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2

—¿Y cuando te vas?— Le pregunto su amigo Antoni.

—Esta noche.

—¿Y no pensabas decirnos?— dijo la chica indignada

—Lo estoy haciendo ahora.—elevo una ceja y la observó con fastidio.

—Si, pero se supone que tenemos una relación y...

—Nunca tuvimos una relación — dijo Edan seriamente.— para mí solo fue... Sexo.

—¿Cómo puedes decir eso? Tu me gustas.— dijo ella.

—ese es el problema, tu a mi no me gustas. Tienes un buen cuerpo lo admito— hablo, y luego enfoco su atención en su amigo — Antoni, esto no es lo mío hermano, me gusta tener el control de todo, y lo vainilla...— le dijo haciendo una mueca con los labios y los hombros demostrando desinterés.— definitivamente no es lo mío.

—Eres un imbecil— dijo ella echándole la copa de vino en la cara, ,¿Cómo se le ocurría? Él no podía dejarla, nadie rompía con ella.

—¿Que te sucede Rebeca? ¿Te volviste loca? — dijo Antoni. Agarrándola del brazo y volviendo la a sentar, ya que se había parado cuando le vacío la copa a Edan.

—¿Es que no vez que me está dejando?

Edan saco un pañuelo de su bolsillo y seco su cara, su camisa estaba empapada iba a tener que botarla.

Era una inmadura, ganas no le faltaban de ponerla sobra la mesa y azotarle el trasero hasta que se arrepintiera de lo que hizo, pero lo dejaría pasar, ya no la vería más, ella no le pertenecía, de echo nunca le perteneció y gracias al cielo estaba dejando todo eso atrás.

— Como les dije, me voy, no pienso volver, no voy a fingir que me gustas o que me gusta algo donde es solo apariencias

— Edan, está bien, si es lo que quieres, te deseo un buen viaje.

Edan se levantó de la mesa para irse a su departamento y darse una ducha antes de irse. Pero antes se giró y le hablo a Antoni.

— Deberías dejarle ese culo rojo por berrinchuda.

Rebeca estaba indignada, ¿como se le ocurría decir eso?

— Eres un enfermo...

La dejo hablando sola mientras Antoni la calmaba.

Luego de unos minutos llegó a su casa, se dió una ducha y salió a tomar su vuelo, le daría una sorpresa a su familia, aunque el no era de ser muy emotivo, amaba a su familia, siempre se apoyaban en todo, y la confianza y el diálogo era la base de todo en su familia.

Una vez en su departamento se ducho y vistió para luego sacar sus maletas con sus pertenencias solo tenía dos enormes maletas, el resto de sus ropas, calzados y artículos del hogar los donó, no tenía porque llevar nada más, allá compraría ropa y calzados nuevos, a su corta edad tenía dinero suficiente, no solo obtenidos por su profesión sino también por herencia.

Sus abuelos paternos habían muerto cuando tenían quince años y ya habían pasado casi quince años de eso. Primero murió su abuela y tiempo después su abuelo.

Con sus abuelos maternos fue diferente ambos fallecieron a causa de la pandemia, por más que tuvieron los mejores cuidados en la unidad de UCI no resistieron y murieron, fue un duro golpe para la familia, hace cinco años de la muerte de sus abuelos .

De solo recordarlo le daba melancolía, eran buenas personas, siempre los iba a recordar como los abuelos más consentidores que pudo tener.

Luego de un rato llego al aeropuerto, solo doce horas para llegar con su familia.

Llegaría primero al departamento de soltero de sus padres y aún tenía las llaves del lugar cuando estudio el primer año de universidad y se quedaba ahí.

Luego los visitaría en su casa, sería una sorpresa para todos.

...

Le dolía la cabeza, se había quedado dormido pero por más que estuviera en primera clase era horrible dormir así, medio sentado, por eso detestaba los vuelos largos, solo deseaba llegar y dormir un buen rato, la visita de sus padres iba a tener que esperar, necesitaba  descansar primero.

Salió del aeropuerto y pidió un taxi y me dió la dirección del lugar al chófer.

Rato después llegó al departamento.

—Gracias— le dijo al chófer una vez que bajo las maletas.

Todo está igual que siempre, impecable y tranquilo.

Llamo al ascensor.

—Mierda— dijo moviendo el cuello haciendo que le tronara, realmente le dolía, las puestas se abrieron y un cuerpo choco contra el nada más al abrirse—¿Pero que...?

—Lo siento señor, lo lamento mucho— dijo una joven al ver con quién se había estrellado, si tan solo hubiera estado más pendiente no le hubiera ocurrido eso. Estaba realmente apenada, por lo cual no podía mirarlo a la cara aún, y tenia su cabeza inclinada viendo con mayor interés al piso que al hombre que metía al frente.

—Ten más cuidado la próxima vez que salgas del ascensor, pudiste haberme lastimado. — dijo con voz dura.

¿Cómo era posible que no viera por dónde iba?

Alarmada se atrevió a mirarlo — ¿Le hice  mucho daño? De verdad lo siento señor... ¿Lo conozco de algún lado? Se me hace muy familiar. —Le pregunto después de observarlo por un momento, se le hacía realmente familiar ¿Pero de dónde? Jamás lo había visto.

—No, no nos conocemos, jamás había conocido a alguien Tan torpe en mi vida.— le dijo cruzándose de brazos y parándose en la entrada del ascensor para impedir que volvieran a cerrarse.

— lo siento señor. — paso por su lado bordeando una de las maletas y susurro un  Idiota en español

El la tomo por el brazo para detenerla — ¿Que fue lo que dijiste? — la veía de forma severa, era muy irrespetuosa ¿Cómo se atrevía a hablarle así?

—Que me suelte porque me está lastimando. — ella vio su brazo con su enorme mano estaba  apretándola con un agarre firme, no le dolía realmente pero no quería que la agarrara así un extraño.

Frunció las cejas pensando que podía ser un violador o un asesino, nunca se sabía, había tanta gente con problemas hoy en día.

Vio como la tenía sujeta y la acercó a él con un leve tirón pegándole a su pecho, era realmente pequeña en comparación con su estatura, le susurro al oído— si te vuelvo a ver voy a enseñarte modales— le dijo también en español.

La soltó y entro en el ascensor, vio que tenía los ojos abiertos como platos y temblaba como una gatita mojada, intento contener la sonrisa, se veía realmente tierna.

Ella se giró lentamente y le dijo muy nerviosa— pe.pero yo vivo aquí.

El solo le sonrió de lado— Nos vemos gatita.

Las puertas se cerraron dejandola nerviosa. ¿estaba hablando en serio? No, no podía hablar en serio. ¿Quien en su sano juicio  ofrecía enseñarle modales a un extraño?, y menos de esa forma que lo dijo tan... Pervertida.

Pero lo que más la dejo en shock fue que entendió lo que le dijo en español y lo peor fue que la amenazó en español.

Estaba perdida si dejaba que ese extraño la viera nuevamente, al parecer iba a usar por primera vez su gas pimienta.

Definitivamente era un pervertido, y era mejor evitarlo antes de que cumpliera con lo que dijo, sino iba a tener que mudarse y eso no era una opción, no tenía dónde ir.

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