Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capitulo 6. Una propuesta

Leonardo Moore:

Tan pronto como llego a mi apartamento, pienso en todo lo que me ha dicho.

Si acepta mi propuesta de ir conmigo al cuartel general, puede alejarse de quien quiera y cambiar de opinión, como dijo.

Y tal vez allí pueda conocer a alguien...

Luisa, fue tan profesional hoy antes de que ese ser apareciera y dijera una mierda.

No recuerdo a ninguna de mis secretarias manejando mis citas como ella lo hace.

Eso es todo, necesito a Luisa conmigo. Pero primero quiero saber qué pasó en esa empresa.

Paso mi domingo relajándome, sé que el lunes será estresante.

Y dicho y hecho.

Cuando me desperté el lunes con el molesto ruido del celular haciendo funcionar el despertador, ya me cabreaba.

Me desperté más temprano que de costumbre, necesito llegar a la empresa antes de que Luisa se vaya con su carta de renuncia.

Me preparo de la mejor manera que un CEO puede hacerlo, salgo del apartamento y saco mi auto del garaje.

Es temprano y no hay coches en la calle.

Por eso llego sin problemas a la empresa.

Pero en lugar de bajar al garaje subterráneo, estaciono mi auto frente al edificio.

No voy a ir directamente a mi oficina en el ascensor desde el garaje.

Iré al pasillo y veré cómo van las cosas.

Tan pronto como entro, miro por todas partes. Hay poca gente, todavía es temprano.

Empiezo a caminar hacia el ascensor, pero me detiene una recepcionista.

— Disculpe señor, no puede entrar en ese ascensor, es privado.— dice y después de mirarme un momento vuelve a hablar — ¿Me puede mostrar su identificación?

Era justo lo que necesitaba, tener que identificarse para entrar en mi propia empresa.

—¿Estás bromeando?— Pregunto.

— No señor, es una cuestión de seguridad.— dice ella.

Está bien, debe ser nueva.

Le entrego mi tarjeta de presentación e inmediatamente se pone pálida.

— Lo siento por molestarlo, señor. Moore.— dice con la cabeza baja.

— No te preocupes, es bueno saber que seguiste el protocolo, ahora si me disculpas.— dijo y entró al elevador.

Tan pronto como las puertas se cierran, tomo mi teléfono celular y marco un número.

— Señor. Moore, ¿en qué puedo ayudarlo?— pregunta el caballero al otro lado de la línea.

— ¿Puedes venir a mi habitación Carlos?— le preguntó.

— Claro señor, dame cinco minutos.— dice y acepto colgando el teléfono.

Tan pronto como salgo del ascensor y entro en la habitación, es hora de sentarme en mi escritorio y escuchar el ascensor que llega a mi piso.

Unos segundos después llaman a la puerta y entra Carlos con su uniforme habitual.

— Señor. Moore, ¿cómo puedo ayudarte?—, preguntó, deteniéndose frente a mi escritorio.

— ¿Conoces a mi secretaria verdad?— preguntó.

— Sí, todos conocen a la Sra. Luisa.— dice.

— Escuché que hubo cosas desagradables aquí en la empresa con respecto a ella, pero no estoy seguro de lo que pasó.— digo y él asiente con la cabeza.— Creo que sabes algo.

— raro. Luisa es una persona muy amable y educada, siempre que estoy a cargo del piso de la presidencia me trata muy bien, pero no puedo decir que los demás la traten igual.— dice.

—¿A qué te refieres, Carlos?—, le preguntó.

— Casi nadie la trata bien en esta empresa, no les gusta que tome el mismo ascensor que ellos, y las cosas que dicen de ella aquí en la empresa son horribles, siempre se están burlando de ella.— dice y siento una rabia enorme.

— Gracias Carlos, puedes irte.— digo y pronto estoy solo.

Cojo el teléfono de mi escritorio y LLAMÓ a la recepción.

— Recepción interprise de Moore, ¿en qué puedo ayudarte?— una voz femenina invade la línea.

— Este es el Sr. Moore, tan pronto como lleguen los representantes de cada sector, mándalos a la sala de reuniones de inmediato.— Digo.

— Si señor, ¿algo más?— pregunta ella.

— Eres la chica de la recepción que me paró antes, ¿no?— Pregunto.

— Si señor.— dice en voz baja y temerosa.

— En cuanto suban todos, sube tú también.— digo y cuelgo el teléfono.

Apenas tengo tiempo para respirar cuando alguien llama a la puerta.

— Entra.— digo.

La puerta se abre y Luisa entra en la habitación.

Su cabello está atado en una cola de caballo perfecta, usa una falda social rosa claro y una blusa blanca.

Está hermosa y ordenada para trabajar, o más bien renunciar.

— Luisa, pasa y siéntate en la silla.— le digo y ella obedece saludándome.

Abre una pequeña bolsa que estaba con ella y saca una carta.

— Aquí está señor, como dije en mi carta de renuncia.— dice entregándome.

— Puedo aceptar tu renuncia Luisa, pero tengo una contrapropuesta.— le digo y ella me mira atenta.

— No volveré a trabajar aquí señor. Moore.— dice con firmeza.

— Está bien, pero eres un profesional y no quiero perderte como empleado.— le digo.— Quiero que vengas a trabajar conmigo a la oficina central en Inglaterra, Luisa.

Por un momento ella no dice nada y solo me mira fijamente.

Sus ojos verdes de alguna manera combinan con su rostro y su cabello castaño.

—¿Qué dijiste?—, preguntaba ella temerosa.

— Quiero que vengas a trabajar conmigo a la sede y asumas el cargo de mi ex secretaria.— Hablo y antes de que pueda continuar y ella conteste alguien llama a la puerta.— Pasa.

La chica que trabaja en la recepción entra y parece asustada.

— Disculpe señor, ya están todos los representantes en la sala de juntas.— dice ella.

— muchas gracias, ¿puedes esperar un poco afuera mientras termino aquí con la señorita Luisa?

— Por supuesto señor.— dijo ella saliendo y cerrando la puerta.

— Entonces Luisa? ¿Qué dices?— Pregunto mirándola fijamente.

— N..No sé... esta propuesta es algo repentina.— dice ella.

— tómate la semana libre Luisa, piénsalo, me quedaré aquí un mes y cuando vuelva espero que estés conmigo.— le digo sinceramente.

— Gracias, lo pensaré.— dice y nos despedimos.

Le digo que le pida a la recepcionista que pase, mientras tanto yo accedo al currículum de la chica.

Daniela Sousa.

— Discúlpeme señor. Moore.— dice al entrar en la habitación.

— Siéntate Daniela, estuve leyendo tu currículum y eres estudiante de negocios ¿no?— le pregunto y ella asiente.

Algunas de mis empresas suelen contratar a estudiantes para hacer prácticas o trabajar.

— Sí señor, ya estoy en cuarto año.— dice ella.

— Está bien Daniela, te llamé aquí porque quiero transferirte de sector.— le digo y sus ojos se abren como platos.

— ¿Es por el error que cometí antes, señor? Entiendo si quieres despedirme.—dice ella.

— sí, es por lo que pasó antes, pero eso no fue un error. Para ti yo era un extraño y no dejaste entrar a un extraño en mi empresa, es alguien en quien debo confiar.— le digo y ella me mira atenta.— Mi secretaria está fuera de servicio y quiero que la reemplaces esta semana.

— ¿y?

— sí, por supuesto que se le pagará de acuerdo con la tarea y la carga de trabajo.

—Me encantaría, señor—, dice ella.

— Bien, puedes empezar ahora mismo. Tenemos una reunión a la que ir.— le digo y ella sonríe.

Salimos juntos de mi oficina y ella toma un bloc y un bolígrafo del escritorio de Luisa. Ella sabe lo que hace.

Así que caminamos a la sala de reuniones, estos idiotas escucharán.

Es mucho.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.