Capítulo 3

Siempre me pregunto si me enamoré de él la primera vez que lo vi reír, o la primera vez que nuestros ojos se encontraron y miré directamente a su alma a través de sus ojos encantadores, o cuando vi cuánto se preocupa por la persona que es importante para él, o la primera vez que me sonrió, o la primera vez que su mano tocó la mía.

Sinceramente, no tengo ni idea de cuándo pasó esto, pero sí sé que fue poco a poco y que mis sentimientos por él se fueron haciendo cada vez más fuertes con el tiempo. También sabes las tonterías que he cometido en este amor.

Sí, Diario, estoy enamorada del corredor Cole Williams y no me arrepiento. Este sentimiento me da una paz inmensa porque amarlo y verlo feliz es mi verdadera alegría.

Cerró el diario con una sonrisa tras plasmar sus hermosos pensamientos, y luego sacó la foto de Cole que había tomado a escondidas de su infancia por primera vez. Cerró los ojos y sonrió con satisfacción mientras la estrechaba contra su corazón.

Caminaba de un lado a otro por la habitación con una expresión amarga en el rostro porque Ethan no la había invitado a la fiesta de la victoria de Cole. Estaba molesta porque estaba emocionada por celebrar la victoria de su amante, pero no tuvo la oportunidad.

—Estoy tan enojada con Ethan por no invitarme a la fiesta. ¿Por qué no entiende que ya no soy una niña? Ya tengo dieciocho años. —Hablaba consigo misma, furiosa. Su teléfono sonó y frunció el ceño al ver el identificador de llamadas. Era Ethan.

Ella se recompuso respirando profundamente antes de responder: - Hola. -

- ¿Qué pasa? - Le preguntó cariñosamente. —Solo te estoy esperando. ¿Cuándo vendrás? —preguntó , sentándose en el sofá. —Voy a salir de la ciudad para una reunión importante. Así que esta noche Cole se quedará contigo.

—Al decirle, sus ojos brillaron de alegría y se levantó al instante, abriendo mucho los ojos, sorprendida. Ella se llenó de alegría al escuchar sus palabras porque podría pasar tiempo con el amor de su vida. Su corazón rebosaba de felicidad. - ¿ En serio? - preguntó alegremente.

—Controla , Reyna, controla tus emociones. —murmuró para sí misma, palmeando el altavoz del teléfono, volviéndose loca de felicidad. - Sí, y volveré mañana hasta la noche. -

Se preguntó: "¿Por qué solo un día, Ethan? No me importa que te quedes una semana si Cole se queda conmigo.

Sé que sueno egoísta, pero estoy loca por él".

- Está bien, cuídate. – Colgó la llamada con una amplia sonrisa en su rostro. —Gracias , muchísimas gracias, Dios. Por primera vez, me quedaré sola con Cole por la noche. ¡Guau! —chilló , saltando de alegría.

"¿Qué voy a hacer?", se preguntó, colocando su dedo índice en su mejilla e inclinando su rostro. —No tienes que hacer nada porque él hará lo que hace con otras chicas por la noche. —Mientras su mente le respondía, sus ojos se abrieron de par en par, sorprendidos.

Sus pensamientos estaban locos, después de todo, él era Cole, el hombre más sexy del planeta. - No, no, no quiero hacer eso. - murmuró ella, sacudiendo la cabeza como una niña inocente.

Quiero decir, quiero hacerlo, pero no ahora mismo, porque quiero pasar todas las noches con él en sus cálidos brazos en lugar de tener un rollo de una noche. Quiero que me ame en lugar de follarme.

Ojalá pudiera conquistarlo en el futuro, pero parece imposible porque casi nunca me habla. Para él, solo soy la hermana de su amigo. Se sentó en la cama con un puchero triste. Y por otro lado, Cole no sabía que alguien anhelaba su amor.

Se levantó y caminó hacia su escritorio antes de sentarse en la silla, abrir el diario y comenzar a escribir en él.

(Querido diario,

esta noche estoy muy feliz y emocionada porque Dios me dio la oportunidad de hablar con él, pero espero no quedarme en blanco frente a él como siempre.

Sabes que su presencia hace que mi corazón deje de latir y me deja sin palabras mientras me da vueltas en la cabeza con su personalidad ardiente y su rostro impresionantemente hermoso; además, los tatuajes en su cuerpo me vuelven loca.

Oh Dios, incluso solo escribir sobre él me hace sentir mariposas en el estómago. No puedo esperar a conocerlo y hablar con él por la noche. ¿

Cuándo vendrá? Estoy rebosante de emoción. Solo espero lo mejor).

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Reyna entró en la habitación de Ethan, sin percatarse de la presencia de Cole. Sus ojos se dilataron y se quedó boquiabierta al verlo follando con una mujer en su habitación. Estaba suspendido sobre ella, desnudo.

Sintió un dolor repentino y agudo en el corazón y las lágrimas brotaron de sus ojos. Ella sabía muy bien que cada noche él dormía con una mujer diferente pero aún así verlo follar con una mujer frente a sus ojos por primera vez le rompió brutalmente el corazón.

—¿Qué cojones? ¿No puedes llamar antes de entrar? —le gruñó. Ella ya tenía mucho dolor, y él lo empeoraba con sus gritos. Había estado tan feliz apenas unos minutos antes, completamente inconsciente de que esto sucedería. —Es la habitación de mi hermano. Siempre entro así en su habitación.

Deberías cerrar con llave antes de abrirte los pantalones para follarla. —Le ladró y salió furiosa tras dar un portazo. Nunca le había gritado así, pero no estaba en sus cabales porque tenía el corazón roto. Era terriblemente doloroso verlo con otra mujer.

Corrió a su habitación y dio un portazo. Las lágrimas corrían por sus mejillas mecánicamente. —¿Por qué me duele? Ya sabía que era un Casanova. Estúpida Reyna, deja de llorar por él. No es tu novio. No tienes derecho a estar enojada por él.

Es su vida, puede hacer lo que sea. ¿Pero por qué carajos tuvo que hacer esto en mi casa y además en la habitación de mi hermano? —gritó furiosa y tiró el jarrón al suelo.

- Me gusta, es mi primer amor y ahora me duele más verlo follando con otra chica - Gritó a gritos. —Dios mío, no soporto este dolor. —Corrió al baño y abrió la ducha antes de pararse debajo.