Capitulo 5: Librería de Ritha
Me muerdo el labio inferior presa por el enojo, la noticia que me ha dado el gerente del banco me ha aterrado, acabo de llamar para notificar que de mí cuenta han sido robado todos mis ahorros, con Cristian entramos a mí correo electrónico a verificar a cual cuenta fue transferido mí dinero pero no existe ninguna transferencia, el gerente con el que me comunique me informó que yo retiré personalmente todo el dinero, y eso es absurdo, yo no he retirado nada en las últimas semanas y según él hace tres días realice el retiro.
Me pasó las manos por la cara desesperada, hoy sería un nuevo comienzo para mí, hoy me estaría más cerca de la solidez pero ésta noticia me ha vuelto a dejar en estado líquido, todos mis ahorros de años de esfuerzo no están, no lloro por el dinero aunque ahora lo necesito, lloro por la impotencia que siento y la autocompasión que ahora mismo me tengo, soy terapeuta escolar y se que este estado es peligroso ya que me puede llevar a una depresión pasiva.
—No entiendo cómo es que alguien retirara un dinero de una cuesta sin ser la dueña— dice Cristian mientras me ofrece un vaso de agua — cómo es que los del banco creen que fuiste tú quien retiro el dinero, cuando claramente no ha sido así— tomo el vaso con manos temblorosas.
—Alguien debió falsear tus documentos Ani, pero ¿por qué y quién lo hizo?— Homi está igual de molesta que yo.
— No entiendo nada chicos, les juro que yo jamás retiré esa cantidad y menos en esa fecha.
— Eso lo sabemos Ani, pero la conspiración en tu contra me hace creer que dicha persona o personas son más poderosos de lo que creemos, estoy segura que el pervertido de Carlos no lo hizo sólo, porque está más que obvio que él sabe algo— dice Homi y sé que tiene razón, me están hundiendo en un profundo pozo negro y no tengo idea ¿por qué?.
Nahomi y Cristian tratan de darme palabras de aliento y yo solo asiento, pasamos la mañana comprando ropa, calzado y productos de aseo persona para mí y eso me distrae un poco, me avergüenza que mi amiga tenga que pagar las cosas que hemos elegido. Les agradezco con el alma y les prometo que se los pagaré, pero Homi me mira mal y me dice que no tengo que pagarle nada, pero yo me siento comprometida a hacerlo.
Al llegar a la casa ya es medio día, Nahomi y Cristian trabajan después de la 1PM, ella es pintora y trabaja en una galería de arte contemporáneo, por lo que se marcha con Cristian quién la lleva a su lugar de trabajo.
Homi me dice que puedo dar una vuelta sin salir del vecindario para que no me fuera a perder, ya que estaré sola hasta las 8pm y ellos no quieren que me aburra.
Organizo las cosas que compramos para mí y me doy una ducha, al cabo de un rato ya limpia me pongo algo de la ropa nueva, unos vaqueros con una playera verde, hato mí cabello en una cola alta, activo mí ubicación y con un solo objetivo en mente encontrar empleo para aportar en los gastos de la casa, salgo del departamento, no puedo quedarme de brazos cruzados cuando ellos hacen todo por mí yo debo corresponder de la misma forma.
Miro en el celular la zona en la que me encuentro, hay muchas cafeterías así que podía ver si necesitan alguna mesera, no tengo ningún currículum a la mano y eso es una desventaja si quiero el empleo, deambulo por las calles del vecindario entro a más de cuatro cafeterías pero ninguna me contrata, algunas no necesitan personal y otras necesitan una hoja de vida, les prometo traerla pero los gerentes no se arriesgan a contratarme, los pies me duelen de tanto caminar pero no me doy por vencida.
Solicitó empleo en tres lugares más, una panadería y dos tiendas de ropa pero nada, ya me estoy dando por vencida cuando deslumbro un cartel fuera de un aparador que dice se "solicita cajera" mis sentidos se ponen atentos soy buena en matemáticas, nunca he sido cajera pero se hacer un inventario y tengo ciertas habilidades sacando cuentas, por lo que tomó valor y entro al lugar, es una librería.
Al pasar la puerta una campanilla suena, doy un vistazo al lugar y hay montones de libros acumulados, el lugar está abarrotado de ellos y casi no logro moverme, una señora de la mediana edad se aproxima — bien señorita, si viene a promocionar algún producto no estoy interesada— me dice la señora vestida de gris.
— ¡Oh no! señora no estoy promocionando nada— le digo y me aclaro la garganta para decir lo que necesito — vine por el empleo— la señora se saca los lentes y me mira de pies a cabeza, su escaneo me pone nerviosa ya que me mira como a un parásito en el microscopio.
— Ah sí, entonces pasa— me dice y como puedo llego hasta ella, le extiendo mí manos y me presento.
— Soy Anika Brown y me gustaría que me contrate, necesito el empleo— soy sincera con ella.
— Traes tu hoja de vida- me muerdo el labio inferior y niego con la cabeza — tienes experiencia en caja— vuelvo a negar con la cabeza — y quieres que te contrate— se cruza de brazos y sé que está pensando qué no merezco que me contrate si no soy lo que ella necesita.
— Quizás no tenga mí hoja de vida conmigo justo ahora pero le prometo que se la traeré, no he trabajado en caja pero soy buenas en matemáticas, se hacer inventario y sacar cuentas— le digo con seguridad, ella se coloca otra vez sus lentes.
— ¿Sabes cuánto tiempo lleva ese cartel ahí?— me dice haciendo referencia al se solicita cajera, niego con la cabeza — tres meses— me dice mirándome fijo a los ojos — sabes cuántas personas han venido a buscar el empleo— me pregunta y vuelvo a negar, me estoy sintiendo incómoda —cuarenta, y todos tenían sus hojas de vida y experiencias laborales.
— Entiendo— artículo con un nudo en mí garganta al no poder conseguir el empleo.
— ¿Sabes porque el puesto está vacío?— ella sigue con el interrogatorio.
— No lo sé señora— le digo muy amable porque a pesar de todo debo ser respetuosa.
— Porque nadie quiere trabajar en verdad, solo necesitan el dinero— suelta y yo arrugo el ceño entendiendo a lo que se refiere —si no confié en esas cuarentas personas ¿por qué tendría que darte el empleo a ti?— sus palabras me hacen reflexionar y entender que a pesar que necesite el dinero para ayudar en la casa y salir a delante con mi bebé debo amar lo que hago y ella tiene razón, hecho un vistazo por el lugar y puedo ver qué ella no solo necesita un cajera necesita una amante de los libros que le ayude a organizar el desorden causado, miro el entorno aún sin emitir una palabra, reconozco algunos libros y autores, tomo uno ante mis manos, tiene algo de polvo.
—Bernardo Bubie escritor y dramaturgo francés, a lo largo de sus año ha escrito cien libros, de tres diferentes géneros romance, ficción y misterio, hace más de dos años que no lanza ni una novela apesar de que había anunciado que escribía su novela 101— le digo con seguridad porque conozco la trayectoria del autor y de muchos otros, entonces ella me brinda su más sincera sonrisa que me hace relajar los hombros.
— Por tu acento asumo que eres norteamericana— indaga y yo asiento.
— Si señora soy de Utah— manifiesto.
— Y ¿qué te trae a Londres?— es una señora mayor pero es muy curiosa, son más que obvias las razones que tengo de alejarme de Utah pero esa información no se la suministrare a la señora.
— Cambio de aires— le digo y en cierto modo es la verdad.
— ¿Que me garantiza que no te irás y me dejaras el trabajo tirado, porque no es lo que quieres?— le sonrió.
— Le doy mi palabra de que no será así— le aseguro.
— No tienes hoja de vida, como creer en tu palabra— es muy quisquillosa, saco mis documentos y se los muestro —bien el empleo es tuyo— me dice dándome los documentos otras vez — soy Ritha Collins y desde ya eres mí empleada, debes traer tu hoja de vida antes del viernes, el horario es de 9am a 6pm, tienes media hora de almuerzo, el sueldo es de 300 libras esterlinas— me dice y mi corazón se llena de felicidad.
— Muchas gracias señora en verdad— manifiesto mí gratitud.
— Y deja de llamarme señora, ya sé que lo soy, solo dime Ritha— ofrece Ritha.
—Si disculpe, que debo hacer— le pido que me dirija en lo que debo hacer.
—Es lo que amas no, pues empieza por lo que quieras— me dice dándose la vuelta dejándome algo confundida.
En tan solo tres días he sufrido múltiples emociones, perdí el empleo de mis sueños porque aunque los comportamientos inapropiados no son aceptados y que mis fotos desnudas deambulando por las redes sociales es una clara razón para ser despedida.
Ahora estoy aquí lejos del presente que había construido y que se desmoronó entre mis manos, comienzo desde cero a escribir mí presente que marcará mí futuro.
