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Capitulo 5

Sin perder mas tiempo, los jóvenes también apresuraron la cena, se levantaron y desaparecieron. Los adultos quedaron callados mirándose entre ellos, y estallaron en risas por el comportamiento de sus hijos. Ciertamente eran muy unidos, y ellos estaban felices de que así fuera. Habia sido una gran idea juntarse a pasar unos días en la playa. Todos necesitaban un descanso, aire puro y reencontrarse nuevamente. Sin perder mas tiempo, Alex destapo una botella de vino para brindar con sus amigos. Sirvió cuatro copas con la misma medida y les acerco a cada uno.

-Salud mis amigos, gracias por estar aquí con nosotros. Realmente los extrañamos.- Dijo Alex levantando su copa.

-Yo debo agradecerles la invitación, de verdad que necesitabamos una desconexión con la rutina. Los niños también lo necesitaban. Y creo que mi esposa es la que mas agradecida esta por este momento. Salud- Dijo Kevin levantando su copa chocando levemente con la de Emma y depositando un tierno beso en su frente.

Chris y Max conocían cada rincón de la costa como si fuera su propia casa, ya que pasaban cada año sus vacaciones en ese lugar. Llevaron a Vall y Giselle caminando por la orilla y a lo lejos de veía una escalinata de piedra que llevaba a la parte alta de la costa. La playa estaba metros abajo, mientras que arriba estaba la avenida y todo el resto de la ciudad.

-Esto es hermoso, la ultima vez que estuvimos acá aun traíamos nuestros juguetes de playa, para jugar con arena.- Soltó Giselle con una dulce sonrisa.

Max que se encontraba a su lado la vio de costado, y ese perfil tan inocente le encanto. Giselle veía todo el mar con sus ojos oscuros brillando por las pocas luces que alumbraban la playa, no hablaba mucho, pero cuando lo hacia le prestaba toda su atención.

Recordaron muchas cosas de cuando eran niños, rieron contándose anécdotas que no habían compartido juntos, sus experiencias, algunas intimidades, sus proyectos. Subieron por la escalinata y al llegar a lo mas alto, Vall saco su celular y se sacaron algunas fotos. Volvieron caminando con lentitud por la parte de arriba. Max se distancio unos escasos minutos para comprar unas latas de cerveza, y una lata de gaseosa para Giselle. Cuando se la entrego, antes de soltarla le dijo.

-Creíste que traería alcohol para ti también? Mientras estés a mi lado, seré yo quien te cuide.- Soltó la lata y le guiño un ojo.

Esto no tenia nada que ver con una insinuación o un modo de conquista, pero jamas, nadie se había preocupado por ella. Y quizá se estuviera equivocando, pero estar cerca de Max la ponía nerviosa.

Las horas habían pasado sin darse cuenta, o la distancia que habían caminado era mucha, o habían caminado muy lento. Cuando llegaron a la casa, eran las tres de la madrugada. Todos se encontraban durmiendo al parecer, así que entraron los cuatro sin hacer ruido. Las chicas fueron a su cuarto y aprovecharon a darse una ducha y ponerse ropa cómoda para dormir.

-Que es lo que haremos,vamos con los chicos o nos quedamos aquí?- Pregunto Giselle con tímido nerviosismo.

-Vamos con los chicos, hay que aprovechar y divertirnos, no seas aguafiestas como mama, cada vez te pareces mas a ella.- La regaño Vall.

Cada una tomo su celular y se dirigieron al lado, tocaron suavemente la puerta de los chicos y fue Chris quien abrió. Tenia el torso desnudo, un pantalón corto floreado, y notablemente, su rostro se ruborizo.

-Donde tenias oculto este cuerpo de streeper Chris?- Le dijo Vall, dando una palmada en su pecho. Y sin darse cuenta ese cuerpo la desconcertó.

-Con permiso.- Dijo Giselle, evidentemente muerta de vergüenza.

Tenia puesto un pijama color rosa, el pequeño pantaloncillo marcaba su trasero y la remera mostraba a penas su ombligo. Max quedo hechizado con esa imagen, la guardaría en su memoria para no olvidar cada detalle de su cuerpo.

-Que les pareció la playa de noche?- Pregunto Chris acomodándose en el escritorio cerca de una ventana, donde habían dos notebook. En una de ellas, estaba reproduciendo música con el volumen bajo.

-Es hermosa, quiero ir a la mañana bien temprano para disfrutar todo el día.-Respondió Vall sentándose a su lado para ver la música que tenia.

El simple rose, lo estaba volviendo loco, su pijama color celeste dejaba a la vista sus hermosas piernas, y la pequeña remera tenia un adorno de encaje en la parte delantera, donde se juntaban los pechos. Era endiabladamente sexy.

Al parecer había sido una mala idea invitar a las chicas a dormir esa noche con ellos. Seria una larga e incomoda noche. Ya no eran niños, sus cuerpos reaccionaban por si solos, su mente no tenia el control, y eso era signo de alarma.

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