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Mi Jefe Pervertido

42.0K · En curso
Autora Betânia Vicente
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Sinopsis

Desde el momento en que entré en su oficina supe que me había enamorado de mi nuevo jefe. Su nombre es Giovanni De Santis, el hombre más sexy e hijo de puta que me hizo tener deseos prohibidos por él. ¿A la vez que lo quería, lo quería matar y luego dicen que estoy enamorada? ¿Soy el mismo o todo es producto de mi imaginación? ¡Tan pronto como la vi por primera vez supe que estaba jodido! Me sorprendió saber que iba a ser mi nueva secretaria. ¡ Ella es tan hermosa, caliente y tan maravillosa que siempre me puso duro y quería hacer cosas inapropiadas en mi compañía! Su nombre es Julia Méndez ella será mía y te lo garantizo. ¿Y voy a demostrarle que somos perfectos el uno para el otro o no? Ven a enamorarte de la historia de esta pareja, ¡no te arrepentirás!

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Capitulo 1

Julia

— ¡Amigo, necesitas tener sexo! — escucho decir a mi mejor amiga Helena.

— ¡Y tienes que dejar de querer encontrarme un hombre! gruño.

— ¡Más amigo que realmente necesitas! Ella se encoge de hombros y pone los ojos en blanco.

- ¡Ya tengo novio! - le recuerdo a ella ya ella le toca poner los ojos en blanco y sonreír.

"¡Hasta ahora te has vuelto completamente loco!" - Habla con ironía.

- ¿Estoy loco? - la cuestiono y solo la veo asintiendo con la cabeza.

- ¡Sí definitivamente! ¿Desde cuándo un consolador reemplaza a una polla? ' Ella comienza a cuestionarme.

— ¡Mi amigo, me ayuda tanto! - respondo recordando la primera vez que lo compré por internet.

— ¡Julia, claro que te ayuda! Ella asiente y yo respondo:

— ¡Ya ves, hasta tú estás de acuerdo en que él me ayuda mucho!

"¡Ese no es el punto!" Ella resopla y la miro con curiosidad mientras comemos nuestras pizzas rociadas con Coca-Cola.

— ¡Helena fue lo mejor que he hecho! - respondo en voz baja recordando que pronto lo volvería a usar.

— Amigo, por un lado, él era tal como le dije, no va a reemplazar un pene y lo digo por experiencia.

—¡Helena me ahorra los detalles de su vida íntima! Murmuro con un poco de envidia y eso nunca se lo diría.

— Solo quiero demostrarte que un dildo, por muy caliente que esté, no es una polla que cuando está dentro de ti... —Empieza.

- ¡Lo tengo! - interrumpo.

"Entonces, ¿cuándo vas a salir a buscar a un hombre con una polla realmente grande?" ella pregunta con curiosidad.

“ ¡ Estoy bien! ' Gimo de nuevo.

- ¡Usted no esta bien! ¡Está demasiado estresada y un vibrador no es suficiente! -Dice con mucha convicción.

—Helena, ¡si estoy estresada es por el trabajo! ¿Entonces quieres que esté más estresada por culpa de un hombre? - cuestiono mirando fijamente.

— ¡Desde que empezaste a trabajar para ese verdugo de tu jefe, has estado bajo mucho estrés! - Ella comenta y tengo que estar de acuerdo con ella en algunos puntos.

— ¡Sí, él es una de las razones por las que no me relaciono! - Comento.

"¡Oh, por el amor de Dios, mujer!" - Se queja tomando más Coca-Cola.

"¡Por el amor de Dios, digo!" ¿Cómo voy a tener una relación con un hombre cuando yo misma he estado queriendo matarlo?- cuestiono enojada.

"¡En realidad, solo quieres estrangular a tu jefe!" - Declara sonriendo.

"¿Mencioné estrangular?" — Le hago bromas.

"¡Sin embargo!" ¿Y quién crees que me está engañando? - pregunta de repente y yo la miro y le respondo sin ningún remordimiento:

- ¡Por supuesto!

— ¡ Julia, seamos honestos! - Pregunta ahora mirándome seriamente.

- ¿Sobre qué? - pregunto sin entender nada.

"¿No estás enamorado de tu jefe?" - pregunta curiosa y siento que se me calienta la cara y ni modo le voy a decir a Helena como me mueve ese hombre y le respondo:

- ¡Ni un poco! — Respondo con tanta certeza que Helena me mira y dice frustrada.

— ¡Y me moría por saber si mi amiga quería vivir una historia de amor! Ella resopla y me echo a reír.

— ¡Helena, deja de leer estas novelas clichés! — La regañé y aún sin decirle a mi amiga que sí, me gustaba mucho mi jefe y que cuando me masturbaba era él al que me imaginaba follándome y no mi vibrador.

"¡Tierra a Julia!" — La escucho llamarme y sigo maldiciéndome mentalmente para dejar de pensar en él.

"¿ Qué pasó?" - pregunto sin entender porque me estaba llamando.

"Parecía que estabas soñando". - Ella comenta.

- ¡No estaba! — Cambio rápidamente de conversación y continúo: — ¿De qué hablábamos?

"¡Estábamos hablando de tu sexy jefe!" "Ella se burla de mí".

"¿Y desde cuándo crees que mi jefe está bueno?" - Pregunto con curiosidad.

"Ya que dijiste que era un hombre guapo, entonces supongo que es sexy, ¿verdad?" Ella se burla de mí y la miro.

"¡Solo si es para ti!" — Me quejo, sin rendirme y recordando cómo ese hombre, lo que estaba caliente, era mandón.

"Oh, vamos, ¿no me digas que todavía no has tenido fantasías eróticas con él?" -Me vuelve a molestar y trato de no enamorarme de ella.

- ¡No! - Me acuesto en la cara de verga más grande.

— ¡Ay, me estás engañando, me gusta! - Se burla y le muestro el dedo que se ríe.

—¡No estoy enamorado de mi jefe! ¡Él no es mi tipo! —comento.

- ¡Saber! — Helena se ríe y yo la miro y escucho sonar su celular y digo:

"¡Tu esposo ha llegado!" — Me burlé de ella sonriendo al saber que mi mejor amiga estaba felizmente casada con Adriano.

"¡Oh amigo, me tengo que ir!" dice ella con pesar.

— ¡Ata no viene con esa cara de arrepentimiento! ¡Que sé que cuando me vaya de aquí, voy a saltar en su regazo! -Hablo con ironía y la escucho reír.

— ¡Te amo, amiga, y por tu bien te digo que es hora de que tengas un novio que te haga ver las estrellas mientras te corres!

— Y ya te dije que el vibrador hace eso, ¡muy bien!

— ¡ Mira, te amo, amiga, es una pena que no me gusten las mujeres! - bromea guiñándome un ojo y yo me río y le respondo

- ¡Yo también te amo! ¡Pero eso no significa que quiera tener sexo contigo! — Me burlo de ella riéndose de mi cara.

- ¡Yo te amo! -Dice levantándose y dirigiéndose a la puerta de mi departamento y cuando abro la puerta nos encontramos cara a cara con su esposo.

— ¡ Hola Adriano! — Lo saludo cariñosamente y se acerca y me da un beso y me dice:

- ¡Qué hermoso! - dice abrazándome y yo vuelvo y lo miro y pregunto

"Estoy bien, ¿me haces un favor?" — Le pido que me mire con curiosidad.

"¿Qué ha hecho mi hermosa esposa ahora?" —pregunta con humor, sabiendo que Helena y yo teníamos una gran amistad y lo miro y le digo:

"¿Cuidar de tu esposa?" - le pregunto con toda fingida dulzura y él se ríe abrazándola.

"¿Qué quieres que haga qué?" - pregunta abrazando a Helena cariñosamente.

- ¡No lo sé! La mujer es tuya haz algo por ella para que deje de entrometerse en mi vida! Bufo y él se ríe de nuevo.

—¡Oh, déjalo, le daré una buena lección! - dice respondiendo con malicia y yo pongo los ojos en blanco y respondo:

"¡Ahórrate los detalles sórdidos!" ' Gimo de nuevo. Se ríen y me abrazan y cuando me estaban despidiendo Helena dice:

—¡Julia! - Ella habla.

- ¿Sí? - Contesto.

— ¡Estás invitado a hacer un trío con nosotros! - Me provoca con la cara de pija mas grande y le respondo:

— ¡Fuera, montón de pervertidos que ahora voy a salir! —Respondo despidiéndose de ellos que se ríen y escucho a Adriano preguntando si había un hombre allí y Helena simplemente responde que era mi vibrador y grito: — ¡Helena te voy a matar!

"¡Sé que no tienes las agallas!" - Ella grita y escucho el ruido del ascensor llegando y le grito en respuesta:

"¡No estás tan seguro!" — La amenazo y cierro la puerta de mi apartamento y pongo la pizza que sobró y me tomo un poco más de Coca-Cola y guardo la botella también y apago todo y me voy a mi cuarto y cuando llego me quito mi ropa y me acuesto en la cama mi cama con las piernas abiertas y tomo mi vibrador y empiezo a tocar mis senos muy lentamente imaginando que era mi jefe Giovanni ese italiano que debe ser muy bueno en la cama!

Me meto el vibrador en el coño y no tarda mucho y empiezo a gemir y gritar llamando a mi jefe y cuando termino de correrme me quedo ahí recordando como le mentí a mi amigo diciendo que no sentía nada por él . ¡Oh, cómo quiero hacer cosas pervertidas con este hombre, creo!