Sinopsis
Esta es una historia de amor, dolor, rencores y sobre todo rencor. Gela es una mujer increíble, no solo por su belleza, sino por su personalidad e inteligencia. Como su nombre indica, es una mujer que ilumina a todos los que la rodean. Todo esto cambia cuando ella experimenta una gran decepción y lo único que siente es resentimiento.
Capítulo 1
Gela
Me despierto después de una mala noche de sueño debido a los preparativos de mi boda.
Después de apagar el despertador me siento en la cama. Me estiro y tomo mi celular que estaba al lado de la cama.
Veo un mensaje de Bryan y sonrío, le respondo y guardo mi celular.
De repente mi habitación es invadida por Aisha.
- ¡Buen día! Nuestra madre te está llamando. - Ella dijo.
- ¡Buen dia flor de dia! - dije y me levanté.
- Pensé que estarías de mal humor después de ayer. - Ella dijo.
- ¡Nunca! Estoy cansada, pero no veo la hora de casarme. - Dijo acercándose a ella, dejándole un beso en la mejilla.
- Yo también. No puedo soportar más que mamá y tú enloquezcáis por esta boda. ¿No sería mucho más sencillo casarse por la iglesia y listo? - Ella preguntó.
- ¡Claro que no! Quiero una fiesta. ¡Va a ser el día más importante de mi vida! - Él dijo.
- Bien bien. Ve pronto que mamá te está esperando para desayunar. - Ella dijo.
- ¿Está nuestro padre en casa? - Yo pregunté.
- Esta sí. No lleva mucho tiempo. - Dijo y se fue.
Fui al baño e hice mis necesidades. Me di una ducha rápida y me puse ropa cómoda.
Bajé las escaleras y fui directo a la cocina, apenas entré vi que ya todos estaban en la mesa desayunando.
- ¡Buen día! - Dijo alegremente.
- ¡Buen día mi amor! - Dijo mi padre.
- ¡Buenos días hija! Necesitas tomar tu café rápidamente porque hoy tenemos mucho de qué ocuparnos. - Dijo mi madre.
- Puede dejar. - dije y me senté al lado de Aisha.
Comencé a tomar mi café y mi mamá comenzó a charlar sobre un hermoso vestido que vio para usar en la boda.
- ¿Qué tenemos que hacer hoy? - Le pregunté a mi madre.
- Necesitamos resolver algunas cosas sobre la decoración, eso lo podemos hacer en la empresa. Organicé una reunión allí. - Ella dijo.
- Está bueno. Voy a subir y ponerme mejor ropa. - Dijo terminando de comer.
- Pero no tardes, vamos con tu padre. - dije y corrí a mi habitación.
Fui al baño, me lavé los dientes y me arreglé el pelo. Fui a mi armario, me puse unos vaqueros, una blusa y le puse la chaqueta encima. Me puse las botas y preparé mi bolso con mis documentos.
Les envié un mensaje a las chicas y puse mi celular en mi bolso.
Bajé corriendo las escaleras y sonó el timbre.
- ¡Déjame responder! - Grité al pasar por la habitación donde me esperaban mis padres.
Corrí hacia la puerta y la abrí, tenía una gran sonrisa cuando vi a Bryan.
- ¡Buenos días, linda! - Dijo y me lancé a sus brazos.
- ¡Buen día mi amor! Me moría de nostalgia. - dije y lo besé.
Nos interrumpió una tos forzada.
- ¡Buenos días Bryan! - Dijo mi madre detrás de nosotros.
- ¡Buenos días suegra! - Él dijo.
- ¿Qué haces aquí tan temprano, querida? - Ella preguntó.
- Vine a robarte un poquito. - Él dijo.
- ¡Que bien! - Él dijo.
- ¡Gela! ¿Olvidaste que tienes una reunión importante sobre la boda? - preguntó mi madre.
- ¿Pero está literalmente programado para ahora? - Yo pregunté.
- No, pero llevas una hora en la empresa. - Ella dijo.
- Puedes dejarlo, la llevaré en el momento indicado. - dijo Bryan.
- Mi padre fue a buscar algo arriba, ¿vamos ahora o no? - preguntó Aisha, acercándose.
- ¡Buenos días a ti también Aisha! - dijo Bryan.
- Buenos días, aburrido. - Ella dijo.
- Ve rápido y no tardes. - Dijo mi madre.
- Y ten cuidado con mi hermana en esa moto tuya. - dijo Aisha.
- Puedes dejarlo, soy un gran piloto.- Dijo.
- Vamos, que aquí estamos perdiendo nuestro poco tiempo libre. - Él dijo.
- Vamos. - Dijo y nos fuimos.
Caminamos hasta su bicicleta y me entregó mi casco.
- Asegúrate de no correr demasiado. - Él dijo.
- No prometo nada. - Dijo subiéndose a la moto.
- Estúpido. - Dijo dándole una bofetada.
- Sube pronto. - Él dijo.
- ¿Para donde vamos? - Yo pregunté.
- Cuando lleguemos lo sabrás. - Él dijo.
- ¡Usted es muy aburrido! - Dijo subiéndose a la parte de atrás.
- Y tienes mucha curiosidad. - Él dijo.
- Vamos luego. - dije y rodeé su cintura con mis brazos.
- Agárrate fuerte. - Dijo y se fue con la moto.
Aproveché los pocos minutos del viaje para extrañar a Bryan, me aferré fuerte a él mientras conducía.
Después de un rato, disminuyó la velocidad y comencé a notar el lugar donde nos deteníamos. Cuando reconozco el lugar me sale una enorme sonrisa.
Detiene la bicicleta y rápidamente me bajo y me quito el casco.
- ¿Qué estamos haciendo aquí? - Le pregunté sonriéndole.
- Necesito mostrarte algo que hice. - Dijo bajándose de la moto.
- ¿Que hiciste? - pregunté emocionado y le entregué mi casco.
- Algo que te encantará. - Él dijo.
- Me estás poniendo ansioso. - Él dijo.
- Vamos a entrar. - Dijo y abrió el portón de nuestra casa.
Entramos y ya nos dimos cuenta de que la renovación estaba casi lista.
- No puedo esperar a que nos casemos y nos mudemos aquí. - Él dijo.
- Yo tampoco. Vamos, lo que tengo para mostrarte está en nuestro patio trasero. - Dijo y entrelazó nuestras manos y me jaló hacia atrás.
Tan pronto como llegamos atrás tenía una gran sonrisa.
- ¿Construiste tú sola una casa en el árbol? - pregunté emocionado.
- Sí, de hecho Thomas me ayudó.- Dijo.
- Quedó linda. - Dijo emocionada.
- ¿Recuerdas que dijiste que querías que nuestros hijos tuvieran una casa en el árbol para jugar? Está listo. - Él dijo.
- Recuerdo. ¡Fue increíble! - dije y lo abracé.
- ¿No quieres subir? - Preguntó sonriendo.
- Por supuesto que quiero. - Dijo emocionada.
Él subió primero y luego me ayudó a subir.
Miré a mi alrededor, encantada por todo, y se me abrió una enorme sonrisa.
- ¡Es perfecto! - Él dijo.
- Me alegro que te haya gustado, mi amor. - Él dijo.
- ¡Yo amé! - dije y me acerqué a él y lo besé.
Nos sentamos y yo miré todo, imaginándome ya a nuestros hijos jugando aquí.
Empezamos a hablar de nuestros planes de boda y luna de miel, y también de nuestros futuros hijos.
Perdemos la noción del tiempo durante las citas y nos asustamos cuando escuchamos pasos.