Ella decide

Cristina

— Cristina, luna.... — Dijo Eduardo adormilado en mi regazo.

— Hola Dudu. — Respondí acariciando su cabello rubio, idéntico al de mamá.

Dudu es la copia de mamá, cabello rubio lacio, bracito, ojos claros, boca rosada... en él tengo un poco de la imagen de mamá. Yo soy todo lo contrario, mi pelo es negro, ligeramente rizado, ojos marrones, piel blanca, boca carnosa y rosada, me parezco más a papá.

— ¿Dónde están mamá y papá? — preguntó mirándome a los ojos.

— Se fueron a vivir con papi del cielo mi amor. — respondí y sentí que me ardía la cara, no puedo llorar ahora, tengo que ser fuerte por Dudu.

— ¿Ya no volverán a la luna?

— No, pero algún día volveremos a vivir con ellos – respondí sintiendo una opresión en el corazón.

— Está bien entonces, los extraño. — dijo ya durmiéndose.

—Yo también…— dijo suavemente.

Dirigí mi mirada a la ventana del autobús, era de noche y el cielo estaba nublado, pronto llovería. Estamos de camino a Río. Tengo recuerdos de mis padres, ¿por qué les pasó esto? No entiendo... que mundo tan injusto, se me humedecen los ojos y me permito llorar al recordar el accidente.

Retroceso en:

Estaba en casa con Dudu viendo su dibujo animado favorito, mis padres habían ido a la UPA porque mi madre había estado todo el día vomitando, con dolor de cabeza y fiebre... Era de noche cuando se fueron. Cuando era alrededor de las: en punto recibí una llamada de un número extraño. Contestada:

— ¿Hola quien es?

— Buenas noches, soy Fernanda Maia, Sargento de la policía militar, ¿usted es pariente del Sr. Sandro Alves y la Sra. Maria Alves? — Dios mío, qué pasó, ¿por qué me llamó la policía? Fueron arrestados, señor...

— Sí, soy su hija, ¿qué pasó? — Mi voz salió ahogada.

— Siento informarte, pero tus padres sufrieron un grave accidente de moto, provocado por un coche a gran velocidad que se pasó el semáforo en rojo y lamentablemente fallecieron. Los cuerpos se enviarán al IML para que se pueda llevar a cabo la pericia poco después de la liberación. — Recibí la noticia de la peor manera posible, estoy estática, las lágrimas no caen, y aún sin reacción logro responder:

— ¿Dónde fue el accidente?

— En la intersección de la Avenida Agamenom Magalhaes y Conde da Boa Vista. Según los informes, el conductor que provocó el accidente estaba ebrio y también murió en el lugar. Lo siento, tendrá que presentarse un familiar mayor de edad para firmar la entrega de los cuerpos.

— Gracias por avisarme, buenas noches..

— Buenas noches señora. — fin de la conexión.

Apenas termino la llamada llore, llore y llore mas... Dudu al ver la escena se acerco a mi y me abrazo... que noche es esta? Lo peor de mi vida. Y ahora estoy solo con mi hermano. Como ya era tarde, puse a dormir a Dudu, me duché y lloré un poco más, pasé largos minutos bajo la ducha llorando... Salí de la ducha y fui a buscar mi celular para avisarle lo que había pasado. sucedió. Llamé para informar a la familia que conozco por parte de mi madre y de mi padre... Al igual que yo, todos estaban conmocionados y entristecidos por la noticia, mi tía Elsa me ofreció invitarme a vivir con ella, acepté, ha pasado mucho tiempo. tiempo que no la veo, siempre me trató como a una hija. Esta semana viajaré a Margarita, necesito respirar aire nuevo, necesito tratar de aliviar este dolor que estoy sintiendo.

Retroceso desactivado.

Continuamos por el camino, era casi el amanecer cuando logré cerrar los ojos para tomar una siesta, dormí rápido porque mis ojos ardían por el llanto reciente. Amanecí con Dudu Inquieto para despertar en mi regazo, paramos a desayunar y almorzar, pronto estaremos en casa de la tía Elsa, me asalta una mezcla de dudas, la duda que creo que todos tienen: cómo será ¿de aquí en adelante? ¿Qué me espera en esta nueva etapa de mi vida, donde no tendré mis refugios que tanto amaba?

Cristina

Se han ido: cuando llegué a la estación de autobuses, estaba agotado por este viaje. Fui a una parada de taxis y saludé, uno pronto se detuvo frente a mí. El tipo me ayudo con las maletas y me abrió la puerta para que yo subiera con Dudu que ya estaba durmiendo de nuevo en mis brazos, justo después le dio la vuelta al carro y subió también, le entregué el papel con la dirección y así nos Continuamos nuestro viaje hasta el Cerro de la Rocinha. Al llegar al pie de la colina, el taxi se detuvo inesperadamente.

— Aquí solo puedo llevarla señorita, la entrada está prohibida. — él explicó.

— ¿Pero por qué no puedes subir? no está tan lejos.

— El dueño del cerro no lo permite, desde aquí solo hay que subir y se llega a la dirección indicada en el papel. — affs qué bolsa,

— ¿Cuánto debo?

— R$ , — Le entregué el dinero y le di las gracias, dio la vuelta al auto y me abrió la puerta para que saliera, justo después sacó las bolsas y se fue.

Comencé a subir la colina cuando me sorprendieron dos muchachos armados, cada uno con un rifle.

— ¿Qué quiere un gato así por aquí? — Preguntó uno de ellos y pude ver malicia en su sonrisa.

— Esto no te concierne, ahora déjame pasar y ayúdame con estas bolsas. — dije impaciente.

— Vamos perra, me estás desafiando demasiado, responde ¿qué quieres aquí en nuestra colina? — Aff que fastidio, estos dos buitres no me dejan pasar mientras no hablo, creen que me imponen miedo.

— Llegué a casa de mi tía Elsa, que vive más arriba, ¿ahora me dejas pasar?

Lo vi sacar una pequeña radio de su cinturón y hablar con alguien.

— Jefe.... Aquí hay una niña con un niño, dijo que es la sobrina de Doña Elsa... Está bien, jefe... Está bien...— dijo guardando la radio — Oye, ayuda a este gato a llevar las bolsas allí. a la casa de Elsa.

El chico vino, tomó las bolsas y comenzó a subir la colina. No pasó mucho tiempo y estábamos frente a la casa de mi tía. Le agradecí al niño y llamé a la puerta.. contestó mi tía y en cuanto me vio saltó sobre mi cuello dándome un fuerte abrazo.

— Cristina mía, cómo te extraño, Dios mío, cómo has cambiado, estás tan caliente. — Me sonrojé — Dudu, qué rápido creciste, eres tan hermosa. — Tomó a Dudu en su regazo y se fue hacia la cocina dándole varios Besos a Dudu — Vamos con la tía a hacer una merienda.

— Es bueno estar aquí, tía.

Dudu es tímido, no conoce a la tía Elsa, así que solo hace reír a la gente. Por otro lado, es el tipo de niño que se lleva bien con toda la gente buena. Me sacó de mis pensamientos un huracán llamado Vick saltando encima de mí, haciéndonos caer al suelo y haciéndome gemir de dolor.

— Primo, mi gatita, te extraño mujer, estás demasiado caliente eh, así que estoy celoso.

— Hola prima, te extraño, yo también te amo y esas cosas pero bájate de mí que me estás matando — me obligué a hablar, porque me estaba asfixiando, en cuanto ella se levantó pude respirar aliviado.

— oh lo siento, eres irresistible.

— Entiendo, ¿dónde está Diego? — Pregunté notando que él no estaba allí.

— Primo, está de guardia en el hospital, recién llega por la mañana.

— Así es. — respondí y salimos hacia la cocina donde Dudu estaba almorzando con su tía.

Pasamos un buen rato hablando, recordamos a mis padres, lloramos juntos, eran muy queridos. Entonces decidí ir a la habitación a dormir a Dudu, Vick volvió trayendo las bolsas, le di las gracias y cada uno se fue a su habitación. Le di un baño a Dudu y lo acosté a dormir y poco después hice lo mismo. Estoy muy cansada del viaje, terminé de ducharme y me fui a la cama, no tardé mucho y logré dormir.

— no por favor, no te vayas mami, quédate conmigo — grité angustiado al verla partir.

— hija, ya no aguanto más, no seas así, siempre estaré contigo — dijo, ya muriendo en mis brazos.

— mami. — Llamé — MAMÁ — grité, pero ella no se movió más.

— No te preocupes mi amor, estarás bien, siempre estaremos contigo — dijo papá en sus últimos suspiros.

— Papá, mamá por favor no me dejes....

Me desperté llorando, tardé mucho más en volver a dormir...