuando de repente se encienden las luces y veo a James sentado en el sofá. ¡Maldición!

- ¿Qué tenías en mente? -pregunta mirándonos fijamente y yo miro a Dean. - ¿Qué le sucedió a ella? - pregunta señalando a Cassey.

- ¡Bebió demasiado! - dice y James le dispara - ¡Te llevaré a tu habitación! - dice mirándome y yo asiento. Estoy solo en la habitación con James y lo veo suspirar.

- ¡No tienes manera! - dice cansado.

- ¡James, solo fue una fiesta! Decano estaba allí. - se ríe sin emoción.

- ¡Dean llega a ser peor que tú!

- ¡No hagamos una tormenta en una taza de té! Estoy bien, Dean también e incluso Cassey, ¡no tienes nada de qué preocuparte! - se pone serio.

- ¿Te escapaste a una fiesta con tu hermano irresponsable y crees que no tengo que preocuparme? - él pide.

- Entonces, si hubiera ido con Thomas, ¿habría estado bien? - pregunto y me dispara. Suspiro y bajo la cabeza - Lo siento.

- ¡Vete a dormir, mañana es tu primer día de clases! Y estás castigado.- dice sin dejar de mirarme serio.

- ¡No me lo creo James, ya no soy un niño al que castigar! - digo levantando la voz.

- Si no quisieras ser tratado como un niño, no habrías actuado como tal. - dice ya subiendo las escaleras.

Sigo en la sala sin creer que me haya castigado, unos minutos después subo a mi habitación.

Veo que Dean había dejado a Cassey en mi cama y aún estaba durmiendo, así que decido ir a darme una ducha.

Mañana empezarían mis clases y aún no estaba preparada. Solo me di cuenta de lo cansada que estaba cuando cerré los ojos, me quedé dormida en segundos.

----------x---------------x-------------- -

-Deresala despierta hoy es nuestro primer día de clases y ya llegamos tarde.- Escucho hablar a Cassey mientras me estoy estirando, abro los ojos y la veo parada frente a mí ya cambiada de ropa, que por cierto era mía.

- Me voy a preparar ahora. Pero y tu? ¿Por qué llevas mi ropa? - Pregunté levantándome de la cama y dirigiéndome a mi armario.

- Quería ponerme tu ropa, así que me duché y me vestí. - dice dirigiéndose a la puerta.

- Tienes un cajón lleno de ropa aquí, no necesitaba ponerme mi ropa.- digo yendo al baño.

- Lo sé, pero como dije, quería usar tu ropa. Ahora voy a bajar a ver si hay algo para comer. - dice saliendo de la habitación.

Tomé una ducha rápida, me vestí, agarré mi bolso y el de Cassey, ya que ella no lo había hecho y luego bajé a la cocina. Miré el reloj de mi celular y vi que solo teníamos veinte minutos para llegar a la escuela.

- Chicos, vámonos, tenemos poco tiempo para llegar a la escuela. - digo entrando a la cocina, donde Dean y Cassey estaban sentados a la mesa.

- Ya nos estamos volviendo aburridos, perdamos el tiempo y luego apurémonos. - dice Dean quien se levantó y estaba saliendo de la cocina, probablemente para buscar sus cosas.

Voy a la sala y Cassey me sigue, estamos en la puerta esperando a Dean.

- Todavía no puedo entender cómo puedes beber tanto y no despertarte con resaca. - digo girándome hacia Cassey.

- Yo tampoco lo sé, pero le doy gracias a Dios por eso. - respondió ella riéndose.

Veo a Dean bajar las escaleras y luego sale de la casa, pero una vez siendo seguido, ahora por Dean y Cassey, vamos directo al auto, cuando todos están adentro Dean arranca y nos dirigimos a la escuela.

Cerré mi casillero luego de tomar solo los libros necesarios para la primera clase, que según mi horario era Filosofía.

- ¡Tengo clase de álgebra! - se queja Cassey después de cerrar su casillero que estaba al lado del mío.

- ¡Filosofía! - Digo sin ánimo.

La campana suena. Todos los estudiantes se mueven por el pasillo y Cassey con un saludo se dirige a su clase, yo hago lo mismo.

Voy a la sala de estar y me siento en un escritorio vacío junto a la ventana.

La sala se llenó rápidamente, junto con el asiento vacío a mi lado. Una chica morena se sienta y no parece importarle mi presencia. Yo hago lo mismo.

Pronto aparece el maestro. Sra. Finsy es una mujer de mediana edad a la que no le gusta nada más que la filosofía y darnos grandes trabajos y si no eres lo suficientemente bueno en eso, considérate un bicho raro. ¡Para mi mala suerte, la filosofía es un tema que no me entra para nada en la cabeza!

- Alumnos, empieza otro año... -Una de las peores cosas de los primeros días, fueron las presentaciones y bienvenidas de cada profesor.

- Por qué no empezamos haciendo una lectura... - La interrumpe la puerta abriéndose. Dos chicos emergen jadeando. Lo mismo que la fiesta. Derek y Chris, parados uno al lado del otro, sonríen y miran al maestro.

- ¡Lo siento, perdimos la señal! - dice Cris.

- ¡No deberían llegar tarde el primer día! ¡Es inaceptable! - suspira - Pero lo dejaré pasar, espero que no vuelva a pasar. - dice ella y Chris asiente. A Dereck, por otro lado, parecía no importarle nada. Se quedó mirando al suelo con las manos en el bolsillo del pantalón. - Señor Miller... - lo llama y Chris le da un codazo - ¿Era yo Clara?

- ¡Ah sí! ¡Por supuesto! - sonríe y ella indica que se sienten.

Solo quedaban dos escritorios más vacíos. Se sientan detrás de mí, uno al lado del otro, y la clase continúa sin más interrupciones.

Tuvimos que leer un texto de dos páginas sobre filósofos griegos, me refiero al Sr. Finsy leyó con el resto de la clase, no pude prestar atención.

Me giré un poco hacia un lado y vi a Dereck. Tampoco estaba leyendo y mucho menos prestando atención. Porque al igual que yo, se quedó sentado hojeando las páginas del libro.

Me encontré mirándolo fijamente por tercera vez y volví al frente tratando de prestar atención al Sr. Finsy.

Sonó el timbre y todos se fueron. Recogí mis cosas, pero antes de que pudiera levantarme para irme, sentí una mano en mi brazo, impidiéndome levantarme.

- ¡Noté que te pasaste prácticamente toda la clase mirándome fijamente en clase! - dijo con una sonrisa torcida.

- Vaya... - digo irónicamente - ¡Tienes ojos! - Le doy un golpecito en el hombro en señal de "buen trabajo" y me dirijo a la salida. Pero me detengo cuando toma mi muñeca una vez más.

- ¡Creo que nos conocemos! -dice pensativo.

- ¡No no creo! - Trato de irme antes de que se acuerde de la bofetada que le di en la fiesta, pero no me suelta.

- Conosco sí. Te recuerdo... - me mira como si estuviera tratando de recordar.

No se lo iba a poner fácil, no iba a dejar que recordara lo que pasó en la fiesta.

- Me encantó la conversación, pero... - Me las arreglo para soltarlo - ¡Me tengo que ir! - Sal de la habitación hacia mi armario.

Tropecé con algo y estaba a punto de golpear el suelo, pero sentí manos alrededor de mi cintura.

Levanté la vista, todavía aturdido por el miedo, y miré dos ojos azules. cris Él sonríe y me levanta, pero no me quita las manos de encima.

- Por suerte para ti, estaba aquí para atraparte, de lo contrario habrías puesto tu cara en el suelo. Él sonríe y levanto una ceja.

- ¡No necesitaría tu ayuda si tú mismo no hubieras puesto tu pie en el suelo para que me cayera! - Me cruzo de brazos y lo miro y él se encoge de hombros aún con esa molesta sonrisa en los labios.

- ¡Si no te hubieras caído no podría ayudarte! Él sonríe de nuevo y resoplo.