Capítulo 3
- Williams Gaston -
Entre la multitud encontró a Elisa , la chica que le había derramado la bebida. Se miraron a los ojos y él le dedicó una sonrisa maliciosa.
- Bienvenidos a Anatomía y Fisiología... -
- Yo lo haría -Me encanta estudiar su anatomía - susurró Jamie, la lujuria brotaba de sus labios mientras se inclinaba hacia delante en su asiento.
Completamente inconsciente de que justo anoche, eso era exactamente lo que estaba planeando hacer.
Pero anoche la tenue iluminación del bar lo ocultó. Solo Elisa estuvo lo suficientemente cerca como para reconocerlo.
Ninguno de los dos podía apartar la mirada de él.
—Creo que esta clase podría gustarme después de todo —dijo Jamie, sonriendo, acomodándose en su asiento y agradeciendo al universo por su nuevo y atractivo profesor.
Williams entró en el centro de la clase y miró hacia el auditorio como si fuera una multitud en un concierto. Y todos le prestaron atención.
En serio, algunas de las chicas ni siquiera habían parpadeado desde que entró.
—Esta clase será la más difícil que tomarás en tu vida —comenzó con voz de acero—. Y no me sorprendería si la mitad de ustedes reprueban y abandonan para los exámenes parciales .
- Bueno... ahora veo lo del idiota - gimió Jamie haciendo que Elisa riera más fuerte de lo que pretendía.
— ¿ Hay algún problema allí? —espetó Williams, centrándose instantáneamente en ella.
Su corazón se elevó cuando los seiscientos ojos la miraron. Pero los de Williams eran los más penetrantes.
— U--Uh, no... Señor Gaston ...
—Si no prestas atención, fracasarás —sus ojos láser se entrecerraron sobre ella como si fueran un objetivo, quemándole un agujero en la frente.
- Si no te presentas a clase, o no estudias...repruebas . -
Se lo dijo a toda la clase, pero sus ojos no se apartaron de Elisa .
—Pero no deberías escuchar eso de mí —empezó de nuevo después de una larga pausa y Elisa finalmente pudo respirar cuando sus ojos se apartaron de ella.
—Quiero darle la bienvenida a nuestro profesor, el Dr. Poe —dijo sonriendo, acercándose al podio.
—¡Mierda ! —Jamie maldijo en voz baja. Justo cuando creía que estaba teniendo suerte.
Esta vez Elisa se mordió el interior de las mejillas para dejar de reír tan fuerte.
Un anciano con una corazonada entró en clase, el profesor que habían estado imaginando desde el principio. Parecía Albert Einstein, si Einstein se hubiera quedado calvo y quizás también hubiera consumido crack.
—Buenos días clase —graznó el profesor, apartando con el dedo sus gruesas lupas.
—Para todas las chicas que están decepcionadas de que este joven no sea el profesor. No se preocupen, porque estará aquí todos los días como nuestro ayudante de cátedra —dijo , poniéndose una mano en el hombro.
El señor McHottie, también conocido como Williams, sonrió y asintió en señal de acuerdo.
—Si eso no te convence de venir a clase, no sé qué lo hará —dijo Poe. El auditorio resonó de risas. ¿Quién iba a decir que el diablo tendría sentido del humor?
Y aunque la mayoría de las chicas estaban encantadas de seguir teniendo al Sr. Gaston como su asistente de profesora.
Elisa no estaba nada contenta.
Y la voz monótona del profesor Poe en el traductor de Google tampoco ayudó.
Media hora después de iniciada la clase, Elisa ya estaba absorta, garabateando en una esquina de su libro de texto. Sus dedos dibujaban la gigantesca frente del profesor Poe.
- Su línea de cabello está tan atrás que debe haberla dejado en su otra clase . - Elisa le susurró a Jamie, lo que la obligó a darle una palmada en el brazo antes de taparse la boca con ambas manos. No iba a meterse en problemas por reírse también.
-Los ojos están un poco apagados- susurró una voz detrás de ella, la alta figura proyectando una sombra sobre ella.
Estiró el cuello hacia atrás, se encontró con los ojos de Williams y cerró su libro de golpe, empujándolo hacia un lado de su pequeño escritorio.
Maldita sea, era alto. Muy alto.
- ¿Esta clase te aburre? - Preguntó con los brazos cruzados.
Tal vez era su altura, que la seguía por completo como un león a un ratón, pero ella podía sentir cómo se encogía dentro de su chaqueta vaquera.
-Santo ... eres enorme- Elisa susurró para sí misma mientras miraba a Williams, o mejor dicho, su entrepierna accidentalmente mientras lo escaneaba de la cabeza a los pies.
—¿Qué ? —preguntó , dando un paso atrás.
—Oh , Dios mío — susurró Jamie, llevándose el lateral de la mano a la cara y tratando de protegerse del escalofrío.
- Quiero decir... ¡eres alta! - Elisa tartamudeó, con los ojos muy abiertos. - No quise decir que fueras enorme en ese sentido. -
¡Cállate la boca!
- Quiero decir, estoy seguro de que estás bien... dotado también, pe-pero ...
Williams la miró estupefacto.
¿Cómo pudo alguien decir tantas cosas estúpidas en tan poco tiempo?
- Deberías dejar de hablar ahora – le aconsejó.
—Buena idea — susurró, mordiéndose el labio inferior rosado.
Por favor, Tierra, ¿me tragarías entera y me dejarías desaparecer?, rezó.
- ¿Cómo te llamas? - le preguntó Elías.
- Keilana, señor -
- ¿Cuál es tu nombre completo ? - le preguntó de nuevo.
- Keilana Adelina Nyura Suhaila Valdez. - se aclaró la garganta.
Su frente se arrugó mientras la miraba fijamente.
