Capítulo 7
El punto de vista del escritor
A la mañana siguiente, se despertó con el primer rayo de luz que entraba por la ventana. Fue al baño e hizo sus necesidades matutinas. Se puso su kurti amarillo y sus leggings blancos, se maquilló ligeramente y bajó a desayunar.
Saludó a su madre y a su hermana y se sentó junto a Divya.
—Di , ¿estás lista para tu entrevista? —preguntó Divya emocionada.
– Sí, Divi, pero estoy un poco nerviosa –estaba nerviosa pensando en cómo enfrentaría a Roberto durante la entrevista.
—No te preocupes Daniela , solo confía en Dios — dijo su mamá y oró por el futuro de su hija.
Después de despedirse de su mamá y su hermana, salió a tomar un taxi.
Detuvo un coche y le dio la dirección de la oficina al conductor. Después de veinte minutos, llegó a su destino. Se bajó del coche y se detuvo frente a un gran edificio de cristal.
Tú puedes, Daniela
Ella respiró hondo para calmarse y entró.
En cuanto entró, todos los empleados dejaron de trabajar y comenzaron a mirarla. La mayoría de las chicas la miraban con asco, mientras que algunos chicos la observaban de pies a cabeza, lo que la ponía aún más nerviosa, y otros la miraban como si fuera una extraterrestre.
Fue a la recepcionista: « Señora, tengo una entrevista hoy. ¿Podría decirme dónde debo esperar, por favor? », preguntó amablemente.
La recepcionista la miraba de pies a cabeza con una mirada repugnante.
– Disculpe, señora. – dijo Daniela .
– Sí, ve al segundo piso y gira a la derecha, ahí está la cabaña del señor Gonzales , así que tienes que esperar afuera y cuando llamen tu nombre, tienes que entrar – dijo rodando los ojos.
Daniela asintió murmurando gracias y se fue.
Había muchos niños y niñas esperando su turno; algunos estaban nerviosos y otros tranquilos.
Daniela se sentó junto a una niña. Estaba nerviosa pensando en cómo se enfrentaría a Roberto .
– Hola, soy Saira – dijo la chica que estaba sentada a su lado con una gran sonrisa y extendió su mano para estrecharla.
Hola soy Daniela , Daniela dijo con una pequeña sonrisa y ambos se dieron la mano.
–Te ves hermosa con este vestido – comentó Saira.
–Gracias Saira, y tú también te ves hermosa .
– Gracias. –
–Daniela Ortoga– Ahora fue el turno de Daniela para una entrevista.
—Daniela , ahora te toca. ¡Mucha suerte ! —Saira levantó el pulgar. Daniela le dio las gracias y se dirigió a la cabaña.
Ahora estaba más nerviosa.
– Daniela tú puedes hacerlo. Daniela tú puedes hacerlo. – Ella murmuraba continuamente dentro de su cabeza.
Tocó la puerta antes de entrar. En cuanto abrió, vio a dos personas sentadas frente a ella: el Sr. Rahul Malhotra y el Sr. Umesh Gonzales , el padre de Roberto . Se sintió tranquila al pensar que no tendría que enfrentarse a Roberto .
–Toma asiento – le dijo Umesh Gonzales a Daniela .
– Gracias señor –
Rahul se sorprendió al ver a Daniela allí, pero se recompuso y le dedicó una sonrisa.
– ¿ Tu nombre? – preguntó Umesh a Daniela .
– Yo misma, Daniela Ortoga–
– Ok, señorita Ortoga , ¿puede mostrarme su CV? –
Daniela le entregó su expediente.
Umesh se quedó asombrado al ver sus calificaciones y certificados. También le mostró su expediente a Rahul, quien también se sorprendió.
Su boletín de calificaciones y sus certificados demostraban que era una estudiante brillante.
—¿Por qué no continuaste tus estudios? —le preguntó Umesh a Daniela . Quería saber por qué una estudiante brillante como ella no continuó estudiando, y Rahul también esperaba con ansias su respuesta.
—Señor , no tengo tanto dinero para seguir estudiando —dijo ella moviendo los dedos.
La entrevista duró media hora.
Rahul y Umesh se sorprendieron al ver cómo Daniela respondió a cada pregunta a la perfección. Aunque estaba un poco nerviosa, respondió a todas con brillantez.
—Felicitaciones , Srta. Ortoga . Ha sido seleccionada como contadora de planta. Bienvenida a nuestra empresa SK —dijo Umesh sonriendo y estrechándole la mano.
Sus ojos se abrieron de par en par. No podía creer que hubiera conseguido ese trabajo.
—Sí , Daniela , estás seleccionada. Bienvenida a nuestra empresa SK —dijo Rahul, sonriéndole.
—Gracias , señor Gonzales —le estrechó la mano a Umesh y luego a Rahul—. Gracias , señor Malhotra .
– Podrás unirte a partir de mañana a las: am –
– Está bien señor, muchas gracias – dijo y salió de la cabina.
La sonrisa no abandonaba su rostro.
Ahora podré realizar la operación de mamá.
Al verla feliz, Saira dijo : alguien parece feliz. –
– Me eligieron como contador público – Dijo Daniela tímidamente dándole una sonrisa.
—¡Dios mío! ¡Felicidades ! —Saira le dio un abrazo que le rompió los huesos.
–Gracias , Saira–
– Saira Xavier – Llamaron a Saira.
– ¡Mucha suerte, Saira ! Dijo Daniela mostrando su pulgar hacia arriba.
—Gracias , querida. ¿Puedes esperarme hasta que llegue, por favor ?
—Está bien, te espero aquí. Ahora vete .
–Sí– Saira entró .
Daniela se sentó en una silla y llamó a su mamá
: Hola, Daniela.
—Mamá , ¿sabes qué? Me eligieron como contable —compartió su felicidad con su mamá.
—Felicidades , hija mía. Dios escuchó nuestras oraciones . Los ojos de Daniela brillaron con lágrimas de felicidad.
—Sí , mamá —dijo secándose las lágrimas.
– ¿ Dónde estás ahora, Daniela ? –
– Mamá, en realidad estoy esperando a mi amiga, ella se fue a dar su entrevista –
– Bueno Daniela , adiós, cuídate –
– Adiós, mamá – colgó el teléfono y marcó el número de Nitya.
Hola , Daniela , ¿qué tal tu entrevista? ¿Conociste a Roberto ? ¿Te gritó ? Nitya hizo preguntas una a una.
– Nitya, cálmate . –
–Dime , Daniela , ¿qué pasó allí? –
– Adivina qué fui seleccionado y responde a tu segunda pregunta: No conocí a ese monstruo y estoy agradecido por eso .
—¡Dios mío , Daniela ! ¡Felicidades! ¡Me alegro muchísimo por ti ! —gritó Nitya de alegría.
–Muchas gracias, Nitya–
Bueno , Daniela , estoy un poco ocupada ahora, te llamo luego. Te quiero, mi amor .
– Está bien, adiós, yo también te amo . – Daniela colgó su teléfono.
Después de media hora, Saira llegó, la besó en la mejilla y la abrazó. Los ojos de Daniela se abrieron de par en par.
–Daniela , me eligieron como asistente personal de Rahul Malhotra –dijo emocionada.
Me alegro por ti, Saira. ¡ Felicidades !
–Muchas gracias Daniela–
, estaba muy nervioso y no pensé que conseguiría ese trabajo .
Daniela sonrió al oírla parlotear.
– Bueno, ahora vamos a casa. – Dijo Daniela tomando su bolso de una silla.
– Por cierto, Daniela , ¿dónde vives? –
– Mi casa está a solo cinco minutos del supermercado –
—Mi mamá me dijo que trajera algunas compras del supermercado. Venga, vamos, te dejo allí —dijo Saira alegremente.
—Está bien, Saira. Iré en taxi . Daniela dijo con vacilación.
Saira suspiró.
—Vamos , Daniela , yo también voy por el mismo camino. Ahora ven —dijo , y la arrastró consigo.
–Daniela , cuéntame sobre ti, tus hobbies, tus gustos, tus disgustos. Quiero saber sobre mi nueva amiga.– mientras conducía, Saira le preguntó a Daniela .
—A mí me gusta cocinar, leer novelas y la jardinería, ¿y a ti? —le preguntó.
de aventura con mis amigos. ¿ Tienes novio?
– No, no tengo . Dijo Daniela moviendo sus dedos.
—¡Dios mío! ¿En serio? ¿No tienes uno? —preguntó Saira sorprendida y Daniela negó con la cabeza.
—No te creo, Daniela . O sea, mírate, eres hermosa y además tienes una figura perfecta, cualquier hombre se enamoraría de ti. Si yo fuera chico, justo ahora te habría propuesto matrimonio . Daniela se rió de su comentario. – Ahora no me digas que no te gustaba nadie –
– Umm–mm, estaba enamorado de mi profesor, – Dijo Daniela jugando con sus dedos y sus mejillas se pusieron rojas del rubor.
– Oh ho, mi Daniela se está sonrojando – rió Saira mirando las mejillas rojas de Daniela – sabes Daniela , cuando estaba en la escuela estaba enamorada de los chicos al mismo tiempo, y cuando estaba en la universidad estaba enamorada de mis profesores y también de algunos estudiantes del último año, esa vez estaba en una relación con un chico, ¿puedes creerlo? después de tener novio también estaba enamorada de tantos chicos? – Ambos comenzaron a reír.
Después de quince minutos llegaron a su destino. Saira detuvo el coche cerca del supermercado.
–Daniela , ¿dónde vives? –
– Desde aquí solo se tarda cinco minutos en llegar a mi casa, por favor ven alguna vez – Saira asintió con la cabeza con una sonrisa, justo en ese momento sonó el teléfono de Daniela .
– Sí, mamá –
–Daniela ¿dónde estás? –preguntó su mamá.
—Mamá , ya voy. Estoy cerca del supermercado. Llegaré a casa en un minuto .
–Daniela , ¿puedes traer algunas compras del supermercado? –
—Sí , mamá. Envíame la lista por mensaje .
– Ok, adiós –
– Adiós mamá – cortó la llamada y se giró hacia Saira – mamá me pidió que trajera algunas compras del mercado –
– Está bien entonces vámonos – dijo Saira emocionada y Daniela asintió esbozando su sonrisa, y ambas se dirigieron hacia el mercado.
Al salir del mercado, sonó el teléfono de Saira.
– Sí, mamá –
– ......... –
– ¿¿¿ Qué??? –
– .......... –
– Está bien, está bien, ya voy – dijo y cortó la llamada.
Daniela la miraba con preocupación. Le puso la mano en el hombro y le preguntó : « Saira, ¿está todo bien? ».
—Daniela , mi mamá me llamó para decirme que mi abuela está en el hospital, así que necesito irme ya. No podré dejarte en tu casa —dijo Saira con tristeza.
– Saira, está bien, y por cierto, mi casa está a sólo cinco minutos de aquí, así que puedo ir caminando . –
–Lo siento una vez más, Daniela–
—Oh , Saira, no te preocupes. Cuida de tu abuela —dijeron abrazándose.
—Bueno , adiós, nos vemos mañana . —Después de despedirse de Saira, Daniela se dirigió a su casa. Abrió los ojos de par en par al ver a una niña que jugaba en medio de la calle con un cachorrito, y al otro lado, un Audi negro venía a toda velocidad. Daniela dejó caer sus maletas allí y corrió hacia la niña, y el Audi dejó de chirriar.
