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2/ CON EL ABOGADO DE HARRIS

Me quede en el club sentada en unos de los sillones tomando mi bebida, cuando vi entrar a mi prometido abrazando a una mujer muy guapa, alta y rubia, todo distinto a lo que yo era, me levanté del sillón e intente pasar desapercibida, pero los ojos de Hugo y lo míos se cruzaron mirándome él serio, me acerque a ellos presentándome a la mujer que acompañaba a Hugo como su prometida, el bofetón que le dio a Hugo hizo estragos en su cara, pero yo no me quede mirando, le di otro bofetón, pero rompiéndole el labio.

— Supongo que sabrás que hemos terminado — le dije tirando el anillo de compromiso que me regalo a su cara, marchandome del club 

Subí a mi coche dándome la risa tonta teniendo mis manos en el volante sin importarme la gente que me estaba mirando extrañada. Al día siguiente me desperté sobresaltada, porque acababa de tener una pesadilla con Mark Harris, me levanté de la cama, entre en el cuarto de baño, me quite el pijama metiéndome dentro de la ducha dejando caer el agua por mi nuca y mi espalda para relajarme, sali de la ducha y me puse el albornoz que estaba colgado en la puerta del baño, me fui a la cocina viendo a Nancy preparando una taza de café

— Buenos días Nancy 

– Buenos días cariño, en la mesa te he dejado bollos y tostadas con el cafe— me dijo

 

Cogi la taza de café que Nancy me había preparado, sentandome en una de las sillas de la cocina

— Buenos días — dijo mi madre cuando entró en la cocina

— Buenos días señora, tome tu taza de café — le dijo la sirvienta

— Cariño, ¿has vuelto a hablar con ese hombre? – me preguntó mi madre

— No mamá, no he vuelto a saber nada, me tengo que marchar ya llego tarde — le dije levantándome de la silla dejando la taza en la encimera de la cocina

Me fui a mi dormitorio, me puse un traje de ejecutiva, y los zapatos, cogi mi bolso marchandome de mi casa. Subí al coche, lo arranque marchando hacia el edificio donde estaba el bufete. Cuando llegué y aparqué en el parking, me fui hacia donde estaban los ascensores, subí al primero que llegó bajando en la planta donde estaba mi despacho, salí de él y saludé a Lina mi secretaria entrando después en mi despacho. Nada más sentarme en el sillón de mi mesa, entró mi secretaria llevando en su mano el café que me traía todas las mañanas y los documentos del juicio que tenía al día siguiente. Absorta en la documentación que tenía encima de mi mesa, escuche como tocaban a la puerta del despacho, di el permiso viendo entrar a Mark Harris con dos hombres.

— ¿A qué se debe esta visita tan pronto señor Harris?— pregunté

—  Venía a decirle que la boda se celebrará dentro de dos días en los juzgados y que no se vista con ropa que sea muy elegante y ya que nos casaremos por lo civil, yo me iré a trabajar y usted se quedará en mi casa — me dijo

— Ah y el traje blanco con damas de honor y la espera del novio en el altar, eso no vale ¿no? — pregunte

— Querida Sofía, no quiero ver a tu familia en nuestra boda y mi hermano no creo que vaya — me dijo muy serio

— La espero esta tarde a primera hora en mi oficina, firmaremos un contrato delante de mis abogados, ya que hay ciertas cláusulas que quiero que mis abogados le comuniquen, hasta la tarde señorita Lopez — me dijo marchandose de mi despacho dando un fuerte portazo a la puerta, pareciéndome que ya se lo había tomado por costumbre marcharse sin cerrar despacio la puerta de mi despacho

Estuve toda la mañana muy pensativa, dándole a uno de los abogados de mi bufete, los documentos del juicio que tenía esa mañana. Sabía que no tendría problemas ya que nos reunimos cuando teniamos un juicio y los estudiamos muy bien todos los abogados y confiaba en que él lo sacaría adelante. Despues de comerme un sandwich vegetal y un cafe en mi oficina, me marche quedandose mi secretaria extrañada ya que cuando me despedí de ella, no le dije a dónde iba. Aparque mi coche en el parking del edificio de los Harris, baje del coche y cogi el ascensor, bajando en la planta donde estaba el despacho de Mark Harris. Me acerque a una mujer que estaba sentada detrás de su mesa  leyendo en la pequeña placa que había encima de su mesa, viendo que era la asistente de Mark Harris

— Buenas tardes, me llamo Sofia Lopez, el señor Harris me está esperando — le dije

— Sí señorita Lopez, puede entrar en el despacho del señor Harris, la están esperando — me dijo

Me acerqué hasta la puerta del despacho, abri y entré sin esperar a que me dijeran que pasara. Me quede en la puerta mirando el lujoso despacho, fijándome en todos los detalles que tenia

— Buenas tardes señorita Lopez — escuche una voz, sacándome de mis pensamientos

Se acercó un hombre a donde yo me encontraba sonriendo, vestido con un traje muy caro

— Buenas tardes señorita Lopez, por favor tome asiento, el señor Miller no tardará en llegar, por cierto no me he presentado, me llamo Roberto Mails y soy el abogado del señor Harris — me dijo ofreciéndome su mano

— Tengo reuniones y espero que el señor Harris no demore, yo soy también abogada y tengo que atender en mi oficina a un importante cliente — le dije

— Mientras esperamos a mi cliente, podriamos repasar un contrato de confidencialidad que aquí tengo, si le parece a usted bien, supongo que como usted es abogada, sabrá entender todos los puntos  — me dijo el abogado

— Este contrato obliga a las dos partes a mantener en secreto todo lo que se diga en esta reunión y cualquier conversación futura que usted tenga usted con mi cliente — me comentó, dándome los documentos

— No se preocupe, entiendo que al ser su cliente un importante CEO tiene que proteger su identidad — le dije

Empecé a revisar aquellos documentos, mientras el abogado de Harris me hablaba.

— Quiero que sepa que el señor Harris irá a los tribunales si usted incupliera todas esas clausulas, ya que en esta reunión se van a tratar temas muy delicados relacionados con su vida privada, que podrían dañar la reputación de usted y de su familia, supongo que como abogada entenderá esa situación — me dijo

— No entiendo por que se tiene que tratar sobre mi vida privada, el señor Harris me propuso casarme con él, pero mi vida privada seguirá siendo mía — le contesté

—- Señorita Lopez, lo que trato de decirle es que, usted podrá ir a la cárcel si comparte con sus colegas o con su familia cualquier mínimo detalle de esta reunión o de los documentos que usted está a punto de firmar. Se han hecho varias copias, una para usted, para el señor Harris y los que vamos a estar presentes en esta reunión — me dijo

Aunque el abogado me ofreció un bolígrafo para empezar a firmar aquellos documentos, por un momento me quede indecisa y sorprendida, ya que lo que iba a ver entre Mark Harris y yo solamente era un matrimonio por contrato, aunque por otra parte lo comprendía, ya que Mark Harris, era un hombre importante y multimillonario

— Crei que Harris solo queria una boda sencilla y una niñera para su hija — le respondí

— No señorita Lopez, no es eso solo — no me dijo nada más

El abogado de Harris, recogio los documentos que yo le firme, me miro y sonrio

—La notó algo nerviosa señorita Lopez, ¿quiere que la asistente le traiga algo de beber?, puede traerle una infusión que la calmara un poco — me dijo

— No gracias, lo único que deseo es, que esta reunión acabe cuanto antes para poder marcharme, ya le he comentado que tengo una cita en mi bufete con un importante cliente — le dije

—- Señor Harris, dígame una cosa que me tiene muy intrigada, he firmado los documentos que me ha dado, pero mi duda es, ¿qué propósito tiene Harris con esta reunión? — pregunte

La asistente entró en el despacho en ese mismo momento dirigiéndose al abogado y a mi.

— El señor Harris ya viene hacia su despacho, ¿les traigo algo de beber? ¿quieren un café? — nos preguntó

— Yo no quiero nada gracias — conteste

— Traeme a mi por favor un café, ya sabes como me gusta — respondió sonriente el abogado

Cuando la mujer entró con el café que le pidió el abogado en el despacho, este volvió la cabeza para mirarla, con una expresión cálida mientras le sonreía.Cogió la taza de café sentandose en uno de los sillones que había alrededor de la mesa

— Señorita Lopez no este nerviosa, el señor Harris le quiere ofrecer una estabilidad que no se lo daría a ninguna otra mujer — me dijo, al ver que me movía en mi asiento algo nerviosa

— No me hace falta estabilidad, yo, como sabe trabajo en un bufete muy importante y no necesito que nadie del exterior de mi entorno me ayude — le respondí

El corazón me dio un vuelco poniendose mas de mil pulsaciones, cuando de pronto la puerta del despacho se abrió, entrando Mark Harris y un hombre que me supuse que sería otro de sus abogados

—- Señorita Lopez, me llamo Cristofer encantado — me dijo el hombre dándome la mano

Me quedé mirando a los tres hombres algo aturdida y fuera de sitio, ya que los dos subordinados de Harris eran demasiado amables y sabía que eso no sería bueno para mi.

— Buenas tardes señorita Lopez, espero que la espera no hay resultado incómoda — me dijo Harris demasiado serio

— No se preocupe señor Harris, pero me gustaría que terminamos esta reunión cuanto antes ya que yo como usted estamos muy ocupados y ya he perdido mucho tiempo, un tiempo que es muy valioso para mi — le dije

— Pues entonces empecemos la reunión — dijo Harris

Mirándome mientras sonreía, Harris se sentó en uno de los sillones que había a mi lado, acercandome unos documentos. Harris se le notaba que estaba muy tranquilo, aunque yo era un manojo de nervios ya que no sabía qué más iba a suceder en esa dichosa reunión, puesto que en mi despacho ya me dijo lo que deseaba de mi. Mark Harris se quedó mirándome con sus preciosos ojos del color de la esmeralda, cuando de pronto escuche abrirse la puerta del despacho, me gire para ver quien había entrado cuando me fije en una niña pequeña que me miraba por detrás del respaldo de mi silla

— Disculpame Sofia, es mi hija Cintia — me dijo Harris, mirándolo yo sorprendida, ya que sabía con certeza que era la niña que di en adopcion bajo las amenazas de mis padres

Me quedé mirando a esa preciosa niña mientras las dos sonreímos, y haciendo un discreto saludo con su mano.

— Hola Cintia, que guapa que eres — le dije

— Hola tengo tres añitos — me dijo la pequeña

— Y eres muy guapa ¿lo sabías? — le dije

— Cintia cariño, ven con papa, mi niña preciosa — le dijo Harris

Me quedé mirando a la pequeña cuando subió en el regazo de su padre sintiendo que estaba a punto de darme un ataque de ansiedad, ya que la pequeña tenía ciertos rasgos míos, pensando en que Harris no me mintió, esa pequeña criatura era la que di yo a luz hacía tres años atrás. Cintia se bajó del regazo de su padre y como si tuviéramos una conexión, apoyó sus bracitos en mis piernas apoyando su preciosa cabecita en sus bracitos mientras nos mirabamos las dos. De pronto la pequeña intentó subir a la silla que yo tenía a mi lado, me levanté de la silla, le pase mis manos por debajo de sus bracitos y la ayudé a sentarse rodeándome la pequeña mi cuello con sus cortos brazos.

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