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Desde tus ojos

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Jeni’sNovela
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Sinopsis

— recuerdos .... — —Por favor, no me toques —le supliqué, pero él no parecía escucharme, estaba llorando desesperadamente. — por favor, déjame en paz. — cállate Luana — sostuvo mis brazos mientras besaba mi cuello y yo solo sentía repugnancia todo el tiempo mientras trataba de liberarme de su agarre. —Por favor, no puedo más con esto— grité y él siguió con todo. Vuelvo a la realidad con las carcajadas a mi lado y el ruido de la televisión. Veronica me mira, pareciendo dudar de lo que estaba pasando en mi cabeza. Verónica— ¿Estás bien? – Niego con la cabeza confirmando – quítatelo de la cabeza, Luana Luana— Estoy bien, relájate— me mira por última vez antes de volver a prestar atención a la película. Los recuerdos volvieron y con ellos llegaron las pesadillas. Quería olvidar, me obligué a olvidar, pero en ese momento eso se volvió imposible porque las personas que me causaron todos estos problemas también regresaron.

RománticoAmor a primera vista Amor-OdioArroganteAcciónCeloso

Capítulo 1.

*Recuerdos*

—Por favor, no me toques —le supliqué, pero él no parecía escucharme, estaba llorando desesperadamente. — por favor, déjame en paz.

— cállate Luana — sostuvo mis brazos mientras besaba mi cuello y yo solo sentía repugnancia todo el tiempo mientras trataba de liberarme de su agarre.

—Por favor, no puedo más con esto— grité y él siguió con todo.

Vuelvo a la realidad con las carcajadas a mi lado y el ruido de la televisión.

Veronica me mira, pareciendo dudar de lo que estaba pasando en mi cabeza.

Verónica— ¿Estás bien? – Niego con la cabeza confirmando – quítatelo de la cabeza, Luana

Luana— Estoy bien, relájate— me mira por última vez antes de volver a prestar atención a la película.

Los recuerdos volvieron y con ellos llegaron las pesadillas. Quería olvidar, me obligué a olvidar, pero en ese momento eso se volvió imposible porque las personas que me causaron todos estos problemas también regresaron.

Verónica—Aquí ya no te molesta

Después de que mi madre decidiera volver con ese hombre, decidí irme, saber que después de todo habían vuelto me hizo entrar en pánico. Mi única salvación fue Verónica.

Verónica— puedes irte a dormir, como quieras te llamaré— lo negué pero en unos segundos mis ojos comenzaron a debilitarse.

Mañana iría a la ONG a dar una clase de baile a los niños y llevo días muy emocionada, pero al parecer hasta eso me está perdiendo la magia. al menos voy a estar haciendo lo que me gusta aquí, sin restricciones.

...

Verónica—hoy hay fiesta vas? — preguntó mientras empacaba algunas cosas.

Luana — Si puedo — dije sin entusiasmo y volví a barrer la casa — Ya casi es hora de ir a la ONG, termino aquí y me arreglo.

Verónica— Voy a terminar aquí e ir al salón.

Apenas terminé de ordenar todo en la sala subí a arreglarme , me puse un pantalón de chándal y una blusa grande que lo hiciera cómodo para bailar , me puse mis tenis y bajé viendo que Verónica ya se había ido a trabajar , cerré la puerta y bajé la colina .

Como me había mudado recientemente con Veronica, no sabía mucho al respecto y ella dijo que en esta fiesta de hoy entendería un poco todo esto.

Entré a la pequeña habitación allí y había una mujer sentada en una mesa leyendo unos papeles.

Luana— hola, discúlpame— llamé a la puerta y ella me miró y luego volvió a leer los papeles.

— tú debes ser Luana, yo soy Fátima, puedes sentarte si quieres – señaló la silla y yo me senté – la ONG te agradece por querer enseñar aquí.

Luana— Me encanta bailar y quería enseñárselo a más personas, y puedes llamarme Lua si quieres.

Fátima—Claro, entonces, la edad promedio de los alumnos que están programados para tomar la clase es entre seis y doce años, te parece bien, ¿no?

Luana—Claro, creo que puedo manejarlo.

Fátima— genial, como hoy es viernes, pensé que lo mejor sería empezar el lunes, hoy no vienen tantos estudiantes debido a los eventos que están allá arriba — sonreí y asentí — eso es todo, nos vemos el lunes.

Veronica— que almuerzo tan especial que luana— se sento en el sofa

Luana—que fue? Algo más rico para comer hoy, no sé una lasaña, cualquier cosa

Veronica—entonces tu lo haces yo no voy a hacer nada

Luana—aburrida para Caraí, sabes que no sé hacer esta mierda

Veronica—y te lo estas inventando porque fia?

Luana— Tenía ganas, hace tiempo que no comía algo diferente

Verónica— No lo haré

Luana—poxa Veronica muy mala amiga— me levante y ella se rio— entonces vamos a comer con esa mujer que me llevaste ese dia?

Verónica— ¡Quien va a bajar ahí con este calor es otra persona, no yo!

Luana—tengo ganas de pegarte, despues me voy, tengo hambre a las dos de la tarde del sabado.

Veronica—es por eso, es genial para calentar la comida y comer.

Luana—has hecho arroz igual que tu cara Veronica, maldita sea, arroz quemado por todo el costado.

Verónica: te pedí que miraras, así que es tu culpa.

Luana— Adiós Verónica, voy a comer una buena comida – le dije y ella hizo una mueca de burla.

Me puse las chanclas y bajé, hoy estaba ocupado, a diferencia de la mitad de la semana cuando hay menos movimiento.

Una vez bajé al barcito de allí cuando comí con Verónica, ¿sabías el camino? No, pero voy con fe en Dios.

Me perdí todo allí, pero lo encontré, me senté en la silla allí y la niña vino a ayudarme con mayor mala voluntad.

luana—que hay hoy?

— que ya salió tiene feijoada y cazuela

Luana— tráeme una feijoada— apenas refunfuñó y se fue.

Estaba jugando con mi teléfono hasta que llegó mi plato. De lejos vi muchas motos bajando, todas pararon y se bajaron muchos tipos, luego se sentaron en una mesa en la conversación más grande.

Yo, con mi manía de mirar a la nada, terminé mirando a uno de los de la mesa y ni me di cuenta, solo me di cuenta cuando se sentó en la silla frente a mí.

—Iai— dijo y yo solo negué con la cabeza.

Parecía tener unos cuantos años como máximo.

— Vi que me mirabas, así que vine aquí — dijo sonriendo

Luana— ¿Yo? – asintió – No estaba mirando, lo siento, tengo la costumbre de mirar a la nada.

— bueno, pero ¿sí? – miré sin entender – ¿quieres dar una vuelta por ahí?

Luana—ni modo, estoy esperando mi comida.

— habla de eso entonces, lo siento — se levantó y yo sonreí por la cara que puso.

Cuando volvió a la mesa vi que todos se burlaban de él, estaba todo avergonzado, no fue mi culpa.

Mi comida llegó, esbocé una gran sonrisa al ver ese plato frente a mí, solo por diversión, le tomé una foto y se la envié a Verónica, ella me envió una calcomanía como si no le importara.

Comí de todo, estaba delicioso, pedí un jugo de guayaba natural y luego pagué todo, me quedé ahí un rato hasta que me armé de valor para subir ese cerro.

En la otra mesa que solo había hombres, solo vi una lata y una botella de cerveza encima. Allí era prácticamente su comida diaria.

Me levanté decidido a subir, salí del bar, comencé a caminar y ya me estaba dando pereza, escuché un ruido detrás de mí y vi que era una moto.

— Te llevo — era el chico del baile, si no me equivoco BN

Luana— estoy bien, acabo de comer tengo que caminar un poco— sonreí y volví a caminar.

BN— ¿Vas a desperdiciar el viaje?

Luana— esta vez paso

Ni siquiera insistió mucho, volvió a arrancar la moto y se fue.

No voy, tal vez me lleve a otro lado, aunque fuera una cama, no me quejaría. Sonreí ante mis propios pensamientos y voté por caminar.

Llegué a casa y no vi a Verónica, probablemente se fue.

Me senté en el sofá, todo estaba en silencio hasta que escuché unos gemidos.

Luana—cê' están bromeando Verónica – grité y salí de la casa

No tenía adónde ir, me senté fuera de la casa. Después de unos minutos salió un chico, solo asintió y se ajustó la gorra.