Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 2

- ¡ Me estoy haciendo viejo!-

-Estás listo-

- Pero que simpática eres, ¿estás segura de que no has sido adoptada?-

Me saca la lengua mientras Johanna baja detrás de él completamente vestida, con una falda hasta la rodilla, ceñida a la cintura y con una camisa blanca que resalta sus senos, una de las cosas que envidio de ella, dado que usa un cuarto, además de pelo rubio y lacio.

-Mis pequeños, que adorables sois.-

Mi hermano y yo nos miramos y ponemos los ojos en blanco mientras Joe le sonríe avergonzado, ella nunca cambiará, siempre es demasiado buena.

-bueno ahora nos vamos adios-

Sigo a mi hermano de cerca, empujando a Joe conmigo. Nos subimos al auto, un mustang de ' y nos dirigimos hacia nuestro maravilloso y brillante futuro.

¿Quién podría haber imaginado que el cielo seguiría siendo un sueño para mí?

La conducción es suave, aunque la primera vez, cuando nos trasladamos a las calles de San Francisco, fue como estar en una montaña rusa.

Detrás veo la hermosa cara soñadora de mi mejor amiga y la de mi hermano idiota que le explica como arregló el carro, él ya es mecánico en un taller donde también trabajaban algunos de sus amigos, a diferencia de mí, él siempre está Era el más sociable de la familia.

Llegamos frente a nuestra universidad y finalmente puedo dejar de ver arcoíris y corazones.

- Bueno chicas aquí estamos, se las recomiendo Helen.-

-¿I? Pero si soy un angelito.-

- Ni cuando duermas, échale un ojo Joe, se lo podré pagar.-

-Claro que no hay problema-

Vuelve a encender el motor y se aleja.

Tan pronto como giro, empujo a mi amiga con mi pelvis y finalmente regresa al mundo real.

- Oh si claro, me vigilas verdad?-

-Vamos, detente.-

-¿Hacer que? ¿Quizás para bromear contigo sobre la historia de mi hermano? Naahhh y entonces a quien debo engañar, realmente estas aplastado mi amigo.-

- No hace falta que me lo recuerdes, pero sé que siempre me verá como otra hermana menor-

- Sea como sea, será él quien pierda a una gran persona como tú Joe, pero dale tiempo, no creo que sea tan estúpido como para dejarte en manos de otra persona.-

Soy atacado por uno de sus abrazos llenos de amor y le correspondo con el mismo entusiasmo.

- Me gustaría mucho saber quién te llamó gruñón, eres absolutamente mi mejor amigo.-

- Ahora, sin embargo, basta de cumplidos o me cabreo.-

Una vez que atravieso la puerta, empiezo a mirar alrededor, está bastante lleno, pero en realidad no veo la hora de ver la cancha de baloncesto.

- ¿ Vamos a la secretaría?-

-Ustedes son los cerebros del equipo.-

-Estúpido.-

Le saco la lengua antes de seguirla, bajo la mirada de algunos curiosos.

Nos llevamos la ficha con los cursos a seguir, afortunadamente ahí tenemos la mayoría en común, salvo la elección de los clubes, Joanna se matriculó en dibujo, por su pasión por la moda, mientras que yo, el baloncesto, lo daba por hecho. Mientras tanto ha sonado la campana, así que vamos a alargar el paso.

Caminamos hasta llegar al salón de matemáticas, sí, un comienzo alegre para mis entrañas. No es que no me guste, simplemente no me gusta, eso es todo.

- Tocas.-

-¿Por qué?-

- Tú causas menos problemas que yo.-

-¿Cuál es la excusa?-

-¿Original?-

Sacude la cabeza antes de llamar, esperamos a que entren y sube el telón.

- Buenos días -

Bueno, una rana para la vivisección en mi opinión se siente menos asombrada, todos esos ojos mirándote fijamente, odio relacionarme con la gente, esto se puede definir como mi mayor defecto.

- Soy Johanna Young.-

-Helen Cáquiz-

- Somos novatos y nos topamos con tu rumbo .-

- Muy bien, toma asiento.-

Desafortunadamente, aquí nuestros caminos se separan porque hay dos asientos con un mostrador ya ocupado.

Johanna se sienta al lado de una chica, mientras yo, bueno, mi pareja actual está felizmente durmiendo en el escritorio, ¿por qué molestarlo?

El profesor amablemente nos explica lo que se ha hecho hasta ahora y lo que hay que hacer para este año, para que mi pareja y yo tomemos notas, y todo iba bien, si alguien en hibernación no hubiera decidido despertar en lo más absurdo.

- Livia, por fin has llegado.-

No tengo la oportunidad de responderle para aclararle mi identidad, cuando su mano agarra mi seno derecho.

Me congelo en el lugar y trato de evaluar la situación, diciéndome a mí misma que debo mantener la calma.

Espera , ¿no eran tus senos más grandes una vez?

Jajaja, paciencia? Hazte a un lado, es hora de la ira.

Cargué mi izquierda y luego golpeé a este depravado hombre de las cavernas en el pómulo. Pierde el equilibrio al caer de su silla, atrayendo la atención de todos, casi puedo ver a Joe taparse la cara.

- Que cojo...-

-¡UNA MANANA, SOLO INTENTA TOCARME Y TE CASTRO!-

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.