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Kit Kat del Jefe

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Muffinschocolat
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Sinopsis

Esta historia contará la vida de Katherine Smith Duarte ella tiene años, mitad brasileña y mitad americana, posee una belleza extraordinaria, una morena de ojos verdes que hipnotizan a cualquiera a su alrededor, y un cuerpo con curvas que ponen celoso a cualquiera, además de ser una persona superespontánea y divertida. Lleva tres años trabajando en la empresa Miller, sería el trabajo de sus sueños si no fuera por el caso de su jefe, desde el día que puso un pie en la empresa ha estado tratando de llevarla a la cama. Adam Miller lo hace y es el tipo de hombre que los consigue a todos, pero nunca a la misma mujer. Hace tres años, cuando Katherine puso un pie en la compañía, Adam creó una obsesión por ella, él siempre intentaba llevarla a la cama, pero ella nunca cedía a sus encantos, y eso solo lo animaba a burlarse de ella cada vez más. Pero él no lo considera amor, piensa que todo este sentimiento que tiene por ella y cachondo y en cuanto llegue a estar con ella todo pasará. Pero sus padres, al ver la vida de soltero tan popular que lleva, piensan que necesita asentarse y convocarlo para casarse dentro de un año, de lo contrario perderá su puesto en la empresa. ¡Y ve allí una oportunidad única! Propondrá a Katherine un trato que beneficiará a ambos. ¿Aceptará ella? Si es así, ¿qué proporcionará todo esto para los dos?

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Capítulo 1 - Kitkat

¿Qué quieres?— dijo con voz soñolienta.

—KitKat ¿cómo sabes que soy yo?— escucho la voz profunda de mi insoportable jefe que, a juzgar por el ruido, está en una fiesta.

—¡Ya te dije que no me llames KitKat!— digo furiosa, me puso ese apodo hace años, sabe que lo odio pero lo sigue haciendo— ¡Di lo que quieras! Yo estaba durmiendo.

—¡Necesito ayuda!—dice.

—¡Dilo justo antes de que te cuelgue!— digo

—¡OK ok! ¡Puede que haya bebido demasiado y haya perdido las llaves de mi coche! ¿Puedes recogerme?

—¡Pídele a una de tus prostitutas que te lleve a casa! ¡No estoy obligado!— digo

—¡Un Kit Kat por favor! ¡No confío en ellos, podrían robar o violarme! ¿Has pensado? ¡Te culparé porque te negaste a recogerme!—dice

—Te vas a sentir violado cuando te meta los tacones en el culo, ¡eso es seguro!—le digo.

—¡Wow Katherine que violencia!—dice haciéndome reír—¡Por favor es en serio!

—¡Taboom me envía la dirección por mensaje y los veo!— digo, ya arrepintiéndome.

—¡Sabía que no rechazarías mi pedido! ¡Te mando la dirección de KitKat!—dice y ya me imagino la enorme sonrisa que tiene al otro lado de la línea.

Enlace desactivado.

Y antes de que pueda decir nada me cuelga

—¡Cabrón!— digo y me levanto de la cama.

Ni siquiera me molesto en ponerme ropa decente, solo pongo una bata sobre mi pijama y agarró un par de pantuflas. Tomo mi celular y salgo de mi departamento, cierro la puerta y me dirijo al elevador y llamó al mismo. Cuando llega el ascensor, presiono el botón del garaje,

mi teléfono celular suena, es un mensaje de Adam con la dirección.

Tan pronto como llego al garaje me subo a mi Jeep e ingreso la dirección de la Balada.

Como es temprano en la mañana, las calles de Nueva York están vacías y llegó rápidamente al lugar. Le envío un mensaje de texto a Adam diciéndole que estoy en la puerta y él dice que está saliendo.

Rápidamente lo veo salir corriendo del lugar y venir a mi auto. Abre la puerta y entra.

—¡KitKat!—dice y sonríe, pero luego ve mi rostro y luego la sonrisa se desvanece— ¡Tienes que reírte más!

—¡Me reiría cuando me despertara por la mañana, feliz y contento de haber dormido toda la noche! Pero no lo haces.

—¡Sé que te encanta mi presencia!—dice y ni me molesto en contestar.

Conduzco por las calles de Nueva York, y pronto llegué al departamento de Adam.

—¡Ya está, señor abusado, está entregado!, digo, deteniéndose en la puerta del edificio.

—¡Gracias, sé que no me decepcionarás! ¡Y si me deja, la despediré!—dice bajando del auto— ¡No se demore, señorita Katherine, sabe que odio eso!—dice con una sonrisa cínica en los labios.

—Adam se va a f...—me interrumpe

—¡Cuida tu lenguaje! ¡O serás castigado por maldecir a tu adorable jefe!—dice y entra corriendo al edificio.

—¡Todavía lo mato!— digo y enciendo el auto y vuelvo a casa.

Tan pronto como entró en mi apartamento, miro el reloj.

—Ya es:, ¡no podré dormir nada!— digo frustrada, tengo que despertarme a las: para poder arreglarse y llegar antes a la empresa.

Me tiro en la cama y pongo mi celular para no llegar tarde.

**********

El molesto sonido de mi despertador me despierta, tomándome superdesprevenida. Voy al baño y me lavó, luego sigo al armario y me pongo un vestido negro de tubo que marca bien mi silueta, me calzo unos tacones rojos y me hago un maquillaje básico para disimular las ojeras, ya que no he podido dormir casi nada, y me pinto con él con el labial morado.

Salgo de la habitación y voy a la cocina y bebo un vaso de agua solo para disimular mi hambre hasta llegar a un snack bar.

Entonces suena el timbre de mi apartamento, voy allí y abro la puerta.

—¿Más que dead face y eso Kat?—me pregunta.

—¿Aún puedes verlo incluso con el maquillaje puesto?— digo dándole espacio para que pase.

—¡No! ¡Pero me gusta molestarte!

—¡Simplemente no te pego para que me gustes!— le digo acercándome a ella que ya está en el sofá.

—¿Y a quién no le gusto?

Esta es Alicia Parker, una pelirroja alta, la mujer más hermosa que he visto, a mi lado por supuesto. Ella es mi vecina y mejor amiga, es abogada y tiene su propia oficina, nos hicimos amigas cuando me mudé aquí, ella ya vivía aquí y me ayudó mucho, así que nos hicimos amigas.

"¿Qué hay para desayunar?", pregunta ella.

—¡Cualquier cosa! Comeré en el camino, ¿de acuerdo?—le pregunto.

—¡Claro!—dijo levantándose— ¿Nos vamos?

—¡Sí!— Tomo mi bolso y luego salimos de mi apartamento.

Vamos al ascensor y cuando llega al garaje ella dice

—¡Necesito que me lleven! ¡Tuve que llevar mi auto al concierto y no me lo devuelven hasta que es tarde!—dice ella.

—¡Todo bien! ¡Te llevo y te recojo!— digo y nos subimos a mi auto.

Estuvimos todo el camino con Alicia cantando, quería estrangular. Por suerte llegamos enseguida al snack bar, pido un croissant y un zumo de naranja natural. Comemos rápido y la llevó a su oficina legal, que está a una cuadra de mi trabajo.

— ¿Almorzamos juntas?— le pregunto cuando se baja del auto.

—¡Sí! ¡Envíame un mensaje cuando te vayas!—dice y yo firmo.

Así que vuelvo a conducir y llegó rápidamente a la empresa, le doy la llave al ballet de la puerta y me lleva el coche al garaje. Entró en la empresa y saludo a todos, que responden cortésmente. Me subo al ascensor y me dirijo a mi piso.

Cuando salgo del ascensor veo a Marta, una señora de unos años que es la mucama del piso

—¡Buenos días Marta!—al fin.

—¡Buenos días señorita!—dice cortésmente.

La secretaria del piso aún no ha llegado, así que voy a la oficina de Adam, ¡que también es mía, por desgracia! Se suponía que mi habitación estaba enfrente de la suya, pero por despecho puso una mesa para mí en su habitación, dice que si me necesita, es más fácil para mí estar cerca.

Entró a la habitación y puso mi bolso en el cajón de mi escritorio, enciendo la computadora y admiro la vista frente a mí, puedo ver todo Central Park desde aquí arriba y todo es muy hermoso.

—¿Admirando la vista Kat?— me sobresalté y me lavo la mano sobre el corazón, me doy la vuelta y veo a Adam parado en la puerta mirándome.

—¡Maldita sea que asustó a Adam!— digo indignada.

—¡Cuidado con tu boca niña!—entra a la habitación y se dirige a su mesa— Además de ser grosero, ya ni siquiera me llama Mister Miller.

—¡Te llamaría, pero me estresas!— digo y vuelvo a mi mesa que está frente a la suya, yo me quedo a un lado y él al otro lado de la habitación.

—¡Ese KitKat me adoras!—dice con esa sonrisita cínica.

—¡Ni siquiera me molestaré en responderte Adam! ¡A trabajar, es mejor!—digo y empiezo mi trabajo, entonces me siento observada, vuelvo mi mirada a Adam que me observa con una sonrisa en el rostro—¡Adam!—gritó.

"¿Qué pasó?", responde.

—Yo trabajo Adán. ¡Va a trabajar! ¡Tienes que pagar mi sueldo!

—¡Ya estoy trabajando Kat!—dice y empieza a leer unos papeles.

*********

El resto de mi mañana transcurrió sin incidentes, a excepción de Adam, que me quita la paciencia. Siguió cantando la misma canción. Sólo para cabrearme.

Di gracias a Dios cuando llegó la hora del almuerzo. Fui a encontrarme con Alicia, nuestro almuerzo fue tranquilo, le desahogo lo de Adam y le dije que algún día lo voy a estrangular, él me enoja mucho y ella teme molestarme diciendo que todavía vamos a ser una pareja. Ella está simplemente loca. Adam no es una persona que tenga relaciones serias y eso ya ha quedado muy claro durante estos años.

Cuando regresé del almuerzo, Adam no estaba en la habitación, así que volví a mis tareas.

Entonces empiezo a escuchar ruidos extraños provenientes del baño.

No sé cómo descifrar qué es, ni quién es. Así que me levanto y voy a la puerta del baño al final de la habitación. Acerco mi oído a la puerta y puedo escuchar claramente, y mis ojos se abren cuando me doy cuenta de lo que es.

Son gemidos.

—¡Ay Kat!—lo escucho decir— ¡Seguirás siendo mía!