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Amantes

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Muffinschocolat
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Sinopsis

¿Puede una invitación cambiar la vida de alguien? Después de recibir una invitación a una fiesta en la mansión de los Peter, la familia más rica de toda Inglaterra, Ángel conoce de la peor manera a Ward, uno de los herederos de fortuna y el más deseado de los Peter. Frustrada por la forma violenta en que lo conoció, Angel comienza a ignorarlo y descubre cosas que tal vez no quiera descubrir.

Segunda Chance 18+PosesivoChica BuenaChica MalaChico BuenoChico Malo

1

Peter

Bebí un poco de agua helada y me tiré al suelo exhausto. Me encanta la sensación de cansancio después de un buen entrenamiento de boxeo, siento que mi muñeca palpita al igual que mi cabeza, no he comido bien hoy.

Tomó un respiro eufórico y miró al techo.

Recuerdo algunas cosas que debo resolver este fin de semana... Tengo que ayudar a Louise a terminar de organizar la fiesta, y mis asuntos personales...

Oigo vibrar mi teléfono, era Marc.

Suspiro y contesto la llamada poniéndola en altavoz

Marc

Oye hombre, ¿qué estás haciendo?

Ward:acabo de terminar de entrenar... ¿Qué pasa?

Marc:estoy en tu condominio!

Ward

Ven al gimnasio cuando llegues a casa.

Él cuelga.

Me levanto y me dirijo al baño del gimnasio, me desvisto y tomo una ducha fría. Me pongo unos pantalones cortos cómodos que tenía en el armario del gimnasio y salgo, tirándome al suelo de nuevo.

Pronto se abre la puerta, pero no por Marc sino por Vlad.

- ¡Pareces una mosca aplastada!- dice dirigiéndose hacia el armario.

- ¿Qué estás haciendo aquí? ¡No me gusta que me molesten cuando estoy en el gimnasio!- me quejo.

- Entonces cómprate una casa con gimnasio, Ward Peter. De hecho, ¡Louise te está buscando como loca!

- Por favor... ¡No le digas que estoy aquí! ¡Me está cabreando con esta fiesta!

- Te ofreciste a ayudar a organizarlo.

Antes de que pueda responder, Louise y Marc vuelven a abrir la puerta.

-Qué pasa, Demarc.- Vlad.

- Eso es todo, Vlad.

- ¡Finalmente te encontré, Ward!

Me levanto y me siento en el suelo mirándola.

- ¿Qué?

- Necesito más... ¡Unas cinco invitaciones! ¡Estás con ellos y tu habitación siempre está cerrada! ¡Lo necesito para hoy, para ahora!

- ¿Por qué? ¿Quién más llamará? Todos los que vienen todos los años ya han recibido la invitación.- Preguntó sin entender.- ¡Y tú no tienes amigos!

- ¡Decidí llamar a los vecinos!- se encoge de hombros.

- ¿Señorita Jude?- Me río.

- ¡No, hablo de los jóvenes vecinos! Levine, que hace medicina conmigo y Angel.

Ángel... Ah, Ángel... ¡Creo que sé quién es!

- ¿Y por qué llamarlos?

- ¡Se ven geniales! ¿Por qué te importa? ¿No puedo llamarlos?" Se cruza de brazos.

Pongo los ojos en blanco con aburrimiento y le lanzo las llaves de mi habitación.

- ¡Devuélvemelo tan pronto como recibas las invitaciones!

"Está bien, ¡no es como si tu habitación fuera una mina de diamantes!" Ella pone los ojos en blanco y se va.

- Angel Young... ¡Pues bien!- Vlad se ríe.

Miro seriamente al mismo que no quita una sonrisa traviesa de su rostro.

- ¿Ya obtuviste lo que querías? ¿Por qué no te bajas, mocoso?- pregunto sin paciencia.

- Vamos, tómalo con calma, Ward. ¿Por qué el estrés? Pero me voy, ¡tengo algunas cosas que hacer! Adiós a ti.

Vlad sale de allí dejándonos solos a Marc y a mí.

Marc se tira en el sofá de la esquina del gimnasio y me mira, una mirada muy específica...

- ¡No hablemos de eso! ¿Por qué viniste aquí?- Hablo directamente.

- Ok... ¡Estaba pasando el rato con un gato cerca y decidí venir aquí!- Se encoge de hombros, pero inquieto, recostándose en el sofá.

- ¿Sigues con eso, Marc? ¡Relájate!

- ¿Tienes idea de cuántas personas habrá aquí? ¡Las fiestas aquí siempre terminarán en las noticias!

- ¿Y tienes idea de lo grande que es esta mansión? ¡No te preocupes, lo tengo todo listo! ¡No puedes equivocarte!

...

Eran alrededor de las cinco y media de la mañana cuando llegué a casa. Dejo mi moto en el garaje y entró ya viendo que mi hermano Marcus ya estaba despierto. El mismo me mira serio al cruzar la puerta principal como si nada hubiera pasado.

"¿Dónde dormiste?", pregunta.

- Ni siquiera le debo información a papá.- Solté una risa seca.

- Las carreras y peleas clandestinas no son una imagen de Peter, Ward.- dice con calma.

- No es que seas diferente, Marcus. Tal vez sea aún peor...- el ojo.

- El futuro de los negocios eres tú, ya me estoy haciendo viejo, puedo hacer lo que quiera.

- Qué gran excusa, Marcus. Ahora, si me disculpan, ¡tengo que prepararme para la universidad!

Termino de subir las escaleras y me dirijo a mi habitación. Me desnudo y me doy una ducha fría. Envuelto en una toalla, salgo del baño y me dirijo al armario, vistiéndome con un traje completamente oscuro.

Empaqué mis cosas y volví a bajar, todos los demás ya se habían despertado, estaban todos juntos tomando café.

- ¡Sin mamá y papá aquí se pone tan raro!- dice Louise.

- ¡Deben estar disfrutando bien de estas vacaciones!- Vlad.

- Buenos días, Ward.- Me saluda Madelyn, nuestra cocinera.

- Buenos días, Madelyn. ¿Ya tomaste café? —pregunto y ella lo niega. - ¡Come con nosotros!

Ella sonríe suavemente y se sienta.

- ¡Madelyn, este pastel es increíble!- dice Marcus.

- ¡Me alegra que te guste!

- Mira la hora... ¡Me tengo que ir! Tengo que ir al lado.- Termina de comer.- Hasta mañana, angelitos.

- Nos vemos, Madelyn.- le respondo.

¡Amo a Madelyn!

Es la mejor cocinera que hemos tenido, ¡la comida es una verdadera obra maestra!

¡Si alguna vez me voy, definitivamente me la llevaré!

Ella sonríe suavemente y se va.

Termino mi café y esperó a los demás para irnos a la universidad.

Tan pronto como estaciono mi auto en el estacionamiento, salgo del vehículo y me dirijo directamente hacia Marc, quien estaba hablando con algunas chicas. Ya sabiendo como estoy, se despide de las chicas y me sigue.

"¡Pensé que no vendrías hoy!", dice.

- No estoy cansado. ¡Acabo de llegar a casa, me duché y me preparé! No puedo faltar a clases ahora que se acaban, ¡no quiero cubrir horas extras después!- digo aburrida.

- ¡Es correcto! ¡Me muero por que esto acabe pronto!

Seguimos hasta la habitación.

...

Durante el descanso, me siento al lado de Marc y Vlad.

- ¡Parece que Louise tiene amigos!- dice Vlad mirando a Louise de lejos.

Sigo su mirada y veo a Louise sentada junto a Levine, Ángel y un chico del que apenas sé el nombre.

- ¡Ya era hora!- Tomó un poco de bebida energética.

- ¡Hasta que Ángel es un gato! - Dice Marc.

“Ordinaria como cualquier otra chica en esta universidad.” Me encogí de hombros.

- ¿Por qué estás tan enojado? ¿Es porque no te recuerda?- Marc se ríe.

- Guardatelo para ti, Demarc.

- Y... me llamó Demarc... - Le lanzó una mirada de muerte y su sonrisa se desvaneció rápidamente.

Vuelvo a tomar mi bebida energética y recuerdo la noche que conocí a Ángel...

Hace meses

Me gusta caminar por el condominio cuando ya todo está oscuro, me gusta la brisa fría abrazando mi cuerpo, me gusta el silencio.

Mientras camino, veo a mi vecino tratando de abrir la puerta.

- ¡Ábrela, puerta de mierda!- murmura con voz de borracho.

No me importan los problemas de los demás, pero por alguna razón me quedo quieto observando la situación.

Pronto se arrodilla frente a la puerta y comienza a llorar.

- ¡Abre la puerta pronto! ¡Solo quería un helado!- lloró.

- Disculpe, señorita. ¿Estás bien?- preguntó acercándose.

- ¡Mi puerta no abre!- solloza.

- ¿Puedo probar?- pregunto y ella me entrega la llave.

Con la mayor facilidad, abro el candado y pronto la puerta está abierta. La chica me mira sorprendida, secándose las lágrimas y al mismo tiempo corriéndose todo su maquillaje.

Extiendo mi mano y la ayudó a ponerse de pie.

- ¡Muchas gracias joven, eres un ángel!- Hace una especie de reverencia y luego se ríe.

- ¡Tu llave!- Se la entregó.

Ella toma la llave y comienza a caminar hacia su tierra, pero termina cayendo. Corro hacia ella y la ayudó a ponerse de pie una vez más.

- ¡Mi rodilla!

- ¿Está bien?

- ¡Duele como el infierno!

- Te ayudaré. ¡Apoyarme!

La ayudó a mantenerse sola y la llevó a su casa. Me da la llave de la puerta y la llevo adentro y la colocó suavemente en el sofá.

- ¿Dónde está la chica que vive contigo?- preguntó.

- ¡Ah... hoy no dormirá aquí!- Se relaja en el sofá.

Miro sus rodillas que estaban empezando a sangrar.

- ¿Dónde está el botiquín de primeros auxilios?

-Hmm... ¡En la cocina!- Señala una puerta.

Voy allí y pronto veo la caja en una esquina del armario.

Lo recojo y lo llevó a la sala de estar, limpio la herida de la niña y luego le pongo un vendaje.

¿Y ahora?

- ¿Te sientes mejor?- Le paso un vaso de agua y ella lo bebe rápidamente.

- ¡Me siento tan mareado y con náuseas! ¿Podrías llevarme a mi habitación? Es la última puerta del pasillo...- Su voz se va apagando.

Suspiro y la tomo en mis brazos. Subo las escaleras y me dirijo a su habitación, apenas entró, la acuesto con cuidado en su cama, le quito los tacones y la tapo. Pronto me di cuenta de que ya estaba dormida.

¿Por qué llegué tan lejos? - Me pregunto.

La observo dormir y luego miró su habitación, y en un marco de retrato donde había una foto de ella y una pareja, que asumo podrían ser sus padres, y un mensaje escrito "Saludos Ángel, te amamos

"

Ángel...

ángel joven

Camino por el centro comercial con Levine y Louise. Estábamos buscando ropa para la fiesta.

- ¿Qué te parece este vestido azul?- Muestro un modelo de vestido tubo.

- ¡Muy común!- dice Levine tomándolo de mis manos.- ¡Busquemos algo muy radiante para ti, tu estilo es muy neutral!