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UNA BROMA DE LOS DIOSES

Aquello debía de ser una broma de los dioses, si en definitiva aquello era lo que estaba frente a él en aquel momento, no era más que una burla de los seres que una vez el juro vengarse. pues el no odia creer que tal imagen legase a ser cierto, no podía creer que su omega estuviese frente a él, Kilian desde que se había adentrado en el ring logro percibir su olor, y se negaba una y otra vez a creer tal suceso, pues aquel aroma ya había muerto hacía mucho tiempo, aunque ahora un poco más fuerte, además de que su lobo le indicaba una y otra vez que su mate se encontraba en el lugar, algo que había ignorado por completo, pues aunque su destina había llegado por ellos, no le importaba en lo más a de otra mujer que no fuese su esposa.

Kilian se negaba acercársele a cualquiera que quisiera ocupar el lugar de su omega, se negaba a querer interactuar con aquella destina por los dioses, ya que para él, encontrar a su destinada era algo sin importancia, a la única que deseaba tener de nuevo entre sus brazos era a su amada, el desea de nuevo en sus brazos a Enya, pero aquello al parecer no le era posible, no hasta ahora que ella se encontraba frente a él, con sus bellos ojos de águila, completamente negros y su largo cabello lacio negro como la noche, aquello debía ser una broma de los dioses no había otra explicación

Entonces noto como los lobos a su alrededor gruñían hacia aquella, quien parecía estar completamente asustada, algo que no le agrado para nada y despertó aquel instinto de protección que él creía haber perdido durante los siglos, pues su amada no debía temer, los lobos no podían atacar a uno de los suyos, además de que al parecer ella era su mate, ella era su destina, ¿qué locura era esta? ¿Qué clase de chiste era el que enviaba los dioses? Kilian bajo su cabeza aun en silencio, notando el mismo esplendoroso cuerpo que ella siempre había tenido, pero su mirada se fijó en algo que jamás llego a pensar en su vida, ella tenía una marca, una marca de esclavitud, ella era una humana, ella no era un lobo, ella una humana

Kilian dio dos pasos hacia atrás completamente sorprendido de aquello, no podía ser verdad, ¿qué clase de broma era aquello? Si, que clase de broma cruel deseaban hacer los dioses, aquello era lo que se interrogaba el lobo mientras observaba a la chica que tenía frente a él, muerta de miedo, quien tenía las mismas expresiones y rostro de su amada, a quien el mismo había quemado su cuerpo hacia tantos siglos, aquello no podía ser cierto, pero entonces escucho la voz de su pequeño hermano, quien corrió a su brazos y mostro instinto protector de inmediato, indicando que o podían hacerle daño a su propiedad

--nana... nana... ¿Qué haces aquí?—la chica cargo de inmediato al pequeño cachorro, quien la recibió con una sonrisa, mientras que Kilian seguía allí sin decir una sola palabra, algo que tenía bastante temerosa a la chica de por si, además de aquellas miradas quisquillosas de los lobos a su alrededor

--vine por ti, estaba tan temerosa que te ocurriera algo dulzura... no me vuelvas a hacer esto ¿sí?—el pequeño sonrió con dulzura, mientras que ella le daba pequeños besos en las mejillas, algo que ante los ojos del lobo erra lo más hermoso que jamás había logrado ver, además de que aquella imagen, fue como un puñal en lo más profundo de se ser, ya que con su amada posiblemente hubiese tenido a su cachorro y posiblemente hubiese sido así de cariñosa, si no es que lo hubiese sido aún mas

--tranquila nana... estoy aquí con mi hermano mayor...--este señalo a Kilian quien aún seguía allí sin quitar la mirada de la chica en ningún momento, algo que causo aún más temor en aquella, que solo estaba intentando ser fuerte para no demostrara que estaba próxima en orinarse en los pantalones –Kilian... ella es mi nana... nana él es Kilian el octavo príncipe y futuro rey de todos...--aquello debía ser una broma, ella sabía que Owen pertenecía a la realeza de los lobos, pero no tenía idea que este se llevase de tal manera con el octavo príncipe, su cachorro se veía extremadamente orgulloso y feliz de mostrar su hermandad con tal ser tan temeroso ante sus ojos, aquel el gran alfa Lugus, futuro rey de Vicyl y humanos. Aquel que arrebato la libertada a los humanos en la guerra hacia muchos siglos y había acabado con todos los posibles enemigos, dejando los pocos humanos que vivían como esclavos, o como seres que no tenían más opción de vivir bajo su mandato

--vamos a los camerinos... hay otro humano aquí... ¿viene con tu nana?—este en ningún momento se dirigió hacia la humana, en lo que el pequeño observo a la azabache, quien acepto con la cabeza indicándole que al parecer así era, a lo que el niño se bajó de sus brazos y fueron en búsqueda de William quien lloraba desde la oscuridad al parecer siendo por perdida la vida de su amiga, que al verla se lanzó hacia ella con toda la felicidad

--An... maldita sea, un día de estos moriré por tu culpa...--la chica rio ante la expresión de aquel, y simplemente respondió a su abrazo, mientras que el tanto el cachorro como el lobo frente a ellos observaban la escena, uno de ellos divertido por aquel humano tan gracioso, mientras que otro de ellos lleno de enojo y lo que parecía ser celos, pues no le agravada para nada aquella manera de comportarse de lo que parecía ser su mate y antigua esposa

--vamos...--la burbuja de lamentos y disculpas había sido explotada por la roca voz del alfa, quienes sin más que hacer asintieron, llenos de temor de lo que les podría llegar a hacer el gran alfa, quien era conocido por odiar grandemente a los de su especie, además de que solía ser el que se encargaba de cualquier lucha en la que los humanos intentara hacer revuelta, no había duda que ellos no deseaban hacerlo enojar, pero ya habían cometido el primer error y aquello era pisar sus tierra, cuando era más que prohibido tal osadía

Los pasillo se tornaban a un más oscuros en aquel lugar, por el que era guiados por el alfa, creando así un gran temor en aquellos humanos, quienes se preparaban para lo peor del día, posiblemente aquel gran alfa, los mataría, pero posiblemente antes los torturaría, si de aquello no había duda, estos estaban completamente seguros que moriría, Ángel se sentía completamente culpable el hecho de haber llevado consigo a su amigo, pues si ella fuese a morir sola no hubiese problema, si a ella la fuesen a castigar sola tampoco había problema, pero allí lo que único que le causaba aflicción era el hecho de que William se viese intricado en aquello, pues si ellos no hubiesen hecho ningún tipo de alboroto posible te ellos no hubiesen sido detectados, pero no, ella tenía que hacer un gran escándalo, creando así una gran revolución en la sala al ver una humana en el lugar

Una cálida mano se posó sobre la suya, en lo que noto como Owen le daba una tenue en sonrisa en la oscuridad como quien intentaba tranquilizarla e indicarle que nada malo sucedería, ojala fuese de aquella manera, pero la humana no veía mucho arreglo en aquel problema, en lo que una enorme puerta se mostró ante ellos, indicándoles que habían llegado al lugar al que al parecer seria su fin, que aun con un gran temor invadiéndolo se adentraron, viendo allí cómodos sillones y un gran espejo decorando la habitación, que poseía un color en su totalidad blanco que mostraba aquella habitación bastante amena y sin personalizar

--¿Qué hacen dos esclavos sin su amo en un lugar vicyl?—la chica dio un respingo al escuchar la ronca voz del alfa, algo que le causó miles de sentimientos invadiéndola, estos variaban desde temor, hasta incluso deseo, aquello era una locura, pues jamás había sentido aquello, pero ella no debía caer en su bajos instintos debía responder a aquella pregunta sin dudar, pues sus palabras habían sido demasiadas ofensivas

--no somos esclavos.... Somos libres, nuestros padres no libraron de la esclavitud a mi hermano y a mí, y por el lado de mi amigo, su hermana lo libro...--Owen arrastro a la chica hacia un sillón, en el cual prácticamente la obligo a sentarse, mientras el subía a su regazo y se refugiaba en su exquisito olor que su hermano estaba arruinado, infundiéndole miedo, a lo que Owen le dio una mirada cargada de fastidio a su hermano, quien no se inmuto sobre aquello

--¿entonces por el hecho de no ser esclavos se creen con derechos en adentrase en zona de vicyl...? -- aquello era terrible, pues ella no sabía que indicar, era cierto que lo había hecho por su pequeño, pero no había excusa para librar aquella pregunta, pues no importa si eres esclavo o no, las zonas vicyl eran prohibidas para los de su especie y ellos se habían adentrado en el lugar

--solo quería saber si Owen se encontraba bien... recibí una llamada de sir Aidair, él dijo que Owen se había perdido y yo me asuste demasiado, entonces mi teléfono mostraba que él estaba en este lugar y solo pensé en venir y ayudarlo... lo lamentamos...--Kilian e aquel momento había peleado consigo mismo en no ir hacia ella y llenarla de besos, mientras le indicaba que el mundo era de ella, tanto de él, que todo le pertenecía, pero lo cierto, era que ella era una humana, y con eso las cosas cambiaban demasiado--pueden irse...--sin más el príncipe se levantó hacia él lo que parecía ser el tocador, y tomo su teléfono, mientras hablaba con alguien fuera de la línea, aquello había hecho grandemente feliz a los humanos, junto al pequeño cachorro, quien al fin había logrado percibir su particular aroma sin ningún inconveniente—el auto ya llego por ustedes... Owen no vuelvas a escapar de aquella manera, Aidair acaba de indicar que aún seguía buscándote...--el pequeño niño bajo la cabeza un poco apenado, pero lo cierto era que no deseaba perderse la pelea de regreso de su hermano, por lo que no le importo escapar con la única intención de ver como este era tan bueno como siempre

--..Si hermano mayor—en aquello terminaron los regaños, en lo que observo a la pequeña azabache frete a él, quien consolaba a su hermano, como quien desea hacer que este se sienta mejor, algo que muy dentro de el de nuevo se removió, al notar que no había duda que aquella chica era la viva imagen de su antigua esposa Enya

Ángel al sentir una mirada sobre ella, levanto su cabeza y se encontró con aquel lobo, quien la observaba fijamente, tal hecho la coloco bastante nerviosa y hasta un poco dudosa si aquellos regaños habían terminado, pero entonces noto como este daba varios pasos hacia ellos, mientras William se encontraba observando por la puerta del lugar al parecer desesperado por la llegada del auto, mientras que Owen se encontraba completamente dormido, casando ya de aquel di tan ajetreado que había obtenido. En lo que la dejaban a ella a completa merced de aquel imponente lobo, que lograba ponerla tan nerviosa como jamás lo había logrado otro

-- jste jí rovni (eres igual a ella)—la azabache frunció el ceño al escucharlo, a lo que este de inmediato se percató que su lobo era quien había tomado posesión y había hablado para ella, pero esta gracias a los dioses no entendía su manera de hablar, por lo que solo dio un pequeño ruido con la garganta y se dio la vuelta, para lograr darle su espacio algo que agradecía la humana de antemano--El auto ya llego...--la chica se levantó de inmediato, mientras que agradecía a todo lo divino por el hecho de que por fin había acabado aquello, en lo que aun con el pequeño cachorro en brazos, salió como quien persiguen del lugar, por la puerta trasera hacia el auto que lo esperaba, en lo que noto como Aidair la esperaba con aquella sonrisa tan suya, que cambio de inmediato al ver quien los acompañaba

--hermano...

--hermano...--la tensión era palpable, genial esto no puede emporrar más... pensó aquella azabache, quien subía de espacio al auto al notar que su amigo William era el primero en adentrarse en el vehículo

--gracias por cuidar de Owen y de Ángel... te agradezco de ante mano...--Kilian dio lo que pareció una sonrisa sarcástica y se acercó a este de manera amenazante

--tu y yo hablaremos cuando llegue el momento...--sin más se alejó de del auto, pero una voz dulce como aire en primavera lo detuvo

--espere... yo quiero agradecerle por ayudarnos...no sé qué hubiese pasado con nosotros sin su intervención...-- Kilian giro sobre sus talones y observo como la chica le ofrecía un pequeño pañuelo blanco con pequeño bordados de colores, que se mostraba claramente impregnado de su olor—tiene un poco de sangre en la mejilla, espero con esto pueda limpiarla—no hubo más palabras, esta simplemente lo coloco en su enorme mano y salió de allí casi huyendo, mostrándole un exquisito olor entre vergüenza, temor y deseo al gran alfa, en lo que cerro el auto y este se ponía en marcha sin darle la mayor posibilidad de decir algo más, además de aquellas ganas terribles de saciar su sed de ella con aquel pequeño pañuelo de olía a ella--esto me ayudara... por ahora...

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