Librería
Español

La Única Chance

62.0K · Completado
Aligam
55
Capítulos
114
Leídos
9.0
Calificaciones

Sinopsis

Él, dueño de una de las oficinas más importantes de Nueva York (Jonas&law) heredó de su padre, respeto, encanto, sexy, extrovertido y franco. Si Andrew Jonas tiene algo que decir, lo dice sin importar las consecuencias. Ella le hará comprender que las palabras pueden tener peso y que pocas palabras pensadas pueden herir. Ella, una chica italiana que se mudó a Nueva York para buscar trabajo tras licenciarse en Derecho. Grace Anderson es conversadora, bella, viajera y extrovertida, le encanta decir las cosas como son pero siempre con respeto y cortesía, sabe que las palabras pueden herir por experiencia personal. Ella afrontará una entrevista de Jonas&law, pero ¿qué pasará cuando los dos protagonistas se encuentren? Tienen personajes aparentemente similares pero no es así en absoluto, son dos bombas de tiempo y si tocas el botón equivocado pueden explotar y crear desastres. Su historia es amor y odio, tal vez más odio, pero nunca digas nunca.

Matimonio por ContratoSEXOrománticasFamosoPríncipeAmor-OdioCrushAdolescentes

Capítulo 1

Siempre he tenido suerte con el dinero de mis padres, pero mi vida no siempre ha sido fácil.

Muchos piensan que teniendo dinero se puede todo, quizás tengas razón pero no siempre es tan fácil.

Mucha gente me llama especulador aunque no saben que uno se esfuerza al máximo en estudiar y a veces hasta recibe una paliza. Tenía

amigos y profesores en la universidad que no me apoyaban para nada porque 'ella es rica, ella puede hacer todo'.

No funciona así, por mi 'riqueza' si se le puede llamar así nunca me dieron crédito por nada.

He tenido algunas amistades muy tóxicas desde que estaba en la secundaria, nunca me gustó el ambiente escolar, solo asistía para llegar a mi objetivo y vengarme. Muchos de ustedes pensarán que soy un nerd, que no tenía amigos, estudiaba y nunca salía. Pero esta idea es errónea. No me gustaba estudiar, quizás era lo que más odiaba hacer porque lo veía como algo que me quitaba tiempo de mi vida social y de mi vida deportiva, siempre iba a fiestas con mis 'amigos' que me invitaban porque Era el más 'popular' de la escuela a pesar de que yo no me consideraba como tal. Nunca he tenido miedo de expresar mi opinión sobre nada aun sabiendo que voy en contra de las ideas de todos. Siempre he sido yo misma, siempre he sido Grace.

El punto de vista de Grace

Soy Grace, acabo de terminar la universidad y me gradué en derecho, un campo que se ha desarrollado durante generaciones en mi familia. Por fin puedo realizar mi sueño, viajar y hacer lo que más amo. Sueño con trabajar en el extranjero, siempre me ha gustado descubrir lugares más allá de mi frontera territorial y espero que algún día todos mis deseos se hagan realidad. Soy una chica conversadora, a veces, incluso siempre, hablo más de la cuenta. Me encanta decirme cosas en la cara pero siempre con cortesía, ya que siempre trato a las personas pensando siempre en cómo quiero que me traten. No me gustan para nada las cosas programadas, me gusta vivir cada día como si fuera el último, disfrutar la vida haciendo lo que me apasiona y no le tengo miedo a los obstáculos, al fin y al cabo son parte de nuestras vidas. No quiero que mi vida sean sólo programas. Si lo planeé todo, como soy, en cuanto se presente un obstáculo, golpearé la pelota. Poco a poco aprendí a manejar pequeños inconvenientes y mi ingenio siempre me ha ayudado mucho.

Ahora estoy con mi familia para pasar los últimos momentos con ellos antes de partir hacia una nueva aventura. No me gustan las despedidas son tristes, parece que cuando te vas una persona nunca regresa y de hecho por eso decidí ir sola al aeropuerto aunque será muy triste. No quiero despedirme de nadie de mi familia, solo la palabra -adiós- me aterroriza al punto de hacer temblar mi corazón. No quiero ver a nadie llorar porque sino yo también empezaría a llorar. Soy una persona que se preocupa bastante por su familia, ellos son mi apoyo y es gracias a ellos que llegué donde estoy. A veces tengo frío, lo comprendo, pero no puedo evitarlo. Mi carácter es así, tiendo a alejarme cuando una persona me lastima, actúo por impulso. Me culpo por dejar que esa persona vea mis debilidades. Tengo aspectos de mi carácter que necesitan madurar, me doy cuenta de eso, pero sé que tengo que crecer para cambiar.

El verano ya casi termina y en unos días tendré que hacer la maleta.

Ya encontré un apartamento para quedarme, es muy luminoso y lo suficientemente grande como para que viva una persona. Sé que vivir sola ya es bastante difícil pero incluso vivir sola y en otro continente me da un poco de miedo, siempre he sentido la necesidad de tener mi independencia, no es que mis padres no me la den, necesito tomar mi espacio y finalmente sentirme una persona realizada. Quiero tomar vuelo, volar con mis alas y llegar lejos.

Decidí irme después del verano ya que los meses de septiembre y octubre son en los que encuentras trabajo más fácilmente además porque Nueva York es una ciudad muy grande así que no creo que me resulte difícil encontrar trabajo con un salario. que también me permite quitarme los caprichos de los más pequeños.

Nací en una familia de abogados, ya era el destino que siguiera los pasos de mi familia pero nunca nadie me ha obligado a tomar el camino de la justicia. Siempre he estado sola en casa, mis padres siempre estaban en compañía (Anderson Abogado) o cuando estaban en casa estaban ocupados realizando prácticas en la computadora aunque nunca me quitaban la atención ni me hacían sentir abandonado. Mis padres, a pesar de estar muy ocupados, eran muy atentos incluso cuando no estaban en casa, mamá me dejaba comida antes de salir al trabajo y papá siempre se aseguraba de que tuviera algo de dinero por si quería salir a caminar con amigos.

Son muy buenos en su trabajo, siempre han satisfecho a sus clientes y siempre han sido profesionales incluso cuando estaban en la oficina con toda la familia.

- Grace estamos orgullosos de ti y de lo que te estás convirtiendo - me dice mi padre con un brillo que aparece en sus ojos nada más mirarme.

- Aunque lamentemos que te vayas, siempre estamos aquí y la oficina siempre está a tu disposición - dice mi madre. Ella no quiere que me vaya, tiene miedo de que nuestro vínculo se derrita, por eso siempre me ofrece un lugar en la oficina aunque no quiera. Rechacé voluntariamente el puesto que me dieron, no quiero descuentos, tengo que ganarme cosas.

- mamá, sabes que quiero realizarme, no quiero depender de mis padres.- digo en tono decidido para hacer entender que no hay nada que pueda hacerme cambiar de opinión.

Salgo de la piscina de casa y voy a buscar una toalla para tumbarme en la tumbona y ponerme al sol.

Mi familia es rica pero no alardeo de lo que tengo. No me gusta que la gente pueda sentirse culpable. No me gusta mostrar que visto de diseñador o que mi lápiz labial es Chanel, simplemente porque no me importa que otros puedan ver mi -riqueza-. Odio a la gente que muestra lo que tiene sin restricciones. Quien hace alarde no es realmente rico.

He visto gente así en la universidad desde que asistí a una universidad privada, pero eso no significa que obtuve lo que tengo sin esfuerzo. Tuve que estudiar mucho para graduarme.

El punto de vista de Andrés

Soy Andrew Jonas, ahora administro la oficina de papá heredada de años. Quizás ni siquiera debería llamarlo así.

Me gradué en Derecho con matrícula de honor aunque estudiar nunca ha sido mi mayor pasión. Mantener la cabeza en los libros no es algo para mí. Cuando obtuve mi título me quedé asombrado, ¿quién hubiera esperado que yo, Andrew Jonas, me graduara con honores?

Siempre planifico todo, siempre me gusta ser organizada y no me gustan las cosas repentinas. Odio las cosas desorganizadas, cada pequeño detalle es importante para mí, pero también tomo en cuenta lo inesperado, esos son cabrones y se esconden a la vuelta de la esquina.

Soy un jefe bastante exigente, quiero respeto y profesionalismo, nadie debe cometer errores, nadie debe ocultarme cosas.

Odio las mentiras. Soy una persona franca, sólo digo una cosa, sin pensar en las consecuencias. No le doy mucha importancia a las palabras, aunque mi mamá me lo decía muchas veces. Mis palabras son afiladas especialmente cuando me enojo, en ese momento son armas afiladas listas para herirte.

No recibo órdenes de nadie, me las doy a mí. Después de todo, soy el jefe.

Aunque me encanta viajar, he visitado muchos lugares en mi vida por motivos de trabajo, pero también me permití un poco de relajación. La vida de un abogado es siempre una batalla constante, un combate de lucha libre.

Ahora estoy en la villa de California porque quiero disfrutar de estos últimos días sin preocupaciones entre mujeres y relajación.

Nunca he tenido una relación seria con una chica y, sinceramente, no me importa en absoluto encontrar una. La vida en pareja me distraerá de mis objetivos. No me veo compartiendo toda mi vida diaria con la misma persona. No me gusta decir -para siempre- cuando para siempre nunca será. No quiero sufrir más de lo que he sufrido y no quiero arrastrar a nadie a mi agujero negro, a mi torbellino de pensamientos que dañan a las personas que me rodean.

Admito que sólo he utilizado mujeres para echarme un rapidito, voy a galas a las que mi familia está invitada, siendo conocido, reservaba una habitación de hotel y luego nos traía una chica elegida al azar.

Nunca he traído a ninguna chica a mi casa, nunca la he dejado subir a mi auto, nunca he llevado a ninguna chica a cenar y nunca quiero hacer todas estas cosas. No soy de los que dan cosas empalagosas, flores o chocolates para San Valentín.

Siempre prefiero ser imparcial, no dejo que se filtren las emociones, porque te joden, las emociones te vuelven frágil y vulnerable. También porque cuando creo que puedo confiar en alguien, desaparece de mi vida con un chasquido de dedos. Aprendí mientras crecía, pude seguir adelante gracias a mi mejor amigo Christopher y le estoy agradecida aunque nunca se lo diga, él sabe cómo soy y no espera que se lo cuente. a él. Él conoce cada parte de mí pero nunca lo ha usado para lastimarme, nunca ha traicionado mi confianza.

No digo tonterías, me manifiesto y exijo manifestaciones. ¿Cómo se dice? Verba volant, scripta manent.