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Dulce resplandor

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Aligam
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Sinopsis

Camila Ryan y Felix Walker son dos completos desconocidos que, debido a una cláusula en su testamento, se verán obligados contra su voluntad a vivir bajo el mismo techo, y tendrán que gestionar juntos el bar Black River. Tendrán que pasar un año entero juntos antes de poder tomar posesión de la herencia, y entre ambos no faltarán fuertes riñas, risas, atracción y algunas lágrimas, todo ello rodeado de un grupo de amigos y con el telón de fondo de Miami.

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Capítulo 1

Miro Miami desde la ventanilla del taxi que me lleva a mi departamento. Miami es una ciudad costera compuesta en su mayoría por turistas, es una ciudad muy diferente a mi Boston. Es una ciudad que me veo obligado a conocer y quién sabe, tal vez incluso amar algún día. Fui al despacho de abogados Garrison donde amablemente me informaron que tendré que compartir la herencia que me dejó mi abuela con un completo desconocido. No hace falta decir que la noticia me sorprendió por completo y ahora estoy furioso. Heredé un bar, trabajo en un bar y encima con alguien que no conozco, pero lo peor es que será por un año entero. Tengo ganas de llorar... pero tengo que hacerlo, mi abuela tuvo la mala idea de ponerlo como cláusula, sino perderé mi parte de la herencia. Una vez que haya pasado el año seré libre de decidir si seguir viviendo aquí o vender el bar y el apartamento y regresar a Boston.

Es increíble que tenga que mudarme a Florida. Hace calor aquí todo el año, pero me encantan los aromas de la primavera, los colores del otoño, sé que no duraré mucho aquí.

El auto en el que viajo se detiene y miro el edificio de ladrillo rojo frente a mí. Lo que más me llama la atención es el letrero de neón que muestra el nombre del bar, Black River. Esta señal me parece realmente horrible.

Pago el billete al taxista y salgo del coche llevándome el carrito de diseño que llevaba. Miro a mi alrededor mientras el taxi se aleja, quiero tener una idea de dónde pasaré el próximo año de mi vida. En definitiva tengo que decir que es un barrio bonito, sin edificios sino sólo casas con jardín. Estamos un poco apartados del centro y quién sabe, quizá eso tenga sus ventajas. Ahora todo lo que tengo que hacer es averiguar cómo es mi compañero de cuarto. Doy la vuelta al edificio donde una valla me lleva a una pequeña puerta que, para mi sorpresa, encuentro abierta.

Entro en un pequeño jardín bien cuidado, en el centro del cual hay un cerezo cubierto de hermosas flores de color rosa pálido. Debajo del árbol hay una mesa con cuatro sillas, al fondo debajo de las escaleras hay una Harley Davidson aparcada ¡

Perfecto! A mí me tuvo que pasar un entusiasta de las dos ruedas. Subo las escaleras hasta el apartamento arrastrando mi maleta detrás de mí y toco el timbre. La puerta se abre de par en par y me encuentro frente a una chica envuelta en un minivestido verde manzana, no un vestido particularmente adecuado para las cuatro de la tarde.

--Hola, ¿Felix está en casa?--

La chica me mira de arriba abajo, tal vez no le guste mi traje de Armani, pero ciertamente es mejor que ese ridículo vestido suyo que estoy seguro también tiene al menos una talla. pequeño para ella.

--¿Quién eres y por qué buscas a Felix?--

--Mi nombre es Camila, ¿eres su novia?--

Ante mi pregunta una sonrisa con dientes aparece en el rostro de la rubia, aunque no entiendo por qué.

--Digamos que estamos en negociaciones, pero estoy casi seguro de que sí.-- ¿

Casi seguro? No tiene las ideas muy claras, pero eso le parece bien.

--¿Quieres decirme por qué buscas a Felix, y qué quieres de él?--

El tono en el que me pregunta ya no es tan amigable como antes, ¿está marcando su territorio? Por mi parte no estoy dispuesto a darte ninguna explicación.

"No es asunto tuyo."

--Lo soy, si se trata de Felix--

--Brooke ¿quién está en la puerta?-- Una voz cálida y aterciopelada llega a mis oídos como una melodía, y luego aparece. ¡ Guau ! Ahora entiendo por qué la chica aquí marcó el territorio, es absolutamente el hombre La más sexy que he visto en mi vida y no me dejo impresionar fácilmente.

Su mirada me intriga mucho y sus labios… oh dios quisiera tener esos labios sensuales en mi cuerpo. Vale, está claro que son las hormonas las que hablan, no yo.

--Hola, soy Camila Ryan-- Me presento extendiendo mi mano hacia él.

--Felix Walker, es un placer ponerle finalmente cara a tu nombre.-- La rubia a nuestro lado nos mira desconcertada.

--Ella es mi socia de negocios.-- Él

inmediatamente la tranquiliza, la cabeza hueca nos saluda pero antes de irse se aferra a Felix como un pulpo, besándolo de una manera bastante vulgar.

¡Qué tema !

Nada más entrar a casa me pega el aire acondicionado y me siento mucho mejor. El apartamento da a un enorme espacio abierto totalmente amueblado en estilo rústico, el estilo más feo jamás inventado. Sigo a Felix a la cocina donde finalmente puedo deshacerme de la chaqueta que llevo puesta y la coloco sobre una silla.

--Tu novia es interesante.--

--Tu Top es interesante.--

Su voz me excita mucho, pero no puedo dejarme distraer por mis pensamientos sucios, pero me halaga que no le soy para nada indiferente. Felix aleja una silla de la mesa y me hace un gesto para que me siente, mientras tanto toma una jarra de agua fresca del refrigerador y la sirve en dos vasos, inmediatamente después se sienta a mi lado.

--¿Has estado en el bufete de abogados Garrison?--

--Obviamente. Antes de acudir a ti.--

--¿Y?-- --¿Quieres saber si entregué mi parte de la herencia a tu favor?-- me frunce el ceño.

--No quise decir eso, más bien ¿qué opinas de todo esto?--

--¿Qué quieres que piense? Descubrí que tengo que dividir mis bienes contigo y, lo que es más importante, tengo que mudarme aquí durante todo un maldito año.-- Dejo escapar furiosamente.

--Esto también me sorprendió, tienes que creerme. Quizás Meredith tenía un propósito muy específico para todo esto.--

Lo miro consternada.

--¿Y cuál sería ese propósito?--

--No tengo idea, tal vez lo entendamos en un año cuando esta aventura termine.-- Lo miro fijamente.

--Te estás divirtiendo, ¿no? Te gusta esta situación de mierda.-- Asiente divertido, con un atisbo de sonrisa en su rostro.

--¡Eres un imbécil Felix Walker! Quién me puede asegurar que no engañaste a mi abuela para que dejara todo esto.--

--Ni siquiera eres digno de recibir una respuesta.--

Se levanta de la silla y sale de la casa, cerrando la puerta detrás de él. Hay dos cosas: o exageré mucho al acusarlo injustamente, o di en el clavo. Sin embargo, el abogado de la abuela que redactó su testamento me aseguró que estaba perfectamente lúcida. Me temo que tendré que disculparme con él.

Felix

¡Esa mujer está loca! Loco. No puedo creer las acusaciones que hiciste contra mí. No puedo entender cómo podría estar relacionado con la abuela Meredith. Era dulce y amable, la sobrina es una perra emérita. Quién sabe por qué su abuela creía que era bueno para ella cambiar de vida. Creo que no fue una buena idea obligarla a vivir aquí. Será un deleite para mí tenerla siempre cerca, su lengua es más afilada que una navaja, sin mencionar que su belleza desarmante es un cóctel mortal. Me voy a volver loca, ya lo sé, lo único que me queda es esperar que este año pase rápido, y que, con el tiempo, se suavice al menos un poco.

Tierra de siena

Cuando me quedé solo aproveché para darme una refrescante ducha. Todavía no lo puedo creer, esta situación parece tan irreal. Me encantaría saber qué pasaba por la mente de la abuela Meredith. Estoy indefenso ante esto, pero no me rendiré, creo que sus intenciones eran buenas y, como dijo Felix, recibiré su mensaje al final del día. Tendré que pedirle a mi madre una excedencia en el trabajo, este es el único aspecto positivo de toda esta extraña situación. Estar finalmente lejos de ella y de Andrew.

Cuando regreso a la cocina me doy cuenta de que Felix todavía no ha regresado.

Decido ir a buscarlo a Black River, tal vez lo puedan encontrar allí aunque sea el día de cierre. Abro la puerta de la casa y lo veo en el jardín, está trabajando en su moto. Me apoyo en la barandilla de las escaleras y lo observo, cada gesto me cautiva, es tan hermoso que me desestabiliza mucho.

--Puedes bajar, no te comeré-- Me pillaron, que vergüenza. Era obvio que sentía que lo estaban observando.

--Ten cuidado, porque siempre podría comerte.-- Respondo sin escrúpulos, mientras llego hasta él. Me siento en el césped no lejos de él y lo observo mientras él está concentrado en no sé qué pieza de la motocicleta.

--Podría confiar en tu palabra, ¿sabes?-- Me sonríe, oh Dios ... me mata, su sonrisa es tan sexy.

--No sé si tu novia estaría feliz con esto.-- Tengo curiosidad.

--¿Brooke? ella no es mi novia y nunca lo será.--

--Pero creo que tienes una opinión completamente diferente.-- El hombre de cabello oscuro se detiene y me mira fijamente.

--El hecho de que Brooke crea esto no es mi problema. Follarla de vez en cuando no me convierte en su hombre.--

--En el terreno sentimental ya he dado demasiado. Ahora estoy bien así.--

--Es malo cerrarle las puertas al amor.-- Su rostro se oscurece de repente.

--Si hubieras pasado por lo que yo pasé, pensarías diferente.--

--No estoy seguro, ¿sabes? Porque lo que me pasó a mí, bueno, creo que le pasa a poca gente en el mundo, o al menos eso espero.--

¿Quién le hizo volverse tan cínico respecto del amor? No soy capaz de pensar en una vida sin amor. A pesar de todo sigo creyéndolo.

Me despierto sobresaltado porque escucho gemidos, enciendo la luz y aún medio dormido trato de entender qué pasa, luego me doy cuenta que no son gemidos para nada sino que es esa Brooke que grita mientras se folla a Felix. Mañana por la mañana Macho Man y yo necesitamos hablar de esto, no pienso pasar todas las noches que pasen aquí así. Apago la luz y pongo mi cabeza debajo de la almohada esperando no sentirla más.

A las siete suena el despertador, me visto y salgo a correr, el barrio sigue envuelto en el silencio de la madrugada, me encanta salir de casa a esta hora. Camino paso a paso el camino que tengo delante, y pienso en cómo será mi vida aquí, espero hacer nuevos amigos y encontrar un nuevo amor, un amor sin mentiras y sobre todo libre del juicio de Victoria.

Después de haber recorrido mis cinco kilómetros diarios regreso a casa, hay un silencio de muerte, ahora que llega la hora de levantarme esos dos siguen dormidos. Voy a mi habitación necesito darme una buena ducha, tiro mi camiseta y mis pantalones cortos al suelo, y antes de ir a lavarme miro en el espejo el tatuaje que tengo en el lado derecho, solo me lo hice hace tres días y No quiero que surjan infecciones.

--No necesitas mirarte al espejo para saber lo hermosa que eres-- Salto del susto y luego me giro hacia Felix.

Acaba de salir de mi ducha con solo una toalla alrededor de su cintura, me muerdo el labio inferior mirándolo descaradamente.

Gotas de agua caen de su cabello sobre su amplio pecho tatuado, es realmente seductor, mi corazón late como un tambor loco y mi bajo abdomen arde.

--Sol, será mejor que te seques la boca babeante o te arriesgas a asfixiarte.--

--¿Qué dices, fanfarrón, de verdad crees que me gustas tanto?-- ríe, acercándose lentamente a mí.

--Sí, te gusto mucho aunque no quieras admitirlo.--

--Si no te has dado cuenta, estaría sin ropa.--

--Me he dado cuenta, créeme, ese conjunto de ropa interior debería estar prohibido, no te imaginas las cosas que me gustaría hacerte ahora mismo-- Pongo los ojos en blanco, fingiendo indiferencia ante sus palabras.

--De todos modos, ¿qué haces en mi baño cuando tienes el tuyo propio?--

--Está Brooke en mi ducha-- escucharla mencionarla me irrita mucho.

--No veo dónde está el problema, podrías haberte lavado con ella.--

--Sabes, no eres nada amable con un amigo en dificultades.--

--¿Qué dificultad?-- exclamo, realmente estoy empezando a perder la paciencia.

--Ducharme con Brooke significa tener más sexo, francamente después de esta noche estaría incluso un poco cansada.-- Una mueca de disgusto aparece en mi rostro.

--Por favor evita decirme esas cosas.--

       

--¿No te vas a poner un poco celoso?--

--¿Estoy celoso? Imagínate, vamos, sal de mi habitación.--

--¿En caso contrario?-- me desafía.

--De lo contrario empezaré a gritar.--

--Sí gritarás, tarde o temprano gritarás de placer en la cama conmigo.--

Me susurra al oído, su aliento caliente sobre mi piel me produce escalofríos de placer por todo mi cuerpo.

--¿Son estas las palabras que le dices a todas las mujeres?--

--Sólo aquellas que sé con seguridad que me desean, y tú te mueres de deseo por mí.--

--No es así, yo no-- Miento.

--Pero si, sé que me deseas aunque lo niegues pero tu cuerpo habla por ti.--

--Y… y que dice mi cuerpo-- pregunto con curiosidad.

--¡FOLLAME! Esto me esta diciendo --

Es cierto que mi cuerpo lo dice, lo anhelo y mis bragas empapadas son prueba de ello, pero tengo que negarlo, negar la evidencia o será el final.