Trauma
Patricia
Nos estamos preparando para bajar a cenar, necesito mantener mi frágil pose de buena mujer.
— Lo siento mi amor, sé que esperabas más, yo también, pero no pude, no sé, en ese momento mi cuerpo no me obedeció y se detuvo, yo, yo... —
Comienzo a simular un llanto desesperado, interrumpiendo mi discurso y pronto creo que soy digno de un Oscar, porque detenerme en medio del placer y llorar así, me asegura que soy una excelente actriz.
Mateus
Ver a mi hermosa novia en ese estado me parte el corazón, la envuelvo en mis brazos, beso su frente y hablo.
"Oye amor, está bien, mira lo mucho que hemos llegado". Es un proceso, por lo que seremos capaces de superar todas las barreras. El sexo es bueno, es importante, pero nuestro amor es mucho más, y esperemos hasta que superemos este trauma tuyo juntos. —
- ¡Gracias bebé! —
Me quedo ahí, calmándola un rato, y recordando todo lo que hemos vivido hasta este momento, sé que aún nos queda un largo camino por recorrer, pero sé que llegará el día en que ella podrá entregarse. a mí por completo.
Recuerdos de Mateus...
Hace un mes que salgo con Patricia, en ese poco tiempo me enamoré de ella, tanto que salimos prácticamente todos los días desde que nos conocimos.
Pero justo ayer, logré besarla cuando la dejé en casa, y ahora estoy parado aquí luciendo tonto, esperando que salga del trabajo para llevarla a cenar e invitarla a salir.
Apenas se va de la empresa y me ve, sonríe y viene hacia mí, saludándome con un beso en la mejilla, le correspondo dándole un beso que aun avergonzada acepta.
- ¡Hola, linda! Vine a recogerte para que pudiéramos cenar juntos. —
Abro la puerta del auto, en cuanto ella sube, me dirijo al asiento del conductor, en el camino no hablo mucho porque estoy nervioso, nunca he salido con nadie, solo me quedé y pocas veces más de una vez. con la misma chica, mi adolescencia y la universidad. Lo disfruté mucho, no porque fuera una gallina, sino porque nunca vino nadie a hacerme querer salir, y siempre terminaba con una chica diferente.
— ¿Está todo bien, Mateo? Pareces algo nervioso. —
“Sí, mi hermosa. —
Ah, esta es definitivamente la mujer de mi vida, en poco tiempo me conoce tan bien.
Entramos y nos dirigen a una mesa más reservada, que ha sido preparada románticamente para nosotros, tal como lo solicité.
— Wow, qué bonito aquí... ¿Y esta mesa? Está linda. Simplemente perfecta. —
- Me alegro que te haya gustado, puedes elegir lo que quieras mi hermosa. —
"Tomaré unos fideos boloñeses". —
— Y pediré una lasaña, pediré una botella de vino para acompañar. —
— Mateus, no es necesario, una botella será muy cara. —
— No te preocupes, tú sí, te lo mereces y hoy lo vamos a celebrar. —
Ella arquea una ceja pero no discute, saludo al mesero y ordeno, realmente el vino es un poco caro, pero puedo pagarlo, siempre ahorré el dinero de cualquier concierto o pasantía que hice. Sueño con abrir mi empresa.
Nuestro pedido no tarda en llegar y cenamos mientras hablamos.
— Ahora que me gradué, voy a empezar a poner en práctica el plan para abrir mi propia empresa, tengo algo de dinero ahorrado, junté todo lo que gané, y como mi padre insistió en pagarme la universidad, tuve sin gastos y ahora quiero darle una buena vida a mi viejo, el es increible, nos crio a mi ya mis hermanos practicamente solo y siempre hizo todo por nosotros. —
— Debe haber sido mucho, prácticamente crié a mi hermana sola y ya era muy difícil, siendo solo nosotros dos, mis padres incluso dejaron algo de dinero como herencia, pero no fue gran cosa, pudimos comprar la casa donde vivimos, pero tenía que trabajar para mantenernos, mi deseo era ser abogado, pero tuve que dejarlo, no podría trabajar, criar a Mirella y seguir estudiando, pero Mi, ella sueña con ser administradora y por eso insisto en que estudie, para que pueda cumplir su sueño, aunque yo trabaje día y noche para ello. —
- ¿Yo? —
— Sí, Mirella, mi hermana, Mi's. —
Hablas de ella con tanto cariño. —
“Oh, sí, somos solo nosotros dos en este mundo, y la amo tanto, ella es mi vida. —
— Sabes hermosa, si por mí es, ya no serán solo ustedes dos, hoy te traje aquí, porque desde el día que te conocí supe que eras especial, no te vas de mi pensamientos, habitas mi mente, mis sueños y mi corazón. Esta manera dulce, sencilla y a la vez fuerte y guerrera me encanta y me hizo enamorarme de ti. Tan hermoso...
Saco la caja con los anillos de mi bolsillo y la abro mientras hablo.
"¿Quieres salir conmigo mi hermosa?" —
Patricia comienza a llorar, pero noto que no es un llanto de emoción o alegría, parece más como si estuviera aterrorizada.
- Yo no puedo. —
Ella se levanta y se va, yo me quedo ahí, paralizado, como una olla, sin entender lo que pasó, ¿qué quieres decir con que no puedes?
