Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 3 No soy la señorita Joanna

Lo que los tres chicos no sabían era que Bonnie en realidad ¡lo veía y lo oía todo!

Bonnie lanzó un suspiro de impotencia. Para criar a tres niños, había estado escasa de dinero todo el tiempo, así que los niños siempre habían sido ambiciosos y habían trabajado duro para ganar dinero, diciendo que la llevarían a dar la vuelta al mundo cuando ahorraran cien millones.

Al principio, a Bonnie le hizo gracia oír eso. Pero más tarde se sorprendió al saber que Erika ganaba dinero leyendo la cara de la gente. Sin embargo, Erika sólo tenía cinco años. ¿Y si ofendía a sus clientes y la pegaban?

Preocupada, Bonnie les decía que no volvieran a salir a ganar dinero, pero a veces no podía impedirlo. Como ahora, que los tres niños estaban a punto de "trabajar" de nuevo cuando ella estaba dormida.

Bonnie volvió a la habitación y se puso un chándal gris y una gorra, ¡lista para recuperar a los tres chicos y darles una lección!

***

En el Café Coquelicot, una glamurosa treintañera vestida con ropa de diseño y marcas de lujo examinó a Erika, confusa. "Así que... ¿eres la adivina Erika?".

Erika se enderezó para parecer más alta, el adorno de fresa de su moño tembló mientras asentía. "Exactamente. Soy la adivina Erika".

"No seas ridícula, niña. ¿Dónde está la verdadera adivina Erika? Dímelo y te compraré chocolate". La hermosa mujer sacó un billete de 100 dólares de su bolso, tratando de engatusar a Erika para que dijera la verdad.

Erika, sin embargo, no cogió el billete, sino que miró fijamente a aquella mujer con sus ojos ambarinos, diciendo con su linda voz: "A juzgar por las arrugas de tu entrecejo, tus labios finos y los lóbulos oscuros de tus orejas, debes de haber perdido algo o te habrán robado recientemente, supongo".

La hermosa mujer se quedó paralizada al oír aquello antes de inclinarse hacia el otro lado de la mesa. "¿Cómo lo sabes?

Erika apretó los labios y se reclinó en la silla. "Porque soy adivino, Erika. Lo sé por tu cara".

Ahora la hermosa mujer creía en Erika. Dejó de mirarla con desprecio y se quedó mirándola con reverencia.

"Por favor, ayúdame, adivina Erika. Mi negocio lleva seis meses perdiendo dinero. Solíamos obtener ingresos de los mismos pedidos, pero ahora las cosas se tuercen constantemente, y hemos llegado a sufrir pérdidas del 30%. ¿He sido poseído por algo?"

"Te has hecho cirugía estética en la cara". Erika se miró detenidamente la cara. "Te hiciste un lifting para remodelar la mandíbula, supongo. Tiene un efecto negativo en tu suerte financiera, así que has estado perdiendo dinero. Para cambiar eso, necesitas recuperar tu antigua mandíbula".

La hermosa mujer se cubrió las mejillas con las manos y empezó a dar las gracias a Erika tras una larga pausa. Sacó un cheque de 50.000 dólares, se apresuró a salir y fue directa al hospital de cirugía plástica.

Erika levantó el cheque con una sonrisa y se lo mostró a Lukas, que no estaba lejos de ella. "¡Mira, Lukas! He conseguido el quinto millón".

"Estoy muy orgulloso de ti, Erika. Deja que te traiga un helado. Espérame aquí". Mientras hablaba, Lukas se dirigió hacia una heladería cercana.

Con las piernas colgando, Erika se sentó en la silla y canturreó para sí misma, esperando a que llegara el helado.

"Señorita Joanna, por fin te he encontrado. Ven a casa conmigo ahora. Tu padre va a flipar". De repente, alguien apareció delante de Erika y dijo con ansiedad.

Erika parpadeó. "¿Quién eres tú? No te conozco!"

"Señorita Joanna, por favor, deja de bromear. Ven conmigo. Tu padre te espera fuera". El hombre agarró a Erika por la muñeca y la sacó de la cafetería.

Erika siguió forcejeando y su sombrero de girasol cayó al suelo.

"¡Socorro! ¡Lukas! ¡Socorro!" Erika gritó a la heladería.

Al oír el grito de Erika, Lukas miró inmediatamente a su alrededor y corrió hacia su hermana. "¡Erika!"

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.