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Mi Doctor

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Sinopsis

Era un día más en el Gray Royar Suet Hospital, hasta la llegada de un paciente con heridas graves y un apellido muy conocido entre los médicos. Sigue leyendo para saber más sobre la historia de la hermana pequeña de Alex Wolfgang.

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Capítulo 1

 Ember

Siento que me duele todo el cuerpo y me da vueltas la cabeza, luego siento que mi cuerpo golpea el suelo.

Intento gritar y pedir ayuda pero ya no tengo fuerzas.

Quería tanto que las cosas fueran diferentes, que yo fuera diferente. Pero merezco estar en esta situación.

Miro a mi alrededor y no veo a nadie, la calle está completamente desierta. Estaba sola, como me había sentido toda mi vida.

Estaba tan cerca que sólo mi cuerpo tenía que traicionarme una vez más.

Siento mis lágrimas caer libremente sobre mi rostro y luego empiezo a llorar compulsivamente.

Hago lo mejor que puedo para mantenerme consciente pero no puedo, el cansancio se apodera de mi cuerpo.

No sé cuánto tiempo estuve inconsciente, pero recuperé el conocimiento cuando sentí unas manos tocándome.

Abro los ojos e inmediatamente me doy cuenta de que estoy dentro de una ambulancia. Asustada, intento moverme pero una mano me sujeta con fuerza.

- ¡Por favor no te muevas! Ya casi llegamos al hospital. ¿Me puedes decir tu nombre? - Preguntó quitándome la máscara de oxígeno de la cara para que pudiera hablar.

Intento decir mi nombre pero no puedo y empiezo a llorar, ella me da una mirada comprensible y me vuelve a poner la máscara en la cara.

Cuando la ambulancia se detiene siento que me duele todo el cuerpo. Las puertas se abren rápidamente, sacan mi camilla y puedo ver a dos médicos parados a mi alrededor.

- Mujer desconocida, encontrada inconsciente tirada en una calle cercana por un grupo de amigos alrededor de las ocho de la mañana de hoy. Múltiples lesiones en todo el cuerpo, posible hemorragia interna y signos de violencia sexual. - Dijo el paramédico.

Siento que mi cuerpo tiembla cuando uno de los médicos se inclina sobre mí tratando de examinarme.

- Llevémosla adentro y allí la examinaremos mejor. - Dijo un médico.

Empujan mi camilla hasta el hospital, me llevan a una habitación y cierran la puerta.

Miro a mi alrededor asustada por la cantidad de médicos que me rodean y empiezo a temblar nuevamente cuando el médico me toca.

- Creo que será mejor que llamemos a Kepner, doctor Hunt. - Dijo el doctor a mi lado e intercambiaron algunas miradas hasta que salió de la habitación.

Suspiré aliviado y el doctor empezó a tocarme y a hablar con otros médicos que estaban en la habitación y yo no podía prestar atención a lo que decían.

Regresé a la realidad cuando un médico pelirrojo entró en la habitación.

- Soy el Doctor Grey, este es el Doctor Wilson y aquel es el Doctor Kepner. Cuidaremos de ti. ¿Me puedes decir tu nombre? - Ella preguntó.

- Amber Kare... - Dijo con mucha dificultad sin poder terminar.

- Amber, ¿hay alguien con quien podamos contactar, algún familiar? - preguntó el doctor Wilson.

- Mi hermano... - Dije pero no pude completarlo porque comencé a sentirme muy sin aliento.

- Vamos a necesitar intubar. - Dijo el Doctor Gray y no recuerdo nada más antes de desmayarme.

Siento dolor en todo el cuerpo pero es más llevadero. Intento abrir los ojos pero no puedo.

Siento que alguien me toca y me estremezco, me cuesta abrir los ojos y con dificultad lo logro.

Lo primero que vi fue a la Doctora Wilson y suspiré aliviada, tomé su mano y la apreté con todas las fuerzas que tenía en ese momento.

- Esta todo bien. ¿Como se siente? - Ella preguntó.

- Estoy con dolor. - Dijo con voz ronca.

- El dolor postoperatorio es normal. Ya llamé a la doctora Gray y ella lo examinará y le explicará cada procedimiento que realizó. - Ella dijo.

- ¿En qué hospital estoy? - Yo pregunté.

- Hospital Conmemorativo Gray Royar. - Dijo y suspiro de alivio y mi corazón se acelera.

- ¿Estás bien? - Preguntó y apareció el Doctor Gray.

- Hola Ember. ¿Como se siente? - Ella preguntó.

- Con dolor y un poco cansado. - Él dijo.

- Es normal. Tuviste muchas hemorragias internas y múltiples laceraciones por todo el cuerpo. Tuvimos complicaciones menores durante su cirugía pero no hay nada de qué preocuparse. Te recuperarás pronto pero tendrás que pasar algún tiempo aquí. ¿Hay algo que quieras preguntarme?- Preguntó.

- No necesitaré hablar con la policía, ¿verdad? - Pregunté apretando con más fuerza la mano del Doctor Wilson.

- Veré qué puedo hacer para que no vuelvan hasta mañana. Tu tienes que descansar. - Ella dijo.

- ¿Hay alguien en tu familia a quien podamos llamar? Mencionaste a tu hermano, quieres que lo llame. - Dijo el doctor Wilson.

- No hace falta que llames, creo que está aquí. - Él dijo.

- ¿El trabaja aqui? - Ella preguntó.

- Sí. Hace años que no hablamos, eso es lo único que sé de él. - Él dijo.

- ¿Y cómo se llama? - Ella preguntó.

- Alex, Alex Wolfgang. - dije y me miraron incrédulos.

- ¡Eres Ember! ¡La hermana pequeña de Alex! - Dijo el Doctor Grey.

- Si soy. Veo que lo conoces bien. - Él dijo.

- Iré tras él. - Dijo y se fue.

Intento adaptarme mejor en la cama y siento punzadas en todo el cuerpo.

- No te muevas mucho, tienes que descansar. - Dijo el Doctor Wilson, quien ahora me miró diferente.

- Siento que se me pesan los ojos, pero tengo miedo. - Él dijo.

- Me quedaré aquí sosteniendo tu mano hasta que te duermas. ¡Estás seguro! - Ella dijo.

- ¡Gracias! - Dijo y le sonrió débilmente.

- Revisaré tus incisiones mientras duermes, ¿vale? - Preguntó y yo asentí con la cabeza.

Pronto me dejo cansar y rezo para que mi hermano pueda ayudarme.

Me despierto de nuevo sintiéndome mucho mejor. Miro alrededor de la habitación y me doy cuenta de que estoy solo y tengo miedo.

Siento que mi corazón se acelera y esto hace que los dispositivos hagan mucho ruido.

Pronto el Doctor Wilson entra a mi habitación y me mira preocupado.

- ¡Ember! ¿Sientes algún dolor? - preguntó acercándose.

- ¿Dónde está Álex? ¿Ya has hablado con él? ¿Donde esta el? - Pregunté, todavía nervioso.

- Necesitas calmarte, Ember. - Ella dijo.

- Necesito hablar con mi hermano. Está aquí en el hospital, ¿no? - Yo pregunté.

- Ya hablamos con él, vino mientras dormías. Él vendrá a verte tan pronto como pueda. - Ella dijo.

- ¿Lo prometes? - pregunté más tranquilo.

- Yo prometo. Ahora necesitas comer, la enfermera vendrá y te traerá la comida. - Dijo y se fue.

Pronto vino la enfermera, me trajo el almuerzo y me obligué a comer.

Esperé ansiosamente a Alex todo el día y no había señales de él. Terminé quedándome dormido.

Escucho a dos personas hablando en voz baja y me doy cuenta de que son el doctor Wilson y un hombre.

Finjo que todavía estoy dormido y trato de escuchar lo que dicen.

- Le prometí Alex. Ella quiere verte. - Dijo el Doctor Wilson y contengo la respiración al escuchar su nombre.

- Estuve todo el día en quirófano, puedo ir a verla mañana. - dijo Álex.

- Debería despertarse en cualquier momento. No hace daño esperar. - Ella dijo.

- No sé qué decirle, no hablamos desde que era niña y yo me fui de casa. - dijo Álex.

- Ella pasó por algo terrible, te necesita. - Dijo y siento unas ganas enormes de llorar.

Abro los ojos y ya siento las lágrimas caer, trato de moverme para poder levantarme y gimo de dolor. Eso fue suficiente para llamar la atención de ambos.

- ¡Cálmate, Ember! No puedes moverte así. - Dijo el Doctor Wilson y acomodó mi cama para que pudiera sentarme.

- ¿Sientes algún dolor? ¿No crees que sería mejor aumentar la dosis de morfina? - preguntó Alex, acercándose.

- Quiero ir a casa. - Dijo llorando.

- Necesitas calmarte para no abrir tus puntos Ember. - Dijo el doctor Wilson.

- Está bueno. - Dijo tratando de mantener la calma.

- Necesito irme, cualquier cosa me pita. - Dijo después de mirar a Alex en su celular.

Ella sale de mi habitación y nos deja de un humor muy extraño. Hago lo mejor que puedo para evitar mirarlo a los ojos para no derrumbarme.

- ¿Cuánto tiempo llevas aquí en Seattle? ¿Qué sucedió? - Preguntó luciendo preocupado.

- Vine aquí porque necesito ayuda, necesito tu ayuda. Estoy asustada y sola. - dije y comencé a llorar.

Alex se acercó a mí y me rodeó con sus brazos abrazándome.

Empiezo a llorar compulsivamente, llorando por la falta de mi hermano mayor, un hermano que una vez me protegió de mi propia madre, pero que no estaba conmigo cuando Aaron intentó matarme y mucho menos cuando huí por miedo a los míos. familia y terminé siendo violada y golpeada por alguien que pensé que me amaba.

- ¡Yo estoy aqui ahora! ¡Ya no estás solo! - Él dijo.

Asiento con la cabeza y de repente oigo gritar a las máquinas y empiezo a sentirme muy mal.

- ¡Código Azul! ¡Necesito un carro de desfile! - Escucho gritar a Alex y no puedo mantener los ojos abiertos por más tiempo.

 Alex

Un sentimiento de culpa me golpea con fuerza cuando veo a Amber tan frágil. Ella pasó por muchas cosas sola porque yo tenía que salir temprano de casa.

Soy un hermano mayor terrible por no volver a buscarla después y por no estar ahí para protegerla del ataque de Aaron.

Aunque ella no lo sabía, fui allí y me quedé unos minutos mientras ella sufría inconsciente en esa cama de hospital.

Verla así una vez más es una tortura, no merece nada de lo que le está pasando.

Después de que su corazón se detuvo mientras lloraba en mi hombro, tuve que reanimarla.

Regresó rápidamente y sus signos vitales estaban mejorando, pero no podía separarme de su lado por temor a que su corazón volviera a detenerse.

Escucho que alguien entra a la habitación y cuando me doy la vuelta veo a Meredith.

- ¿Cómo está ella? Escuché que tuvo un paro cardíaco. Estaba en cirugía, así que no vine antes. - Dijo con el historial médico de Amber en sus manos.

- Está estable. - Él dijo.

- ¿Y tu? ¿Estás bien? - preguntó acercándose.

- Estaré bien cuando ella esté bien. - Él dijo.

- Ella va a estar bien, Jo y yo la estamos cuidando mucho. Ella ya está fuera de peligro. - Dijo mientras la examinaba.

- No estaba hablando físicamente.- Dijo.

- Ella pasó por muchos traumas, tal vez sería mejor enviar a un psicólogo para hablar con ella cuando esté mejor. - Ella dijo.

- ¡Juro que si descubro al hijo de puta que le hizo esto lo mataré con mis propias manos!- Dijo.

- Lo mejor que puedes hacer por ella en este momento es apoyarla. Apuesto a que ella te contará lo que pasó cuando esté lista y tú tratarás de mantener la calma porque este es un tema muy delicado y un trauma enorme en su vida. - Ella dijo.

- Simplemente será otro de los traumas por los que ya ha pasado. Ella no merece todo este sufrimiento. - Él dijo.

- Yo se. - Dijo poniendo su mano en mi hombro.