Capítulo 6: La traición.

Queda al descubierto, la última sustracción de dinero realizada, por Erick a la constructora de su padre, esta vez Aníbal queda con la boca abierta, al percibir que la empresa, está completamente quebraba y lo peor, tiene a muchos de sus acreedores encima. Por otro lado, el proyecto que los podría sacar a flote, Erick lo llevará a cabo en su constructora, es un proyecto de gran envergadura, que consiste en la construcción de una posada ecoturística en Venecia.

Va Aníbal corriendo, a la oficina de su hermano Marlon y éste se asombra:

—¿Qué te pasa Aníbal, porque entras así tan preocupado?

—Paso lo peor, lo que tanto temía, Erick quebró esta empresa y lo peor, que nos dejó con muchas deudas de proyectos anteriores, sustrajo una fuerte suma de dinero, recientemente sin medir las nefastas consecuencias.

—Si mi padre se entera se muere.

—Tengo que contarle, tenemos que salir de esto. No tenemos liquidez en la empresa, lo que se me ocurre es decirle a papá, que venda los terrenos, que compró en los Alpes suizos y también que coloque, a la disposición de la constructora, todos sus ahorros. Estamos en la ruina, y todo por culpa de la ambición de Erick.

—Y también por su ego, con ese afán de sentirse superior. Tenemos, que contarle a papá con mucho tacto, su corazón no resistiría tan duro golpe. Recuerda lo que dijo el médico la última vez.

—Lo se hermano, pero lo que nos viene encima, es muy duro y más con la junta directiva.

—Erick tiene que asumir sus consecuencias. su acto no puede quedar impune.

—Lo único, que podemos hacer, es hacerle una auditoria forense a su nueva empresa. Para dar con el paradero de los fondos.

—Mi padre no lo permitiría, si se comprueba su estafa iría a la cárcel. Pero busquemos otra opción, tampoco lleguemos a tanto.

—Erick debería ir a la cárcel, por ser tan malo y arrogante. Mira en que, embrollo nos metió por su codicia.

—Debe de haber una solución.

—Por ahora ninguna, todo está perdido—se toma Aníbal la cabeza con mucha angustia.

**

Erick tal, como se lo prometió a la inocente Tatiana, se halla con ella en el hotel, están a punto de irse del lugar. Tatiana está feliz de sentirlo. Sin embargo, algo en su corazón le señala, que la cosas con ese patán no circulan nada bien, siempre la mantiene escondida, como si sintiera vergüenza de ella, piensa la pobre. Realmente es así, este pelafustán solo la usa para sus fines, esperemos que ella abra pronto los ojos, antes de que sea demasiado tarde.

—Me voy a dar una ducha antes de irnos—menciona Erick.

—Está bien—de inmediato, la siente acongojada.

—¿Qué pasa Tatiana? No me digas, que sigues con el tema de la nostalgia—la mira con aprensión.

—También. Pero, te tengo que decir, que no me siento bien así. Con una relación a escondidas ¿Te avergüenzas de mí?

—Cómo crees cariño, no digas tonterías.

—Entonces, porque no vamos a un restaurante, o a un parque, o a cualquier lugar público, como toda pareja lo hace. Siento que te doy pena, por no ser tan agraciada.

—Basta Tatiana, ya hemos hablado de eso hasta el cansancio. Soy tu jefe no se ve bien, los demás pueden sentir celos laborales de ti, solo intento protegerte—la envuelve como siempre.

—Pero, Erick ya no estamos en la constructora, podemos hacer nuestro romance público, solo así me sentiré mejor.

—Luego hablamos de eso cariño, tengo prisa.

—¿Para donde vas? —pregunta Tatiana con asombro.

—Tengo un compromiso familiar, ya sabes mi madre y sus excentricidades.

—¿Qué compromiso? —pregunta con insistencia Tatiana.

—¿Vas a empezar a dudar de mí? Por dios Tati, déjate de tonterías, que me voy a duchar. Ah al salir te pido un taxi, no podré llevarte cariño.

Ella se mira con extrañeza, presume su acción como una descortesía ¿Ya comenzará Tatiana a ver, quien es Erick DiNozzo en realidad? Frunce el ceño de inmediato.

Erick sale del baño, a toda velocidad se viste, y sale dándole un beso en los labios, cerrando la puerta de un portazo. Dejando a la pobre Tatiana, sola en esa habitación de hotel, una vez habiendo obtenido de ella, más allá que su voluntad.

En un intento de sentirme mejor, Tati llama a su mejor amigo Matías:

—Aló Mati—exclama Tatiana con la voz entrecortada.

—Hola primor ¿Qué pasa?

—Erick, me pasa Erick—dice Tatiana acongojada.

—¿Ahora que hizo el bombón suicida?

—Se fue y me dejo sola en la habitación, con dinero para un taxi. Me trata peor que una cualquiera, cuando yo le he entregado lo mejor de mí, hasta me entregue a él siendo virgen.

—Ay mi Tati ¿Quieres la verdad o la mentira?

—La mentira, es menos dolorosa.

—Bueno, cariño seguramente tuvo un compromiso y no te podía llevar hasta tu casa. Ya se me agotan las excusas con el papacito de Erick. Mejor hagamos algo, te voy a buscar a ese hotel, mándame la ubicación.

—Está bien—cuelga y se queda muy pensativa Tatiana. Musitando mentalmente:

«Tengo tener que más voluntad, Erick definitivamente no me quiere, soy una tonta que lo ama con locura. Dios mío, ¿por qué el amor es irracional y cuando uno se enamora, le cueste ver la realidad?»

La muy ingenua esta en todo lo cierto, por más que quiera ver la realidad, que se asoma en sus narices, el amor y sus corrientes contradictorias, solo colocan una nube de humo gris, que se eleva en nosotros. Ojalá, pronto ese mal tiempo, se espante de encima de ella y para siempre.

¿Le dará Tatiana cabida al raciocinio, en su relación con Erick?

*****

Constructora DiNozzo…

Todavía se hallan, Aníbal y Marlon buscando la forma, de cómo hablar con su padre, sin afectar su salud. Por más, que buscan no la hayan, por ningún lado una alternativa justa:

—Ya vámonos a la mansión Marlon, no podemos esperar más. Por más dura, que sea la verdad, nuestro padre tiene que saberla.

—Lo sé, pero me preocupa su corazón. Pobre papá.

—Tranquilo hermano sé, que de los tres tu eres el más sentimental de todos, eres idéntico a nuestro padre. Por eso, estoy tan orgulloso de ti.

—Gracias Aníbal, pero tienes razón, debemos hacerle frente a esto. Juntos sacaremos a la constructora de la ruina, te lo juro Aníbal—se queda mirándolo fijamente y de inmediato se abrazan fraternalmente.

Toda la conversación, la escucho completamente la intrigante de Larissa, quien es la secretaria de Marlon. Se pone muy nerviosa, presumiendo que su trabajo está en riesgo. Es por ello, que impulsada por lo que acaba de oír, llama de inmediato a Erick, con quien sostiene un romance de aventura, nada serio.

—¡Aló Erick! —exclama nerviosa.

—¿Larissa ahora que quieres, no es jueves querida? —le contesta con cinismo.

—A pasado algo terrible en la constructora.

—¿Ahora, que pasó con San Aníbal?

—Aníbal es lo de menos, la constructora está quebrada, puede que la cierren definitivamente—Erick se pone serio de inmediato y le pregunta:

—¿Qué más oíste, me nombraron?

—No, tu eres el menor de los problemas. En si te llamaba, para que me des empleo en tu constructora, necesito trabajar sino como me mantengo. A menos que te quieras casar conmigo.

—Por Dios Larissa, el trabajo si te lo puedo garantizar, pero la boda jamás. Ubícate.

—Eres un miserable, no sé cómo puedo estar contigo.

—Vamos Larissa, donde conseguirás a tu disposición, a un galán como yo. Mañana nos vemos en Benzzinca, te paso la ubicación, ya Benjamín te contratará en algo.

Larissa se siente un poco más tranquila, ya que no quedará desempleada. Entra repentinamente a la oficina de Marlon, para anunciarle:

—Marlon, me voy de la constructora.

—¿Cómo y por qué? —pregunta Marlon con recelo.

—Encontré un mejor empleo.

—¿Al lado de Erick?

—Pues sí, para que te voy a mentir.

—Está bien Larissa. Espero que te vaya bien, anda a recursos ellos, se encargaran de tu renuncia. Luego buscaré otra secretaria. Vamos hermano—le dice a Aníbal, ni caso le hizo a la renuncia de Larissa, a quien dejó parada en su oficina como una estatua.

*****

Afuera del hotel, Matías le hace seña a Tatiana, para que suba a su auto. Rápidamente nota su presencia y sube al coche:

—¡Ay mi Mati! —exclama con tristeza.

—Bueno cariño mío, no sé qué más decirte, ya que elegiste la opción de la mentira.

—Tengo que pensar muy bien, para donde va esta relación. Te confieso, que en los últimos días ya no soy feliz, la emoción se ha esfumado, y me inmerso en una desbastadora rutina, al lado de Erick, quien sigue escondiéndome de todos.

—Sé que no quieres oírla, pero te diré la verdad. Erick no te ama mi reina, te utiliza para sus propósitos, mira ya eres la propietaria legal de Benzzinca, pero para todos sigues siendo su secretaria. La verdad, ya deja a Erick de lado y solo céntrate en lo laboral, de tu relación con él, si ya no eres feliz, no debes permanecer a su lado.

—Yo lo amo.

—Estas confundida Tatiana, y no es para menos. Con semejante papacito, aunque medio narcisista y soberbio, esos atributos lo deslucen.

—Demasiado. Otra cosa que me preocupa, es la situación de la constructora DiNozzo. Me temo que ocurra lo peor—realmente sus intuiciones son ciertas, y la compañía desde ya, se encuentra en graves problemas.

—Pobre señor Salvatore, sé que es del agrado de tu familia, y en especial de tu padre, quien lo considera su mejor amigo.

—Así es, mi papá trabajo de la mano con él, en muchos proyectos para la constructora, cuando estaba activo.

—Serénate cariño, me parte el alma verte tan inestable—la mira con ternura y continúan su camino, hasta llegar a la casa de Tatiana.