Introducción

Me sentía desbordada en emociones y pensamientos negativos. Venía del entierro de las dos únicas personas importantes en mi vida. Mis padres.

Llegué a casa, miré hacia todos lados y me di cuenta de que se me venía un mundo que no conocía en mis espaldas. Tenía que hacerme cargo de mi misma.

Necesitaba dinero, ya que había que seguir pagando renta y gastos básicos. Lo que me dejaron mis padres solo alcanzaba para unos cuantos meses. No era suficiente.

Vendí absolutamente todo. Cerré la puerta del que fue mi hogar y me despedí de los recuerdos más lindos que tenía de mi vida.

No sería fácil, pero era el momento de dejar de ser una niña.

Llegué al frío dormitorio que había rentado y organicé mis cosas, estaba lista para comenzar mi nueva vida.