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Convénceme de ser tuya

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LaSirenita
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Sinopsis

Y allí estaba él... sentado al otro lado de la cafetería, con el cigarrillo entre los labios, mirándome, con tanta atención que parecía que estaba mirando mi alma. Es tan hermoso, tengo miedo de perderme en sus hermosos ojos color avellana, y nunca podré encontrarme de nuevo. Tal vez quiero perderme. ¿Es capaz de amarme?

RománticoDulceSEXOAventuraPosesivoAmor-OdioFelicidadAdolescentesCeloso

1

Cecilia.

Hoy empiezo en una nueva escuela, en una nueva casa, en un nuevo lugar. Desde el divorcio de mis padres, fue una lucha decidir con quién iba a estar, ya que mi madre estaba decidida a dejarlo todo para irse a vivir su vida mediocre con su nuevo novio, era ridículo.

Pero no me enojé con ella por eso, sino porque nunca fue una buena madre, por suerte tengo a mi abuelo Angelo ya mi padre Gael, que son grandes personas y siempre han estado conmigo.

Ahora tendría que adaptarme a la vida en Kansas, aquí era una ciudad hermosa, así que creo que no tardaré en acostumbrarme.

Ya estaba frente a mi nueva escuela, mirando el portón aún dentro de la camioneta de mi padre, él insistió en llevarme en mi primer día de clases, estaba en la mitad del segundo año, pronto terminaría.

-¿Puedo ir a casa?- Pregunto, ya sabiendo la respuesta.

- Hija, aquí te va a gustar, estudié aquí toda mi escuela secundaria, la gente es genial, seguro que te llevarás bien y harás muchos amigos.- dice mi papá tratando de darme confianza.

- Papá, dejaste la secundaria hace mucho tiempo, los jóvenes de hoy son muy diferentes...

- Vamos, te gustará.

- Está bien, está bien, hasta luego.

- Beso querido.

De ahí cerrando la puerta entonces, coloco mi mochila en mi espalda, y me giro para ir a la entrada, antes de terminar de dar mi tercer paso, escucho a mi padre gritar:

- TE AMO BEBÉ, ¡DIVIÉRTETE!

Maldita sea, siento que mi cara arde por la vergüenza, y los estudiantes me miran fijamente, algunos incluso sueltan una risita, empiezo a caminar más rápido hacia la escuela.

Atravieso los pasillos detrás de mi casillero, hasta que veo a una chica de cabello rojo, con ropa completamente negra, y un chico de cabello verde a su lado, viene hacia mí.

Miro los casilleros aún detrás del mío, hasta que escucho su voz a mi lado.

- Hola niña.- miro hacia ellos que estaban justo a mi lado.

- Ey.

- ¿Novato?

- Sí, hoy es mi primer día.

- Encantado de conocerte, soy Luana, pero puedes llamarme Lua, este es mi hermano Felipe, llámalo Lipe, es medio idiota, entonces...

- No soy tonto, estoy caliente.- responde, guiñándome un ojo, termino riendo.

- Con gusto Cecilia.

- Seguro que seremos grandes amigos, así que... ¿Ya encontraste tu casillero?

- En realidad, lo estaba buscando.

- Déjame ver.- Toma el papel de mi mano.- Está al lado mío, te mostraré dónde está.- Ella se aleja y yo solo la sigo.

Al parecer ya tengo dos amigos, no empezamos tan mal.

- Aquí siempre lo dejan encerrado, suelen hacer bromas estúpidas a los que no son populares, sobre todo al grupo de James.- Dice Lua cruzándose de brazos y apoyándose en su casillero.

- ¿Es en serio que hay estas cosas populares aquí?

- Sí, en realidad, hay un grupo para todo, los nerds, los rockeros, los extraños, las pirañas tontas, la gente diferente y James.

- ¿James?- pregunto, ese nombre no me era extraño.

- James Miller, es mejor conocido como el chico malo rudo, todas las chicas necesitan besar sus pies para recibir un beso en esa boca rosada que tiene, es un idiota y es arrogante. Si ese es un consejo, aléjate lo más posible de él, a él le gustan las chicas como tú.

- ¿Como yo?

- Dulce e inocente, de rostro virgen. Los toma para sí mismo y los usa hasta que ya no los quiere, y luego los desecha como si no fueran nada.

- Hablando del Diablo...

Miro hacia un lado y lo veo venir desde el final del pasillo.

¡SANTO CIELO!

Me miraba fijamente, tan fijamente que mis manos estaban empapadas de sudor.

Me estaba mirando directamente, sus ojos eran de un color avellana penetrante, era como si estuviera viendo mi alma a través de ellos, su cabello negro desordenado, su mandíbula apretada, su boca era perfecta, llena y... uniforme, tentadora. .

Miré su ropa negra, su chaqueta, era exactamente el tipo de chico malo misterioso chico malo.

¡Él era perfecto!

Pasa a mi lado, y vuelve a mirar al frente como si ni siquiera me hubiera mirado de esa manera, pero antes de que su rostro desaparezca de mi vista, puedo jurar que vi una sonrisa en la comisura de sus labios, él sabía el efecto que me había causado con esa maldita mirada...

- ¿Viste la forma en que te miró?- pregunta Lipe.

- Chica, seguro que no quieres perderte en esa inmensidad de ojos intensos.- dice Lua riéndose a continuación.

- Creo que la estamos asustando.

- Está bien, gracias por alertarme, pero no será James ni nadie más quien me rompa el corazón, porque ya está roto, desde hace mucho tiempo.- digo recordando mi primera y única decepción, eso me hizo Nunca confíes demasiado.

- Jeez, vamos si no vamos a llegar tarde a la primera clase.

- Lo mío es historia, nos vemos en el descanso.- dice Lipe y se va hasta el final del pasillo.

- Inglés, ¿y tú?

- También.

- Genial, no pasarás tu primera clase sola.- Lua me sonríe, y entrelaza su brazo con el mío, mientras caminamos hacia la sala.

No puedo negar que la mirada de James me conmovió, era diferente, y a pesar de todo lo que decían Lua y Lipe, tal vez quisiera perderme en sus hermosos ojos color avellana...

Las primeras clases pasaron tan rápido que agradecí al cielo mientras mi barriga pedía comida.

Tan pronto como sonó el timbre, la habitación se convirtió en un alboroto, todos los estudiantes comenzaron a salir a la vez, me quedé en la esquina esperando a que Lua me alcanzara, para que pudiéramos ir juntos a la cafetería, ya que no sabía dónde. fue.

- ¿Vamos?

- Sí.- respondí, saliendo de la habitación.

Pasa su brazo por el mío de nuevo, como lo hizo para llevarme a la sala de estar.

Pero apenas entramos al corredor había tantos otros estudiantes, que incluso nos empujaron hacia un lado, hacia el otro, Lua fue empujada lejos de mí, haciendo que su brazo se soltara del mío.

La busqué a mi alrededor, pero no había ni rastro de su melena rojiza.

Siento que me empujan contra la pared, gracias a la mochila mi espalda no se pega con todo, cierro los ojos, respirando aceleradamente.

- Tienes unos ojos tan bonitos, ¿por qué no los abres?

Escucho su susurro en mi oído, su cálido aliento tocó la piel de mi cuello, haciendo que mi piel se erizara.

Su cuerpo estaba tan cerca del mío, podía sentir su calor detrás de su ropa, parecía tener una piel tan cálida...

Abro los ojos, frente a los ojos penetrantes de James Miller, allí estaba él, frente a mí, con su boca tan cerca de la mía, su cuerpo casi pegado al mío, Jesús, estaba tan cerca... Lo suficientemente cerca como para hacer que mi la respiración se acelera y jadea.

- ¿Qué quieres?- Pregunto sintiendo mi boca seca.

No me responde, solo sigue mirándome fijamente, estaba observando cada detalle de mi rostro, haciéndome sonrojar.

- Nos vemos, Cecilia logllor.

Se aleja, pasa a través de los estudiantes restantes, mete la mano en el bolsillo del pantalón y los sigue, sin mirar atrás.

Logro volver a la realidad poco a poco, mientras camino detrás de mis nuevos amigos, hasta que finalmente logro encontrar la cafetería.

Veo a Lipe parado en el medio jugando con su celular, me acerco a él.

- Ey.

- Dios mío, Lua está loca por ti niña, ¿dónde estás?

- Terminé siendo empujado, y me separé de ella.

- Tienes las mejillas muy rojas... - Me mira con recelo.