CAPITULO 21 “Conociendo a la familia.” (Segunda parte)
(Enero 08, 2016 Rancho Flecha Rota, Dallas, Texas.)
(Victoria Ángel Ivanna Jhons)
Ya estamos preparándonos para regresar a casa al menos por unos días, espero que a Montana si podamos viajar solos. Quiero mucho a mi familia, pero en verdad abruman.
Todos partirán rumbo a Nueva York ya que estamos a ocho de enero y el diez tenemos la subasta de modas a la que no podemos faltar.
Alex ya acepto que iremos por carretera y Maritza tiene el vestido perfecto para mí, o eso dijo.
Jilguero y su hija Flor se harán cargo de las casas del rancho, Charly era el capataz de Chase y se quedará como Capataz de “La Flecha Rota”, Steve mando a Manuel con ampolletas de semen de Shetán para inseminar a ocho yeguas y este se quedará hasta comprobar que las yeguas están preñadas.
No envió a Shetán pues está cargando unas yeguas y quedo de enviar a Tornado como semental a “La Flecha Rota”, estaría bajo el cuidado de Manuel por unos días hasta que Charly y José aprendieran a tratarlo.
Hemos terminado de desayunar y ya todos están listos para partir, ellos irán a Dallas a perder el tiempo pues su avión no podría despegar hasta después del mediodía y son las nueve pasadas, mientras que para Alex y para mi hay un viaje de mil quinientas cincuenta y cuatro millas hasta Nueva York. Es obvio que nos quedaremos en casa de Carlo, en la habitación de la torre.
Por lo que Alex y yo partimos una vez que parte del equipaje estuvo listo y cargado en el maletero del Lamborghini, el resto irá en el avión con los demás, por lo que iniciamos nuestra larga travesía a las nueve y media de la mañana, un viaje que supuestamente duraría veintidós horas y cincuenta y seis minutos, claro si condujera a setenta millas por hora, pero como no lo hare, será mucho más corto.
Paramos a la salida de Dallas a repostar combustible y no volvimos a parar hasta tres horas después, tras avanzar más de trescientas cincuenta millas, ya estábamos en Arkansas, en un lugar llamado Rockport. Comimos un poco y estiramos las piernas y tras parar por treinta minutos a la una de la tarde volvimos a la carretera y no volvimos a parar hasta las tres de la tarde para repostar combustible y comprar unos refrescos, ya teníamos recorridos setecientas ochenta millas, ya habíamos pasado Memphis.
Para las siete de la tarde paramos a repostar combustible y cenar algo ligero, para ese momento ya teníamos recorridas mil doscientas veinticinco millas y estábamos cerca de Roanoke, Virginia, quedándonos un viaje de trescientas veintinueve millas por delante.
Así que una vez que nos unimos al tráfico, acelere y para las nueve y media de la noche estábamos llegando a Nueva York, aun me faltaba entrar en la abarrotada ciudad y conducir hasta la casa de Carlo que ahora se llamaba “El Refugio de la Reina”
Cuando llegamos, todos estaban esperándonos ansiosos pues escucharon que en la carretera había un atasco enorme debido a que un auto que circulaba a gran velocidad se había estrellado con otro vehículo impactado aun tercer haciéndolo explotar en llamas, esto a la altura de Harrisburg.
-Tranquilos todos sí, es fácil confundirse si solo dice auto a gran velocidad, pero debió ser después que pasamos pues, nosotros pasamos por Harrisburg hace ya mucho rato. - les digo a todos que se me habían echado encima como si no me hubieran visto en años.
-Vez porque no quiero que corras!- me dice Alex
-Amor, tú crees que, si algo nos hubiera pasado, ¿se habrían enterado por las noticias? - le pregunto a Alex mirando a Fred.
Este se ríe y niega con la cabeza, diciendo solo
-Drones. - Alex asiente y se ríe.
-Han cenado?- pregunta Carmelina
-Si hace ya un rato, lo que necesito es una cama cómoda, después de conducir todo el día y evitar chocar con uno que otro idiota que no sabe que el carril de alta velocidad no es para conducir a veinticinco millas si no a más de setenta y cinco millas, necesito descansar. - les digo
Todos ven a Alex y este se encoje de hombros diciendo.
-es su auto y no me dejo conducir.
-Claro que no, tu no me prestas tu camioneta- declaro con un puchero
-Ya mi pequeña, podrás tomar la camioneta cuando quieras, anda vamos a que te des un baño y a la cama, mañana estarás ocupada con los últimos detalles del evento. - dice Alex
-Porque esta tan sensible?- pregunto Carlo
-En unos días cumple años y aun no hay arreglos para su cumpleaños.- dice Alex.
-Quien dice que no se han hecho preparativos para su cumpleaños, si ya hasta tengo confirmadas algunas asistencias.- dijo la Tía Heather
-Pero si no te había dicho nada, todo va retrasado para celebrarlo en “Heaven”. - le digo
-En “Heaven”? pero Adele me indico que sería en “Doce Robles” y se festejará desde el sábado veintitrés y el domingo veinticuatro con cenas y bailes y el veintisiete será solo la familia. - dijo Tía Heather
-Si ya está todo listo, los pasteles, la orquesta, la iluminación, eso sí cancelamos los fuegos artificiales no queremos despertar otro oso. - dijo la tía Nancy
-Así es, tendremos casa llena, y algunos vecinos amigos de Lady Adele van a ayudarnos hospedando a otros. Los demás ya han arreglado quedarse en un hotel.- dijo la Tía Patrice.
-No te preocupes querida, todo estará listo y será espectacular para tu cumpleaños.- dijo Lady Adele
-Ves no tienes que preocuparte por tu fiesta de cumpleaños, todo está listo y yo estoy a tu lado.- dijo Alex
-Lo sé, es que a veces…
-Si, no puedes controlarlo todo, pero tienes una familia muy grande que te ayuda y te apoya, anda vamos a que descanses; familia los vemos por la mañana, esta señorita debe dormir.- dice Alex cargándome, haciendo que enrede las piernas en su cintura.
Así me llevo hasta las escaleras, en donde pensé que me bajaría, pero no lo hizo y al ver Carlo, Aldo, Vito y Fred que no me bajaba, nos rodearon, por si perdía el equilibrio, y así poder detener nuestra caída.
Cuando llegamos a la habitación, todavía había que subir a la parte de arriba de la torre, lo que hizo Alex con mucho cuidado.
Al dejarme en la cama y ver que los cuatro seguían en la puerta escucho a Alex preguntar
-Acaso creen que no puedo cargarla, pero si pesa menos que una mochila de equipamiento de despliegue completo y pesan poco más de cuarenta y ocho kilos.- yo suelto la carcajada y todos me ven
-Es cierto, yo solo peso cuarenta y cinco kilos.- veo a Aldo murmurar algo y todos salen dejando a Aldo cerrar la puerta.
-Bueno princesa voy por las maletas, tú metete a bañar
-Bien.- le respondo corriendo al baño.
Preparo la tina con agua y le agrego aceite a fin de perfumarla y me sumerjo en ella, no estoy sucia ni sudada, ya que solo conduje pero la tensión producida por conducir trece horas es mucha, lo bueno es que al correr ahorre poco menos de diez horas de viaje, sino mañana estaríamos molidos tras otra jornada al volante tras pernoctar en algún lugar en la carretera.
No escuche entrar a Alex pero si sentí sus manos en mis hombros, me estaba quedando dormida en la tina llena de agua.
Me ayudo a salir, pobre sé que me ama y me lo demuestra al respetarme aun cuando ya me ha visto desnuda más de una vez, se lo estoy haciendo pasar fatal, lo sé y más cuando puedo notar las reacciones de su cuerpo.
Una vez fuera de la tina, me deja sola para que haga mi rutina y ya vestida con mi camiseta larga de “Hello Kitty”, me lleva a la cama y me arropa, lo veo entrar al baño, trato de esperarlo despierta pero me quedo dormida.
Cuando despierto al día siguiente tengo la espalda pegada a su pecho, sus brazos a mi alrededor y su cabeza en mi cuello.
Tengo ganas de ir al baño por lo que salgo con mucho cuidado de su abrazo y voy al baño, me doy cuenta que los cambios que sugerí se hicieron. Vuelvo a la cama y veo que Alex se enderezo por lo que esta boca arriba, me acerco despacio, sentándome sobre su vientre y le doy un beso ligero, tratando de despertarlo pero no despierta.
Me acerco otra vez a él y le digo al oído.
-Amor despierta.- y le doy un beso en la mejilla, pero él no despierta. Vuelvo a acercarme a él dispuesta a darle un beso, cuando siento que me aprieta contra su pecho respondiendo a mi beso, convirtiendo un beso ligero en uno largo, profundo y apasionado. Siento como se gira dejándome debajo de su cuerpo, mientras sigue besándome.
-MMM, que deliciosa forma de despertar.- dice Alex contra mis labios
-Si a mí también me gusta.- le respondo
-Que hacías levantada?
-Fui al baño, pero quiero quedarme en la cama otro rato más.- le digo
-Pues ven, que se enfría.- dice levantando las colchas; yo me acurruque entre sus brazos y él me cubrió con las colchas, Pero todo lo bueno no dura y como era de esperarse comenzó la procesión hacia nuestra habitación. Primero llegaron Mamá Victoria y la Abuela Adele para saber porque no habíamos bajado, como ellas tampoco bajaban, llegaron mi madre, María, Helena y Tía Heather, y minutos después llegaron Amalia, mis otras tías y Carmelina, ya las había visto pero como Alex se había vuelto a quedar dormido y yo estaba muy cómoda las ignore.
Todas nos veían con cara de “Que Ternura” hasta que supongo al ver que ninguna de las mujeres bajaba, entraron Pietro, mi padre y mi abuelo seguidos de Aldo, Vito, Fred y Carlo seguido por Gio. Y es cuando los escucho hablar.
-Porque demonios tardan tanto.- pregunto mi padre al entrar
-Shhh, los despertaras.- le regaño mi madre
-Pero ya es muy tarde!- dijo mi padre
-Que te calles Richard.- lo regaño Mamá Victoria
-Ahora entiendo porque duerme tan a gusto.- dijo mi madre
-Yo también.- comento mamá Victoria
-Lo que yo veo es que duerme mejor con Alex que con Tedy.- dijo la abuela Adele
-Porque mejor no salen de la habitación y me, no corrijo nos dejan dormir.- les digo abriendo un ojo
-Estas despierta? – pregunta mi madre
-Pues sí y más si entran como manada de elefantes!- les digo
-Cariño si no vinieran a ver porque no hemos bajado, no serían tu familia.- dice Alex abriendo los ojos
-Desde cuando están despiertos?- pregunto la abuela Adele
-Yo desde que entraron.- les dije
-Y yo desde que ella se reacomodo tratando de ignorarlas.- dice Alex riendo
-Que niños estos, una preocupada y ellos ignorándonos.- dijo Helena
-Helena, si usted no se preocupara, dejaría de ser usted, además sabe que nos quiere así o no?- le pregunto haciendo un puchero
-Sabes que si mi niña, bueno los dejamos dormir pero no mucho, hoy hay mucho trabajo que hacer.
-Lo sé, Helena podrías pedirle a Maritza mi vestido para mañana y no sé si Ferdinando tenga mi bolso y los zapatos, además no se si pedirle un abrigo a…
-No te preocupes mi niña, yo me encargo tu solo cuida de tu hombre, ahora todos abajo que mi niña necesita su sueño de belleza.- me interrumpe Helena, sacando a todos de la habitación.
-Otra Niñera?- pregunta Alex
-No, otra Nana- le respondo sonriendo.
Estuvimos un poco más en la cama, pero no pudimos volver a dormir por lo que nos levantamos y nos bañamos, obvio por separado, una vez vestidos y abrigados bajamos a desayunar, eran las diez de la mañana.
Se dieron los últimos toques a la subasta y el ensayo con las modelos; resulto que teníamos veinticinco diseños exclusivos de Maritza y otros veinte enviados por diferentes diseñadores, como Donatella, Jacobs o Dona Kara, hasta dos hermosos vestidos de Vera Wang, uno de fiesta y uno de novia, todos tenían precio de venta directa y como era obvio para la subasta se usó ese precio con un descuento del veinte por ciento para marcarlo como precio de salida. Eso solo hablando de vestidos pues Jacobs envió zapatos y bolsos, también Ferdinando había enviado zapatos y bolsos diseñados para el evento y Francesco había enviado abrigos, chaquetas, Chalinas y capas diseñadas exclusivamente para ese día, al final del ensayo teníamos más de cien artículos en el catálogo de la subasta o para su venta directa claro. Federico el esposo de Maritza se hizo cargo nuevamente de los catálogos y se esmeró en marcar el precio de venta directa y el precio de arranque en la subasta, las fotografías eran impecables.
A pesar de que todo estaba listo, el día fue agotador, pues entre el ensayo, el organizar y aprobar el lugar de las mesas de bocadillos y bebidas, el corregir la iluminación y decidir el tipo de peinados y maquillaje que las modelos llevarían en verdad fue estresante.
A las seis regresamos a casa de Carlo y otra discusión a muchas voces comenzó. El de mi fiesta de cumpleaños, la cual se suponía que ya estaba lista y en espera de suceder, pero como se habían agregado invitados, entre ellos los Ewing y todos los de la reservación, había que alquilar un hotel en Virginia para los que viajaban.
Cuando entre todos comenzaron a hablar de alquilar este o aquel hotel me alarme, pues desconocía la cantidad de invitados, por lo que pregunte.
-Perdón pero a cuantas personas han invitado que necesitan todo un hotel?
-Un hotel?- pregunto la Tía Patrice
-Querida casi todos han confirmado y ya vamos para el tercer hotel.- dijo la Tía Heather
-Que? Pues cuantos invitados son?
-Contando a la familia, amigos y conocidos, entre todas son casi tres mil quinientos invitados.- dijo Tía Heather viendo sus anotaciones
-Solo tres mil quinientos, es acaso que han invitado a la Reina de Inglaterra?- les pregunto y todas se vieron entre sí y la Tía Nancy se atreve a responder
-Creo que no!, deseas que los invitemos?- escuchar la pregunta hace que Alex, Fred, Aldo y Vito, así como Papá suelten la carcajada al ver mi cara, la cual es todo un poema.
-Pero como es que le vas a invitar si yo ni le conozco y dudo que Lady Adele aun con toda la importancia social que tiene, los conozca en persona, cielos que han hecho, se supone que es solo mi fiesta de cumpleaños no una boda real.- digo exasperada
-Tranquila cariño, tus tías y tu bisabuela conocen a muchas personas y tu como sucesora de Lady Adele debes conocerlos a todos o se ofenderán, además los necesitaras para los futuros eventos de caridad.- me dice Alex tratando de calmar las aguas.
-Lo sé, pero entre más gente aristócrata, menos me voy a divertir y es mi cumpleaños.
-Hagamos el sábado y el domingo una fiesta para la alta sociedad y el miércoles veintisiete, tu cumpleaños algo para ti, que deseas? – pregunta Alex, viendo que todo esto me está abrumando.
-Una piñata, un pastel y muchos juegos.- le digo sabiendo que es una niñería. Alex asiente diciendo.
-Si eso quieres eso tendrás.- Y vi como rápidamente tía Heather comenzaba a tomar notas.
Y ahora que estarán planeando? Solo de pensarlo me da terror y se supone que la loca de esta familia soy yo, pero cuando todas las señoras se juntan me superan por mucho.
