Capítulo 3. Noche ante la graduación

Ana

Me levanto corriendo de la cama es viernes y mañana me gradúo!!! Estoy bastante emocionada, obtuvo altas calificaciones en todas las materias.

Después de una ducha, voy a mi armario y tomo unos jeans negros y un jersey de cuello alto beige y una chaqueta de algún tipo de equipo de fútbol.

Mi teléfono comienza a vibrar y veo un mensaje de Emanuelle Taylor y sonrío.

— Hola amor, no podré ir a tu graduación.

Me pone un poco triste porque amo a esta chica. Manu y yo nos conocimos cuando fui a Brasil con mi papá un verano, mi papá y su papá fueron a un club a firmar un contrato y nos dejaron a Manu y a mí juntos, y desde entonces hemos estado juntos, pero ella también vive en Nueva York. Mando un mensaje diciendo que todo está bien.

A pesar de que convivimos con Kate no somos mejores amigas, yo siempre salgo muy temprano por cuestiones de trabajo y Kate ya se va más tarde por sus prácticas de periodismo.

Salgo del apartamento y veo a Paul, la mano derecha de mi padre para todo y que también vela por mí cuando mi padre no está. Abre la puerta trasera y me subo al Audi Q, apenas sube me mira y arranca el auto

— Buenos días Paul, ¿cómo estás? — diego cortés

— Buenos días Ana, todo muy bien. ¿Al aeropuerto correcto?— dice sonriendo y acepto

Hoy tendré que recoger a los grandotes en el aeropuerto ya que ya llegaron, sonrío como una idiota, me encanta cuando me miman. Una vez que llegamos al aeropuerto, Paul detiene el auto y yo salgo del auto mirando a mis chicos favoritos.

— ¡¡¡Pequeñita!!!— gritan juntos mientras salto a los brazos de Nate quien me hace girar y me echo a reír

— Te extrañé mucho— digo, hace meses que no los veo, la última vez fue en el cumpleaños de mi papá

—Nosotros también te extrañamos— dice Nate abrazándome.

— Parece que has crecido un centímetro desde la última vez — dice Enrico y se echa a reír y yo hago una mueca

— Pierdes a tu amigo, pero no pierdes el chiste, ¿verdad?— le digo con sarcasmo

— Esa frase es de Matteo Any — dice Enrico y Matteo se pasa la mano por el pelo rubio jugando al encanto y yo pongo los ojos en blanco

— ¿Nos vamos o te quedas ahí? — digo sonriendo y se apresuran a buscar las bolsas

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Llegamos a la mansión que rentaron para pasar días, que es exactamente como Peter. Después de que los niños terminaron de instalarse en la casa, Enrico me pidió que fuera a un café porque me estaba muriendo de hambre.

— ¿Qué quieres? — dice Enrico

— Um, tomaré un café y un pastel de zanahoria con chocolate si lo tienes— digo sonriendo y Enrico asiente. El pastel de zanahoria con chocolate es una de las octavas maravillas del mundo y el que no esté de acuerdo se equivoca

—Aqui esta tu pastel de zanahoria— dice poniendo mi capuchino y mi pastel sobre la mesa y abro una sonrisa

—Por eso te amo— le digo y me regala una sonrisa que resulta ser hermosa.

—Podríamos hacer esto más a menudo si vivieras en Nueva York—, dice y pone los ojos en blanco.

— Ya te dije que no tengo planes de mudarme allí.

— Pero podría, Anya, lo más fácil para mí es arreglar una cobertura en NY para ti — dice y me abstengo de hablar.

Hace aproximadamente un mes compré un penthouse a minutos del centro de Nueva York, por lo que el apartamento ha estado en proceso de renovación desde que lo compré. ¡Y sí, tengo la intención de mudarme en unas pocas semanas! Pero Nate y yo queremos sorprenderlos, Nate también se muda a Nueva York y estoy muy feliz.

Les diremos a todos en la cena que tendremos en la casa de los padres de Enrico y Matteo el próximo sábado cuando vayamos a Nueva York, y voy a hacer un viaje rápido para ver las renovaciones en el apartamento, que ya debería estar en fase de decoración

— Cualquiera, ¿escuchaste lo que dije?— dice Enrico y me sobresalto

— No — digo avergonzada y con las mejillas rojas

— Estoy diciendo que si vivieras allí siempre podríamos estar juntos, sinceramente no entiendo por qué quisiste venir a Vancouver en lugar de a Stanford.

— Vine aquí para alejarme de mi mamá por un tiempo y Stanford no acepta solicitudes.

— Aún no puedo creer que hicieran administración y arquitectura juntos— dice orgulloso

— Se trata de organización y planificación querida.

— Vamos a casa, ya estoy cansado, ha sido un día largo — dice refiriéndose al viaje

Salimos de la cafetería y nos dirigimos hacia un Audi Q negro estacionado en la acera.

— ¿Te quedarás con nosotros hoy? Di que sí por favor— pide Enrico con los ojos verdes brillando

— Hoy no De Luca, tengo que irme a casa mañana tengo un día bastante largo por delante— digo con una sonrisa cansada

Enrico detiene el coche en la acera y dice que subirá conmigo aunque le he dicho mil veces que no hacía falta.

Abro la puerta y entró, cuando veo que Kate está en el sofá con un hermoso pijama rosa claro, tan pronto como mira a Enrico en la puerta, sonríe y ajusta el pijama, y pongo los ojos en blanco.

— Buenas noches Katherine— dice cortésmente refiriéndose a Kate que casi se derrite en el sofá

— Buenas noches mia piccola — y dice Enrico y me da un beso en la frente y luego se va y yo cierro la puerta

— ¿No te cansas de encontrar un hombre caliente?— dice Kate

— No es mi culpa que mi familia solo tenga gente buena— digo sonriendo y me voy a mi cuarto

Llego a mi habitación y apenas abro el armario veo el vestido que usaré después de la entrega de los diplomas. Es muy lindo, es de satén blanco, no muy pegado y bueno, mis tacones también son blancos, y es un clásico, así que decidí usarlo.

Tomo una ducha y me pongo mi camisa holgada y mis calzas cortas, salto sobre la cama y lo único que se me viene a la mente es Adam Grey, wow apenas conozco a este tipo ¿cómo puede meterse tanto conmigo? Bueno, al diablo, lo dejo fuera de mi mente y me voy a dormir.

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