Capítulo 7
Punto de vista de Robert
El jueves me siento en mi oficina y termino de terminar el papeleo para los próximos libros que mi editorial publicará este mes. Espero que se vendan. No he tenido la oportunidad de revisar los manuscritos, así que no sé si son buenos o no.
Un golpe en la puerta de mi oficina hace que levante la vista de los papeles que están esparcidos sobre mi escritorio. - ¡Pase! - llamo. Pronto la puerta se abre y aparece el rostro familiar de Eve detrás de ella. - ¿Qué necesita, señorita Collins? - pregunto. Ella ya me ha entregado mis archivos de la mañana y la tarde.
A medida que se acerca a mí, noto que se ha cambiado de ropa y se ha puesto unos vaqueros azules arremangados en la parte inferior. No tienen agujeros, lo cual es sorprendente. Lleva zapatos Converse que desprecio y su camiseta es un jersey verde oliva arremangado en el antebrazo. No lleva maquillaje y lleva el pelo suelto.
- No voy a poder venir mañana, me preguntaba si podría hacer mis trabajos para la pasantía en casa y traerlos el sábado. - Mis ojos se encuentran con los de ella. Tienen la misma dulzura y mirada inocente que siempre tiene. La mirada cambia cuando ella comienza a ser una tonta sarcástica.
- ¿ Qué le ha encomendado el señor Payne? -
- Manuscritos.- responde ella .
- Supongo. Pero tráelos a primera hora de la mañana. Tengo reuniones toda la mañana. -
-Lo haré, señor Evans . -Su voz suena burlona otra vez.
Su atuendo no es apropiado para el trabajo y que se burle de mí no es educado. No tengo por qué dejarla trabajar en casa durante el día. Podría ser un idiota como ella lo es conmigo.
—¿Por qué le gusta burlarse de mí, señorita Collins? —pregunto con curiosidad. Mi voz es baja.
- Puedes llamarme Eva. - Dice con una sonrisa amable. - ¿Y a qué te refieres con burlarte de ti? Estoy diciendo lo que tú me dices que haga. - Su voz es divertida, lo que me molesta aún más.
-Lo dices en tono de burla. - Digo. Ella se ríe.
- Estás loco. Yo nunca haría eso, señor Evans . Es de mala educación. - Una risita leve se escapa de sus labios unos momentos después.
- ¿Me ves reír? - Se sienta en la silla del lado opuesto de mi escritorio. Oh, Dios.
- Deberías reír, o sonreír más. – dice Eve haciéndome resoplar.
- Estoy en el trabajo, ¿por qué debería reírme? ¿Qué estoy haciendo que me hace reír? -
- El sábado por la noche voy a un club de comedia, deberías ir. -
- ¿Contigo? - Ella asiente. - ¿Por qué ?
- Porque será divertido. Sus actuaciones siempre son divertidas y apuesto a que te reirás y te divertirás por una vez. -
-Lo disfruto mucho, gracias. -
- ¿ Por eso pareces deprimida? - Levanta una ceja y dibuja una sonrisa alegre en sus labios. - ¿ Eres de esas personas que consideran divertido enviar correos electrónicos ?
- Tal vez - murmuro. Ella sacude la cabeza. - ¿Algo más, señorita Collins ?
- Me gusta hacer las cosas de forma no profesional, - Puedo decirlo . - Llámame Eve, como dije antes, señor Evans . - Ella agarra un bolígrafo que está en mi soporte y una nota adhesiva. Anota algo y pronto me mira y me da la nota adhesiva. - Ese es mi número. Envíame un mensaje de texto para que pueda darte información sobre el club de comedia. Si no me envías un mensaje de texto para el viernes, te molestaré toda la mañana del sábado. - Dice dulcemente mientras muerde.
- ¿ Por qué quieres tanto que vaya contigo? - pregunto con curiosidad. - Después de todo, soy tu jefe. No es apropiado. -
- Solo es inapropiado si tú lo haces inapropiado. - tararea mi becaria. - Además, es bueno salir de vez en cuando y no preocuparse por el trabajo, que supongo que es todo lo que haces. También tengo curiosidad por conocerte. - Ignoro la última parte de lo que dijo Eve.
-Soy CEO, lo único que hago es trabajar.-
- No creo que eso venga con el título del trabajo. - Eve se pone de pie. - CEO significa CEO, no , no tengo vida social y trabajo veinticuatro horas al día, siete días a la semana, hasta que muera . - La miro con los ojos entrecerrados. - Solo digo Robert . -
- Señor. - Ella me interrumpe.
- Sí, lo sé. Señor Evans . - Sus ojos azul pálido giran juguetonamente. - Nos vemos el viernes. - Su voz es animada. Eve pronto sale de mi oficina y yo me recuesto en mi silla. Cierro los ojos con frustración.
¿Cuándo esta chica no está jodidamente feliz? Cada vez que la veo está feliz.
