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Capítulo 5

Realmente no sé qué le hice, porque hasta donde yo sé, el matrimonio fue falso, ¿verdad?

¡O droga! ¡Podría haberse enamorado de Stevon! Necesito hablar con ella más tarde...

El tío Ben me tocó el hombro y me trajo de vuelta al mundo. _Liseth, sé que te parece extraño lo que te voy a contar, pero no te asustes.

Lo miré.

__ ¡Nuestro mundo es increíble! Hay miles de criaturas y seres que lamentablemente los ojos de un humano con la mente cerrada no son capaces de ver... o al menos fingen no ver, por miedo a lo que lo "nuevo" tiene para ofrecer.

__¿Que quieres decir con eso? - Pregunté, ya encontrando extraña la dirección de la conversación.

__¡QUEREMOS QUE HAY LOBOS! ¡Y TE CASARÁS CON UNO!

Kiel apareció en lo alto de las escaleras y bajó gritando, estaba escuchando todo.

No pude evitar reírme.

¡¡¿Lobos?!! ¡Grave! ¡De eso se trató la conversación!

__¡Cual és! Tengo años y sé muy bien que hay lobos y otros animales...

__Ella no se refería a " lobos " como simples animales... - Saly. me interrumpió.

__ Entonces, ¿qué clase de " lobos "?

Pregunté, ya flotando en la conversación.

__ Este tipo... - Dijo Kiel respondiendo a mi pregunta.

Con un ligero impulso saltó desde lo alto de las escaleras y llegó frente a mí. Sus ojos azules tomaron un tono amarillento, sus uñas se volvieron muy afiladas y peligrosas, con su corto cabello rojo un poco más largo y despeinado y algo de cabello rojizo esparcido por su cuerpo.

Eso fue surrealista... no... ¡No podía ! ¿Qué fue eso?

Una vez vencido por el miedo, salí corriendo de la casa, aún escuchando algunas voces gritando mi nombre. No miré atrás, no presté atención a dónde iba, simplemente corrí. Nada más importaba, sólo quería sacármelo de la cabeza.

Después de un rato de correr como loco, se me acabó el aliento y me dolían las piernas. Me tiré al suelo y respiré profundamente. Mi cuerpo estaba temblando.

Mierda... tal vez fue sólo una broma de mal gusto... pero se sentía tan real.

Escuché un ruido y me di cuenta de dónde estaba.

En la Floresta.

Me encogí un poco, mientras el leve ruido de un batir de alas se apoderaba del lugar a mi alrededor. Miré hacia todas partes en busca de algo, cuando una dulce melodía comenzó a sonar.

Era tan tranquilo y perfecto que me estaba calmando. Me sentí más ligero, como si me estuvieran absorbiendo todo el miedo y la desesperación de hace unos minutos. Pequeños puntos brillantes como luciérnagas aparecieron a mi alrededor, haciendo que la melodía aumentara.

__ ¡ Despertar! ¡No dejes que te engañen, sé fuerte!

Una voz me despertó. Abrí los ojos y sólo entonces me di cuenta de que casi me estaba quedando dormido, pero al mismo tiempo estaba despierto. Parpadeé un par de veces y vi a Maxon parado frente a mí.

__Eres muy débil. - Di por mí.

Lo ignoré y me levanté. Ya estaba oscuro y ya no vi luciérnagas .

__¿A dónde se fueron las luciérnagas?- Pregunté confundida, ya que extrañaba la paz que me habían dado.

__ Todavía están por ahí, pero escondidos. Y no eran luciérnagas. - Me respondió mirando a su alrededor, como si estuviera asegurándose de tener razón.

__ ¿Como asi? - pregunté confundida, porque si no eran luciérnagas, ¿qué eran?

__ No tengo que explicarte nada, pero deberías estar agradecido por salvarte la vida. - Dijo con rudeza, haciéndome enojar.

¿Salva mi vida? ¿de que? luciérnagas?

__¿Salva mi vida? - pregunté incrédulo.

__ Sí. De las hadas de la muerte. - Dijo mirándome a los ojos.

Creo que mi cara fría le advirtió que todavía no entendía, porque Maxon puso los ojos en blanco y continuó: __Suelen cantar para atraer presas fáciles. Te distraen con la melodía, como una especie de tranquilizante y te devoran vivo. Al final es una tortura, porque lo ves y lo sientes, pero no puedes hacer nada contra ello. Como si tu cuerpo se convirtiera en piedra. - Habló con tanta naturalidad, como si esa conversación fuera tan común como ver a un político siendo honesto. Empecé a recordar por qué estaba allí y pregunté:

__ ¿Tú también eres como Kiel?

Me miró y se encogió de hombros.

__ ¿Qué significa “ser como Kiel”? - Preguntó confundido.

del " Lobo " ... - Respondí y mis manos ya estaban sudando, aprensiva mientras esperaba la respuesta.

__ No... - Respondió para mi alivio._ ... Estoy mejor. - Completó con una sonrisa torcida y convencida en su rostro.

- ¿Deberia tener miedo?

Pregunté casi en un susurro.

__ Tal vez. - Respondió con una leve sonrisa de reojo.

__ ¿Por qué te consideras mejor que ella? - Tenía la garganta seca y mi voz se ahogaba.

__Porque mi transformación está completa. - Dijo finalmente.

Sopló un fuerte viento que me hizo temblar y me recordó que todavía estaba en pijama y desaliñada. Me sentí avergonzada por esto y traté de arreglarme el cabello, que el viento tenía la gracia de empeorar.

__Vete a casa. Éste no es lugar para ti.

Sentí que la " casa" a la que se refería no era la de Markus sino la de mi madre.

Me dio la espalda y comenzó a caminar. Lo seguí.

__Tal vez. Si tan sólo supiera el camino. - Dijo justo detrás de él.

__No esperes que te acepte de regreso. Si lograste llegar hasta aquí, podrás encontrar tu camino. - dijo Maxon mientras yo estornudaba. Sentí un poco de frío, así que me rodeé con mis brazos tratando de calentarme. Suspiró, se quitó la chaqueta y me la entregó.

__ Vista. - El ordenó.

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