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Mi Ángel negro

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LaSirenita
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Sinopsis

Teresa Londono es una joven que nació en México y tuvo una vida sencilla, creció en un orfanato y nunca conoció a sus padres, dueños de una felicidad encantadora. A los diecinueve años se fue del país rumbo a Estados Unidos, allí conoció el amor por primera vez, era demasiado inocente y terminó siendo abandonada embarazada por un polaco. Fuerte y valiente, no deja caer el tamiz y corre tras un futuro para ella y su hijo. La vida no es fácil para ella, pasando por dificultades económicas, vende dulces caseros en una calle de Manhattan. Eddie es un multimillonario, famoso en el campo de la publicidad. Eddie vive una vida cómoda y está comprometido con Anne desde hace tres años. Los dos viven una buena relación, pero no hay amor, nunca se escucha. Los dos se encuentran por casualidad y de uno en adelante comienza una hermosa historia.

Multi-MillonarioDulceUna noche de pasiónSEXOAmor a primera vista Historia PicanteChica BuenaAmor-OdioMillonario18+

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Me siento en la cama y me froto la cara tratando de despertarme. Ayer me fui a dormir casi a medianoche, Ravi estaba molesto y seguía llorando, me levanto enseguida, si me quedo en la cama es peor.

Voy al baño donde hago mi aseo matutino, alquilo una casita en el fondo de un patio, el dueño hizo cuatro casitas y las arrendó, les confieso que creo que son caras, pero fue lo más barato que pude conseguir .

No me arrepiento de las decisiones que tomé, nací en la Ciudad de México, crecí en un orfanato en el campo, me quedé allí hasta los dieciocho años, entonces decidí venirme a los Estados Unidos en busca de más oportunidades, pero han pasado tantas cosas.

Primero entré ilegalmente al país, me tomó un tiempo obtener mi visa de inmigrante, quien me ayudó fue el padre de Ravi, lo conocí en el metro y me ayudó, parecía un príncipe, me dejó todo en orden y si hoy Puedo trabajar vendiendo dulces y gracias a él, por otro lado mi inocencia me hizo creer que él podría querer algo conmigo, de hecho, nunca me prometió nada, pero yo creía que algo iba a pasar, lo cual no sucedió. paso, el si, el me hizo mujer, fue increible, delicado y al final se regreso a europa y yo me quede aqui, no tuve contacto con el, nunca mas tuve contacto.

Entonces finalmente vino la bomba, estaba embarazada, pero amé a mi bebé desde el primer momento que supe de su existencia, trabajé en una tienda por departamentos hasta los ocho meses y logré ahorrar dinero para pagar el hospital, No tuve el mejor tratamiento allí, pero mi hijo nació bien y saludable.

Entré a la cocina y comencé a preparar lo que tenía que llevar hoy, usé un carrito pequeño que compré en una tienda de segunda mano, era pequeño y lo podía llevar a todos lados, y cuando llegué lo abrí y se convirtió en una mesa, todavía hay la apoyo para la sombrilla, pongo todos los dulces en la bolsa final, es grande y cuando pongo todo en orden, siempre tengo que hacerlo en la mañana, de lo contrario, los dulces se ablandan. Lo dejo en la esquina cerca de la puerta al lado del bolso de Davi.

Fui al baño, me di una ducha rápida y me puse un vestido floreado hasta la rodilla. Me recogí el pelo en una coleta sencilla y me puse un pintalabios rosa, me acosté y con el vago aún durmiendo, lo cambié y le puse un vestidito. Mi hijo, gracias a Dios, es gordito y fuerte, a veces me pongo muy apretado a fin de mes, el dinero es bajo y pago el alquiler, todavía hay que pagar la luz y el agua, todavía amamanta, lo cual es un gran alivio. en las facturas. No tengo dinero para comprar cosas para mí, y mucho menos para él. Pero tengo fe en que las cosas mejorarán para nosotros. Lo pongo al pecho y el pequeño se despierta con los ojos muy abiertos chupando mi pecho como si fuera lo más importante sobre la faz de la tierra. Como una galleta y me preparo un Nescau.

Salgo de casa a las cinco y media en punto, con Ravi en el canguro el bolso termina en un hombro, el de él en el otro y sujetando el carrito. Hasta podría vender más en mi barrio, pero vendiendo allá en Manhattan gano casi el doble, hasta más a la hora de comer, algunos días gano bien, gracias a Dios.

El día es hermoso y parece que no va a llover, llego a la calle de siempre y empiezo a empacar las cosas, metiendo los dulces en el carrito. Siempre trato de variar, hoy traje pastel de fresa, cajar con ciruela que a la gente le encanta y Hot Philadelphia.

Siempre me gusto cocinar, en el orfanato sembrabamos, cosechábamos y cocinábamos, era muy bueno, yo vivía en la cocina viendo a las cocinas preparar nuestras comidas, me enseñaban todo. Si vine aquí es porque tenía el sueño de hacer un curso de gastronomía o incluso la universidad, pero luego mis planes cambiaron y ahora solo quiero darle una vida digna a mi pequeño amor.

Pronto llega alguna gente, en la mañana no vendo mucho, pero a la hora de comer la historia cambia, vendo y todo a la vez, me alegro preparo mucho. Cuando llego a casa por la tarde vuelvo a preparar todo para el día siguiente.