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(3)

'¿Puedes estar seguro de que serían sinceras sobre ese asunto? La maldición te quitó la capacidad de encontrar a tu verdadera pareja. ¿Quién dice que las malditas brujas no enviarán impostoras para intentar apoderarse de la manada? Esto no es algo trivial de lo que reírse' respondió frustrado Ben'

Amaris abrió mucho los ojos. ¿En qué se había metido? No reconoció la voz, pero su situación parecía difícil. Cuando se inclinó hacia adelante sobre la puerta para intentar ir mejor, esta se abrió de golpe y ella salió dando tumbos, golpeándose contra la pared de enfrente con un sonoro gruñido. De dolor, dejando ver sus colmillos y el brillo de sus ojos dorados.

Maena soltó una risita.

'¿Olvidaste cerrar bien la puerta?'

'No estás ayudando…' Amaris replicó mientras se agarraba el punto de la cabeza que había impactado contra la pared y hacía una mueca de dolor, era inevitable que en una pequeña muestra de dolor sus colmillos no saliera, resplandecientes con un blanco perlado perfecto.

Cuando levantó la vista, sus ojos entraron en contacto con los dos aturdidos hombres que se habían preparado para atacar, pero que, en ese momento, estaban un poco inseguros de cómo proceder, estaban obviamente preparados para luchar por mis colmillos al descubierto.

'¿Qué…? ¿Quién eres tú? ¡Explícate!', le espetó furioso el hombre cuya voz había sido identificada como el de Ben. Dejó caer la mano a un lado y le miró incrédula

'¡Puedo explicarme ¿No crees que debería ser al revés?!'

'¿Qué…?' Empezó a protestar cuando Amaris le interrumpió furiosa.

'Dos hombres adultos usando el baño de mujeres para hablar de semejantes tonterías… ¿Son unos pervertidos?!', dijo mirándolos furiosa.

Ben miró a su amigo con impotencia. El hombre de la voz grave había adoptado una actitud relajada, metiéndose las manos en los bolsillos mientras su mirada evaluadora la recorría.

'Interesante elección de atuendo para el baño de hombres…' Comentó secamente con una ceja levantada

Ann parpadeó estúpidamente '¿Baño de hombres? ¿Este era el baño de hombres?'

Dejó que su mirada recorriera la habitación y se fijó en los urinarios masculinos de la pared mordiéndose el labio con ansiedad.

'M'erda'.

El hombre de voz grave rio ante su evidente incomodidad y se dio la vuelta como si fuera a marcharse.

'No podemos dejarla. Si se descubre tu secreto… protestó Ben en voz alta mientras el hombre de voz grave giraba la cabeza al considerar las palabras de su amigo.

Finalmente, asintió levemente con la cabeza antes de darse la vuelta para marcharse de nuevo.

Los ojos de Ben cambiaron repentinamente a los ojos verdes que significaban un cambio inminente y el corazón de Amaris empezó a acelerarse.

¡¿Iban a matarla por escuchar una conversación?!

'¡Que lo intenten!' Gruñó Maena mientras intentaba avanzar para enfrentarse a su oponente. Los años de entrenamiento duro para ser una reina capaz de proteger a su manada ella sola en caso de ser necesario no iba a pasar en vano.

'¡Espera!' Gritó Amaris de repente. 'Tú necesitas una compañera elegida y yo necesito una forma de librarme de esta boda mañana. Lo haré. Me casaré contigo'. El hombre de la voz grave hizo una pausa y se volvió de repente hacia ella.

Se fijó en el aspecto de la mujer desaliñada, ligeramente borracha y vestida de novia, que le miraba con descaro, sin rastro de miedo en los ojos.

Contempló el significado de esta repentina aparición antes de sonreír.

'Acepto. Ben redactará un contrato básico contigo y podremos discutir los términos finales cuando hayas concluido con tu cancelación de boda'.

'¡Alfa! ¿Estás hablando en serio...?' Protestó Ben.

'Es una orden, Ben' soltó con voz llena de autoridad mientras un vivo destello plateado cruzaba sus ojos.

Ben palideció y tragó saliva antes de contestar.

'Sí, Alfa Nocturne' gritó mientras mostraba su cuello en sumisión a él. Amaris parpadeó sorprendida.

¿Alfa Nocturne?! ¿En qué se había metido?

El Alfa Nocturne se sentó en silencio y observó con astucia a Amaris, sentada al otro lado de la sala, mientras Ben preparaba un contrato inicial.

Se preguntó distraídamente por qué ella quería librarse del matrimonio para el que claramente la habían preparado tan mal. Era una pena, el vestido le quedaba muy bien.

Ben suspiró mientras tecleaba apresuradamente el contrato y conversaba con el Alfa Nocturne sobre sus expectativas.

Al otro lado de la mesa, Amaris los observaba nerviosa. Se agarraba la tela del vestido de novia por debajo de la mesa y la barriga se le revolvía incómoda.

'No sé por qué estás tan nerviosa. Tiene una manada fuerte, es la más poderosa del país, ¿no? Creo que es un buen trato' comentó Maena despreocupadamente.

'Sí, pero tiene una reputación temible y un comportamiento frío. En realidad no sé nada de sus negocios, de sus ideales... solo que mi padre le odia'.

'Mejor saber a qué atenerte con un hombre frío y poderoso que sufrir un dolor atroz cada vez que tu compañero mete su p*ne donde no debe' gruño Maena de repente.

Amaris hizo una mueca ante sus palabras de incomodidad por lo revuelto de su estómago y una de dolor por el recuerdo, pero tuvo que reconocer que estaba en lo cierto.

'¿Señorita?' Preguntó Ben con un deje de irritación.

Era evidente que le había preguntado algo, pero ella no le había prestado demasiada atención y le sonrió disculpándose.

'Lo siento, mi loba me estaba distrayendo'.

'¿Ah, sí? Supongo que entonces no está muy contenta' dijo Ben satisfecho.

'Todo lo contrario. Ella piensa que es un buen trato. Sus palabras exactas fueron que el contrato era mejor que un compañero predestinado que mete el p*ne donde no le llaman' Contestó inquebrantable con una dulce sonrisa y la cabeza alza.

Al escucharla, Ben casi se atragantó y balbuceó ruidosamente. El Alfa Nocturne reprimió una sonrisa ante la franqueza de la bella mujer de ojos dorados que a partir de ahora sería su esposa, su luna y compañera de vida. Le resultaba refrescante, más que una sumisión absoluta, se nota en su aura que es fuerte y en sus ojos dorados se ve un corazón llameante

'Um... de acuerdo. Entonces, los requisitos estándar según lo declarado por el Alfa Nocturne son que vivirás con él en la casa de la Manada de la Luna Oscura, asumirás los deberes de la Luna de la manada por un período no inferior a 5 años. ¿Lo aceptas?' Preguntó Ben con una mirada de aprensión cuando se hubo recuperado, se veía que tenía esperanza que rechazara.

Amaris asintió con recato.

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