Capítulo 7
Gabriela Aceituna
No tardo mucho en llegar a la fiesta, la música alta me guía. Cuando llego veo a unos jóvenes besándose y otras cosas, entro a la casa y tengo dificultad para caminar porque hay mucha gente.
Noto a algunas personas que conozco, son menores de edad en una fiesta con bebidas y drogas, si drogas, apenas entré a la casa pude oler el horrible olor. No me importa porque es su vida y hacen con ella lo que quieren.
Ni siquiera se donde esta la cocina pero vuelvo porque estoy muerto y necesito una bebida fría, mientras estoy tomando una cerveza que encontré en el refrigerador escucho voces alteradas como si alguien estuviera discutiendo o algo así. similar, no presto atención y voy a la sala y junto con los demás.
Sólo quiero bailar y divertirme, beber hasta no recordar cómo llegar a casa, hacer alguna locura, claro que eso no causa un daño permanente si me entiendo a mí mismo. Un chico se une a mí y bailamos juntos, algunas manos tontas las aparté, él parece entender así que no presté atención. En algún momento escucho voces elevadas como si se estuviera gestando una pelea en alguna parte.
Como solo unas pocas personas decidieron ir allí, pensé que era una cosa pequeña y que no valía la pena ir a verla. Sigo bailando sola ahora porque el chico ha desaparecido, a mí tampoco me importa, no necesito un hombre para divertirme. A medida que pasaba el tiempo, hacía aún más calor debido a la multitud, decidí ir a la cocina a tomar un poco de aire.
Vuelvo a escuchar las voces alteradas pero ahora en el último piso, parece ser una pelea en el mismo momento se abre la puerta y entran unos hombres con no muy buena cara y "rebuscan" el lugar con la mirada y suben las escaleras, yo. Podría jurar que vi un arma en la cintura de uno de los tipos.
Nadie pareció darse cuenta, tuve un mal presentimiento tan pronto como subieron, no sé qué pasó, nunca había tenido eso antes. Lo dejé a un lado, terminé mi bebida y salí al jardín afuera. casa encontrando a un joven fumando no sé qué era, solo sé que el olor era horrible.
-¿Quieres probarlo?
Pregunta cuando me mira.
-Paso, gracias.
Hablo y él se encoge de hombros, poniendo lo que sea que sea en sus labios y tragando de nuevo.
-¿Sabes quiénes fueron los chicos que entraron vestidos de negro siguiendo a un chico y subieron las escaleras?
Pregunto y al mismo tiempo deja de tragar la cosa que tiene en las manos y me mira asustado.
-¿Unos tipos altos, con cara de criminales, con traje y toda esa ropa de mierda de mal gusto?
Pregunta asustado.
-Sí.
Confirmo y tira lo que tenía en sus manos al suelo y lo apaga con el pie luego de levantarse rápidamente.
-¿Qué fue?
Pregunto porque se levantó tan rápido que me asusté.
-Necesito salir de aquí y tú deberías hacer lo mismo.
Date prisa y me pierdo.
-¿Por qué debería huir?
Pregunto porque no entiendo el miedo que siente este hombre.
-Estos tipos son peligrosos, el dueño de la fiesta se lo debía a este tipo. Recientemente descubrí que él es parte de una mafia italiana que está haciendo negocios aquí en los Estados Unidos y creo que sé lo que vino a hacer aquí.
Dice buscando algo en sus bolsillos.
-¿Y qué puede hacer?
Le pregunto y él me mira.
-Si pierde los estribos, lo cual sucede fácilmente, mata a todos en esta fiesta y se acaba. A él no le importa si no tienes nada que ver, mueres igual. Por eso te recomiendo que salgas antes de que la mierda explote y dependa incluso de ti.
Dice caminando hacia el costado de la casa.
-¡Buena suerte!
Él grita y luego ya no escucho sus pasos.
Terminé quedándome solo afuera de casa así que entré por la puerta de la cocina y tomé otra cerveza, ¿este loco está diciendo la verdad? Parecen salidos de una película de la mafia italiana con esa ropa, vi una pistola en la cintura de uno de los tipos, podría estar diciendo la verdad o está tan borracho que no dice nada.
Estoy pensando si debo creerle o no, que buena la fiesta, caos y caos y solo estoy viendo todo desde el palco lo que realmente quiero es ver putas peleando, son mis favoritas, ver. Dos chicas peleando, abofeteándose y tirando del pelo es muy divertido. Tengo que confesar que he estado en fiestas más animadas, miro las escaleras que subieron los chicos y veo a Cristian con su abrigo en las manos y parece estar huyendo de algo.
-¿Viste un fantasma?
Pregunto, riendo porque tiene una expresión de miedo en su rostro.
-No, pero alguien se convertirá en uno pronto.
Dice buscando algo en sus bolsillos.
-¿De qué estás hablando Cristian ?
Pregunto porque estoy confundido.
-Hay unos tipos arriba en la habitación de invitados, echaron a dos personas que estaban teniendo sexo en la habitación y cerraron la puerta dejando solo a dos tipos enormes frente a ella. Escuché algunos gritos de auxilio, algunas palabrotas hasta que escuché la mierda que hizo el tipo, le debe una mafia a Gabriela , una mafia peligrosa.
Dilo y recuerdo lo que me dijo ese tipo, me dijo que me fuera antes de que la mierda explotara y hasta dependía de mí.
-¡Mierda!
Hablo y Cristian me mira.
Gabriela Aceituna
Me metí en una mierda bastante grande, tengo que empezar a escuchar mi lado racional antes de hacer cualquier cosa.
-¿Qué fue?
pregunta Christian .
-Un chico me dijo que estos tipos eran peligrosos y que mejor me voy antes de que explote la mierda y hasta dependa de mí.
Hablo apoyado en la encimera de la cocina y al mismo tiempo escucho disparos, sí disparos.
-Bajar.
Dice Cristian y nos escondemos detrás de la isla de la cocina.
-Tranquilizarse.
Pregunté y lo hago.
De repente más disparos, gritos de terror, gente corriendo, pisadas de zapatos de vestir sobre la madera.
-Vamos.
Cristian mientras toma mi mano y me lleva a un lugar.
-¿Adonde?
Pregunto y no tengo respuesta.
Cristian entra por una puerta y la cierra apenas entro, está oscuro y Cristian busca algo que no sé que es.
-¿Qué vas a hacer?
Susurro y no obtengo respuesta.
-¿Aún queda alguien en la casa?
Dice un chico con voz espesa y aterradora y me doy cuenta que están frente a la puerta por la que entramos.
-Ayúdame aquí.
Escucho decir a Cristian y me doy la vuelta encontrándolo empujando unas cajas debajo de una ventana. Corro hacia allí y lo ayudo a empujar, Cristian se sube encima y abre una ventanita y mira hacia abajo.
-No es tan alto.
Dice y escucho pasos acercándose a la puerta.
-Vamos Cristian , si nos encuentran estamos muertos, literalmente.
Hablo y lo veo mover una pierna hacia el otro lado de la ventana.
-¿Es seguro?
Pregunto y obtengo una cara fea en respuesta.
-¿Quieres quedarte aquí e irte a casa en un ataúd o quieres saltar y descubrir si es seguro o no?
