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CAPITULO 3

Emma: Tenía que aparentar tranquilidad y le dedico una sonrisa fugas a Erick, le daba repugnancia verlos con esos ojos sobresalidos que mostraban sadismo y esos abundante bigotes alargados que le parecían asquerosos.

Erick: Señorita Emma, esta noche se encuentra muy hermosa”, - la devorándola con la mirada.

Emma: Penso mirando a mi hermana, no puedo decir lo mismo de usted, - “gracias, señor Erick”, - respondí con una helada sonrisa.

Nasir: “Usted señorita Ashley también está preciosa con ese vestido azul” – señaló rozando con su mano el cabello castaño de la joven, dejándola sin palabras.

Elizabeth: “¡Qué atentos estos caballeros!” – alegó contenta, mientras el sirviente volvía a entrar al salón para colocar dos platos más con sus respectivos cubiertos y otro sirviente empezó a servir la comida.

Emma: La cena fue un dolor de cabeza, tanto para mi hermana como para mí, en varias momentos tuvimos que detener y retirar las asquerosas manos que aparecían debajo de la mesa, sentíamos cuando nos tocaban sobre las faldas de los vestidos con intenciones nada agradable, agotadas por los disimulados forcejeos y con ganas de golpearlos, me levantó agarrando a mi hermana de la mano, - “con su permiso nosotras nos retiramos”.

Elizabeth: Las interrumpe, - “niñas no sean descortés con los caballeros”, - con la mirada maliciosa, ya tenía todo calculado - “miren que linda noche, porque no dan un paseo con nuestros invitados con la luz de la luna, así se conocen”.

Emma: No quería crear problema suspiro resignada y sabiendo que pronto se marcharía, miro a su hermana para que aceptara, camino hacia la puerta cuando sintió una manos asquerosas que la sujetaban de la cintura.

Erick: Con una mirada lasciva, - “¿espérame mi preciosa dama?”.

Emma: Escuchar su repugnante voz me tensa, trato de calmarme mientras noto cómo sus dedos me agarraban con fuerza de la cintura, solo puedo respirar profundo.

Los hombres las tenían retenidas con fuerza por la cintura, llevándolas casi arrastrada por él inmenso salón, donde los sirvientes las miraban con gesto de tristezas, ellos salieron hacia el exterior de la casa y las guiaron hacia un lugar oscuro y boscoso, las muchachas por más que intentaron no pudieron hacer nada para mantenerse juntas, cada uno de los hombres tomo a su prometida por caminos diferentes.

Emma: Se le nota en el semblante que está furiosa, quiere alejarse de ese hombre asqueroso y salir a buscar a su hermana.

Erick: Con una sonrisa burlona, pensando que está vez va a lograr su objetivo, - “¿Por qué está enojada mi fiera salvaje?”.

Emma: suspiro para no perder la cordura, trato de responder con tranquilidad porque sé que llevo la de perder - “pienso que deberíamos andar los cuatros juntos admirando la Luna, no es apropiado que estemos solos en un lugar así antes de casarnos”.

Erick: Carcajeándose de la risa – “mocosa déjame disfrutar de tu cuerpo, nunca me ha importado lo que los demás piensen” —con una mirada sádica la somete contra un árbol de roble y comienza a tocarla.

Emma: trato de empujarlo con fuerza sin éxito, este hombre es más grande que yo, gruño, - “¿qué haces?, ¿te has vuelto loco?".

Erick: “Loco me tienen tus ojos azules, déjate acariciar, te va a gustar lo que te voy hacer” – responde mientras la arrinconada más al árbol, intentaba meterle su repugnante lengua en la boca y sus manos luchaban por subirle el vestido – “te voy hacer mía, no te resistas, porque esperar más tiempo si al final serás para mí”.

Emma: Estoy aterrorizada porque me inmovilizo, tengo que buscar la forma de moverme, percibo cómo una mano se introduce por mi escote para tocar salvajemente mis pechos, gritó, - “¡suéltame imbécil!” - furiosa por la impotencia de verse así y observar en la lejanía que mi hermana estaba en la misma situación, vuelvo gritar – "te juro que si no desistes de lo que estás haciendo, no seré consciente de mis actos”.

Erick: agarrado uno de sus senos con la mano derecha trata de asomarlo por el escote del vestido, le susurra - “eres una salvaje que voy a montar y dominar, después que te haga mía, te voy a tener en mi cama desnuda complaciendo todos mis deseos, harás todo lo que a mí se me antoje”.

Emma: “te voy a demostrar lo que puede hacer esta salvaje” - aprovechó que bajo la cabeza a mi cuello y como pude le mordí con impulso una oreja, sentí el sabor de la sangre en mi boca, él se apartó maldiciendo y llevándose las manos a su oreja, provecho para meterle un rodillazo con toda mi fuerza en su entrepierna, lo veo doblado en el suelo gritando de dolor - "¡no volverás a ponerme una mano encima más nunca en tu vida!, si lo haces te cortare las manos".

Al otro extremo del lugar se escuchó un grito de dolor por parte de Nasir; Ashley le dio un pisotón para distraerlo, luego cuando se aflojo de su agarre ella aprovecho y lo empujo con furia, haciéndolo caer sobre unos arbustos espinosos, estos clavándose en él.

Ashley: en el instante que Nasir cayó al suelo, salí corriendo hacia donde estaba Emma, le di la mano y apresuramos el paso hacia la casa.

Cuando entraron asustadas al interior de la casa y comenzaron a caminar rumbo a las escaleras vía hacia nuestra habitación, escucharon una voz a sus espaldas.

Elizabeth: sentada en el sofá esperando por las muchachas, al verlas entrar apuradas, se lavanda y pregunta, - “¿qué ocurre?”.

Emma: con la mirada furiosa y voz alterada - “esos dos hombres quisieron propasarse con nosotras”.

Carlos: estaba sentado al lado de su hermana, al escuchar a Emma, también se levanta, y con voz firme dice, - “recuerden que son sus prometidos, de ahora en adelante tendrán que ser cariñosas con ellos”.

Ashley: con fuego en los ojos y voz sobresaltada – “¡desde cuándo son nuestros prometidos, ellos no son nuestros mates?”.

Elizabeth: sentenció con dureza - “pues sus mates no están para salvarlas, ustedes en unos días se casaran con a Erick y Nasir, nadie lo podrá impedir, menos sus inexistente mates”.

Emma: fui a responder, cuando vio que entraron dos hombres furiosos a la casa, Erick fue directo a ella y le dio una cachetada que la lanzó al suelo.

Ashley: su reacción fue lanzarse encima de Erick, pero Nasir la agarra por el cuello y pego contra una pared, se estaba sofocando cuando su tía interviene.

Elizabeth: “Nasir suelta a Ashley no se verá bien que el día de la boda tenga marcas, caballeros comprendo que estén molestos con estas salvajes y los hagan perder la cordura, pero por favor le pido aunque sólo sea por la memoria de mi queridísimo hermano Harry, que esperen a que estén casados para que hagan lo quieran con ellas.

Emma: tratando de levantarse, y sobándose el trasero, mira a su tía con tristeza, - “¿cómo puedes decir eso?, somos sus sobrinas”.

Elizabeth: Soltó una carcajada, la mira con cara perversa y con voz firme le responde, - “su madre las educo como salvajes, ustedes necesitan disciplina, que mejor que estos dos caballeros para dárselas, ya es hora de que marchen de esta casa que ahora nos pertenece”.

Erick: “será un placer domar a esta fiera y tenerla a mi merced” – se despidió y salió de la casa seguido de Nasir.

Emma: mirándola incrédula por sus duras palabras, - “¿no podemos casarnos a esos monstruos?, ¿son nuestros tíos, porque no nos quieren, no le hemos hecho nada para que traten así?” – dijo acercándose a su hermana que está lloriqueando y con manos masajeándose el cuello.

Elizabeth: “está decidido se casan con ellos, no necesito sus autorizaciones, los ancianos aprobaron la boda y ya se los he dicho ustedes son unas salvajes que no quieren acatar normas”.

Emma: tocándome la cara adolorida - “mis padres no aprobaría esta atrocidad”.

Elizabeth: carcajeo con vanidad, - “no olvides que ellos ya están muertos y quien manda sobre su futuros aquí soy yo; casar a dos mestizas en estos tiempos, no es nada fácil”.

Carlos: sonriendo con malicia dice - “por sus venas corren sangre salvaje, serán dos lobas amaestradas y domésticas”.

Emma: a punto de arrojarse sobre su tío, su hermana se da cuenta y la abraza con fuerza.

Ashley: sollozando, mira a su hermana para que serene, luego voltea a ver a sus tíos y le dice, - “nosotras nos retiramos, estamos cansada por lo sucedido, si nos disculpan buenas noches”.

Sin mirar atrás, subieron las escaleras rumbo a su habitación encontrándose en el camino con Romina su nana, quien sin pensarlo las abrazó, acurrucándolas a su pecho como siempre lo hacía desde niñas.

Romina: “pobres de mis niñas, no sé qué hacer para ayudarlas”. - comento con tristeza

Emma: “no te preocupes, mucho haces con cuidar de Nick, nosotras encontraremos la manera de salir de esta manada de lobos traidores”, - se despidieron de la anciana y siguieron su camino.

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