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Caos de mi vida 2

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J.a.a
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Sinopsis

Es increíble que, después de tanto tiempo sin verla, sin saber de ella, sin saber dónde ha estado todos estos años, se me acelere el corazón y no es poco. Siento que quiere salir de mí e irse a dárselo a Bárbara, porque mi corazón nunca ha dejado de ser suyo. Pero ella me odia. Sé que me odias. Sé que estás rancio conmigo y esa es una de las razones por las que no me miras a la cara.

PosesivoAmor-OdioChico BuenoChica Mala18+DulceRománticoChick-LitNovela JuvenilAmistad

1

Entro en la cafetería con Carol y pronto vemos a Milena en una mesa, saludándonos. Fuimos hacia ella, que sonrió muy bien.

- Hola chicas. Se levantó y vino a saludarnos.

-¿Estás bien, Milena?- Yo la abracé.

— ¿Todo sí y contigo? dijo, alejándose de Carol.

-¡Estamos bien!- Carol dijo.

-Siéntense, chicas. Señaló la silla y nos sentamos. -¿Cuánto tiempo hace que no nos vemos?-

- Verdadero.

-Recuerdo que la última vez que nos vimos fue en la fiesta de inauguración de la casa.

- Fue si. Yo digo.

Una camarera se acercó a nosotros y pedimos nuestros cafés y algo de comer. Cuando se fue, Milena volvió a hablar.

— Entonces, chicas, quería saber más sobre ustedes. ¿Entonces, que te gusta hacer?

- Me gusta pintar.

- Me gusta la moda.

- ¡Ah que bueno! Me gusta un poco la moda, pero no tengo una cosa fija que me guste. Me gusta un poco de todo, ¿sabes? decimos. -Trabajas en una galería, ¿verdad?-

- Trabajo sí.

-Mi hermano lo dijo-. Y sé que compró un cuadro que pintaste. Ella me señaló y lo sacudió, indicando que estaba al tanto de este descubrimiento.

— Sí... Realmente lo compró. Hablo un poco torpemente.

-Así que pintas cuadros, ¿eh?-

- Sí. Ahora sólo pinto en cuadros.

- Fresco. Me gusta un poco de arte. Milena se volvió hacia Carol. - ¿Cuál es su ocupación?

— Trabajo en una tienda de ropa. Ya que estudio moda, nada mejor que trabajar en una tienda que trate este tema, ¿no?

- Total.

- ¿Cuál es su ocupación? Carol preguntó.

-En realidad, no trabajo. Me quedo en casa de todos modos, o salgo. Mi hermano hace mi trabajo, ya sabes. Ella se ríe un poco, divertida.

Llegaron nuestros cafés y así retomamos nuestra conversación, que se puso aún mejor. Milena fue muy amable y simpática. Incluso más que Víctor. Es extrovertida y me gusta la gente así, así que se ganó mi amistad. Para un familiar de una familia de la mafia, ella es bastante dulce. Estoy empezando a pensar que todos en esta familia son así, solo las personas que los ven de la peor manera.

- ¿Puedo hacerte una pregunta? — Milena me mira y yo firmo. -¿Cuál es el problema entre tú y mi hermano?- Abro la boca para decir algo, pero no sale nada.

— Eh... Bueno... Tu hermano y yo... Tenemos una amistad pintoresca, ¿sabes? Eso es todo lo que tenemos. Nada demasiado serio.

-Ay, qué aburrido. Pero está bien, al menos estás teniendo algo.

- ¿Porque la pregunta?

-Por muchas, muchas razones. Pero te aseguro que no hay nada malo dentro de estas diversas razones. Parpadeó y tomó su café, tomando un sorbo.

Vale, eh...

....

Llegando al colegio, casi tarde, veo a Bianca y Gilson yendo al salón de clases. ¿Por qué llegamos tarde? Nos dejamos llevar demasiado en la cafetería con Milena. Llegamos a casa y fuimos directo a arreglarnos. Ni siquiera había tiempo para comer nada, así que comíamos en la cantina de aquí.

Me despido de Carol y ella corre hacia la suya antes de perder su primera clase y yo voy a la mía, que por suerte está más cerca. En el camino, termino encontrándome con Felipe.

-Tarde, ¿verdad?- dice y me río un poco.

- Un poco.

-Entonces vayamos a la sala de estar antes de que lleguemos tarde-. - Dicho esto, volví a mi habitación.

Vi al profesor en su escritorio, mirando un cuaderno, y tuve suerte de no fijarme en los que llegaban tarde. Felipe y yo fuimos a nuestros escritorios y nos sentamos.

-¿Por qué estás aquí ahora?- - pregunta Bia, detrás de mí. Me dirijo a ella.

-Carol y yo fuimos a encontrarnos con un amigo y nos dejamos llevar demasiado por la conversación, así que llegamos tarde.

- Ah entendí. Suerte que el profesor chatonildo no ha llamado todavía. Me doy la vuelta rápidamente, ahora me doy cuenta de que es el profesor aburrido en la mesa.

Oh no... No lo hizo...

-¿Estás seguro de que es él?- Hago una mueca abatida, después de volverme hacia Bianca de nuevo.

- Grave.

-Ah...- murmuro, como derrotada.

Hoy es el día de la batalla y ya sé que todos los soldados de esa habitación morirán. Eso es seguro.

— Perdí la primera clase. - dice el profesor, cuando llega un alumno.

— ¡Aún faltan minutos para que comience la clase, profesor! — se queja el estudiante.

— Llegó minutos antes de que comenzara. — el estudiante maldice y se sienta detrás de Bianca, de mal humor.

La razón por la que todos odian a este maestro. Por suerte para mí, ni siquiera se dio cuenta de que venía. Gracias Dios. ¡Me ayudó mucho!

━━ • ✦ • ━━

Al entrar en la galería, noto un ambiente extraño y veo que las niñas y la Sra. Will está un poco... angustiado. Me acerco a ellos preocupada y me doy cuenta de que no es algo bueno, porque sus caras lo delatan. Que no sea tan malo, por favor...

-¿Qué pasó, chicos?- ¿Qué tipos son estos?

-Oh, Babi—- -Sra. Will dice con voz triste y mi corazón se acelera aún más.

-¿Qué pasó, Sra. ¿Voluntad? Pregunto, tratando de sonar tranquila.

— Hoy recibí la noticia de que mi esposo se va a tener que mudar, por su trabajo y yo no puedo seguir con la galería.

-¿Qué quieres decir con eso?- digo con aprensión.

No puede ser lo que estoy pensando.

Voy a tener que cerrar las puertas de la galería. Me siento como si me hubieran dado un puñetazo en el estómago. -No puedo trabajar, estando en otro estado. Mi esposo y yo hablamos, pero nuestra opción era poner la tienda en oferta.

-Pero... Pero, ¿no puedes dejar a alguien más en tu lugar?- ¿Alguien en quien puedas confiar? Pregunto totalmente infundado.

Esto no puede estar pasando. ¡No puede!

- No tiene como. No tengo a nadie a quien pueda dejar en mi lugar. Incluso podría dejar a uno de ustedes tres, pero aún son jóvenes, están estudiando y no podrían manejar un oficio. Puedes conseguir un trabajo mejor que este.

-Pero podemos manejarlo-. digo, mirando a Mia y Olivia.

— Lo sé, chicas, pero no es fácil ser dueño de un negocio. No quiero darles este trabajo a ninguno de ustedes, así que decidí venderlo de todos modos. - Bajo la cabeza, sintiendo que toda la tristeza me invade.

— ¿Cuándo piensa mudarse? dice Olivia.

-Semanas a partir de ahora. Mi esposo ya nos está buscando una casa en Norfolk y en unas pocas semanas nos mudaremos.

-Lo siento, Sra. Voluntad. Mucho. - le digo muy triste y la abrazo.

- Yo tambien, querido. - Me devuelve el abrazo y siento que las chicas también la abrazan.

Eso no podría ser cierto. Esta galería fue la primera desde que me mudé a Nueva York. Estoy tan cansada de este lugar que va a ser difícil despedirme de él, de Mia, de Olivia y de la Sra. Voluntad. Bien, puedo reunirme con los dos, pero no veré a la Sra. Voluntad. Le cogí un cariño enorme y va a ser difícil despedirme. Ahora me siento literalmente sin fundamento, porque no sé cuál será mi trabajo después de irme de aquí, después de decir adiós.

¿Porqué tuvo que pasar esto? Estaba tan, tan feliz con mi trabajo. Puedo encontrar otros, incluso mejores, pero nada será como el primero. Tal vez ni siquiera las empresas. Pero lo bueno de todo esto es que tengo más tiempo antes de despedirme.

Que estas semanas no pasen demasiado rápido, por favor. Quiero despedirme antes de que llegue el momento.

Estaba tomando mi café normalmente, hasta que veo a Marcos entrar a la cocina. Dejo caer la taza de café sobre la mesa y le pido que me cuente por qué llegó tan temprano a casa. Espero que sean buenas noticias.

Traigo buenas noticias, señor. - dice y yo ordeno continuar. -Tales ha regresado a Nueva York. — por dentro estoy un poco sorprendida y me levanto, diciéndole que vaya a mi oficina. Me siento en mi silla y Marcos se sienta frente a mí.

-¿Sabes a dónde vas?-

— Se hospeda en un hotel de lujo, pero aún no sé en cuál. Pero ya les dije que fueran a averiguar qué hotel es.

- Eso. ¿Y a qué vino aquí?

— Por la información que obtuve, vino a una reunión importante con unos empresarios y quiere hacer una sociedad con una empresa que tiene en Italia. Pero eso es mentira.

Sé que es mentira. replico. -¿Y cuándo piensa irse?-

-Probablemente después de que consiga dar el golpe-. Niego con la cabeza lentamente, pensando en algo para atrapar a este bastardo.

-¿Cuándo se lleva a cabo esta cena?-

—Domingo por la noche, señor. Asiento con la cabeza, empezando a pensar.

-Necesitamos un plan para atrapar a este bastardo antes de que se escape de nuevo. Marcos lo confirma. -Dígales que no le quiten los ojos de encima, y si vuelve a amenazar con irse, que no lo dejen salir de este país-.

- Sí señor. Ya les he dicho que lo vigilen.

-Necesito pensar en un plan pronto-. Murmuro, pensando más.

No dejaré que este tipo se escape de nuevo.

-Llama a Arthur para que venga aquí. — Ordeno a Marcos, quien obedece de inmediato y va a llamar a Arthur, esté donde esté. Después de unos minutos, Arthur y Marcos entran a mi oficina.

- ¿Que pasó?

-Tales ha vuelto. - Yo comunico.

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