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Cementerio de Vampiros

— Por un instante los ojos azules del Alfa adquirieron un color amarillo, dejando en claro que su Lobo estaba presente, pero aquella acción hizo que Siena se pusiera a pensar que quizás y solo quizás no le eran tan indiferente al Alfa, pero todo había quedado allí - Ven daremos una vuelta por mi territorio— Expresó el Alfa agarrando a Siena de las manos y ante aquel contacto todo el cuerpo del Alfa se había sacudido, ya que toda una corriente eléctrica azotó el cuerpo de Siena además de que el Alfa había dejado escapar una pequeña sonrisa.

— ¿Qué demonios fue eso? - Fue la pregunta realizada por Venus cobrando vida con aquella maravillosa sensación.

— No tengo ni la menor idea Venus, pero definitiva se sintió exquisita, aparte lo que acabo de experimentar nunca lo he sentido con Edwin - Respondió Siena, mientras seguían los pasos del imponente Alfa.

— Detente - Llegó su poderosa voz de Alfa mientras Siena activaba su instinto de supervivencia, sintiendo que los bellos de su piel se levantaban viendo por el rabillo del ojo a 2 Personas que avanzaron a gran velocidad hasta llegar a nosotros, de manera rápida el Alfa me había colocado a espaldas de él, cómo una manera de protegerme y era lógico pertenezco a otra manada y estoy en sí territorio.

— Interesante, Vampiros en mi territorio - Expresó el Alfa - Díganme qué mierda quieren por este lado del Bosque— Espetó el Alfa adquiriendo una posición aterradora que incluso a Siena había asustado.

— Alfa solamente estábamos dando unas pequeñas vueltas y aprovechando la oportunidad para cazar - fue la respuesta dada por uno de los 2 Vampiros que ante los ojos de Siena eran monstruos.

— Neófitos ustedes deben de saber que en los Territorios que se tenga aquella marca— Tanto los 2 Vampiros y Siena se habían fijado en lo que el Alfa había señalado - Está prohibida la entrada por el hecho de que están invadiendo el Territorio de un Alfa peligroso y además que está a escasos metros de una ciudad llena de humanos - El Alfa los había fulminado con la mirada Azul además de que la marca tenía una pequeña Luna rodeada de algo parecido a las llamas del Fuego.

— Nosotros no respetamos las reglas ni una estúpida marcas no estamos involucrados en sus estúpidos convenios - Manifestó el Vampiro que había tomado la decisión de hablar con una sonrisa maliciosa, y en un pequeño descuido los Vampiros se habían lanzado a atacar al Alfa, sin embargo, este sin perder tiempo había entregado el control a su lobo, un hermoso Lobo que parecía una bestia de pelaje negro, tan oscuro como la noche, el Lobo Alfa se había deshecho de los 2 Vampiros en un abrir y cerrar de ojos, ya que rápidamente los había despellejado mientras que con la luz de la Luna su apariencia Bestial era más escalofriante, sus ojos amarillos analizaron a la loba que se había quedado estática en su sitio y al notar que Siena parecía confundida, asustada o sorprendida el hombre había vuelto a tomar el control tapándose con una prenda que se encontraba por detrás de uno de los árboles.

— ¿Que ha sido eso? - Preguntó la loba - ¿Por qué Neófitos atacan precisamente ahora en mi territorio nadie informa acerca de ellos.

— No sé nada sobre tu manada pequeña loba, me imagino que sabes defenderte básicamente - El Alfa la examinó esperando la respuesta la Siena.

— Ni siquiera básicamente soy buena, mi defensa no es tan buena, es más solamente, hoy comencé a tener un entrenamiento más fuerte— Siena había expresado aquellas palabras en un Susurró agachando la cabeza evitando hacer contacto visual con el Alfa.

— No me imaginaba que seguías siendo un Lobo Bebé— era evidente la burla en la voz del Alfa.

— No soy un lobo bebé— Respondió Siena.

— Y se puede saber por qué no entrenas a la par de los demás miembros de tu manada ¿Qué te impide? - Preguntó el Alfa.

— El Alfa no me lo permite - Siena en todo momento mantenía la mirada hacia abajo.

— Mírame - La mirada del Alfa quemaba y Siena lo podía sentir— No me hagas repetirlo por segunda vez - Luego de escuchar aquello Siena se había dignado a mirarlo - ¿Acaso el bueno para nada de tu Alfa se considera dueño tuyo? - Preguntó el Alfa con un poco de ira en su voz.

— No se considera mi dueño, solamente me está protegiendo— Respondió Siena sin pensarlo, aunque la loba sabía que las palabras expresadas por el Alfa eran las correctas y en su interior la loba se maldijo por haber dicho aquellas palabras, ya que siempre dice lo contrario a lo que pensaba.

— Bonita manera de protegerte - Expresó el Misterioso Alfa de manera sarcástica— Explícame cómo supones defenderte si te encuentras con una amenaza como la de hace minutos y que tú y tu loba no estén al mismo nivel que sus oponentes, tu Alfa en lugar de protegerte prácticamente te entrega al matadero, ya que puedes morir si te atacan.

— Mire Alfa, que ni su nombre sé. — No me lo has preguntado y tampoco te lo tengo porque decir— Respondió el Alfa interrumpiendo las palabras de Siena.

— No lo cuestioné de esa manera - Siena una vez más defendiendo a Edwin había hecho enojar a Venus.

— Caramba Siena ¿Por qué tienes que defender al inútil de Edwin? - la voz de Venus se escuchaba bastante molesta, pero antes de que Siena le contestará a su Loba, el Alfa había vuelto a hablar.

— Bien, sigue defendiendo a tu pequeño novio, pero deja de entrar en mi Territorio, no quiero que te maten aquí, no quiero tener que Lidiar con tu sobre protector Lobo— Dijo el Alfa para posteriormente alejarse, pero Siena había reaccionado rápidamente corriendo hasta alcanzarlo y detenerlo del brazo. — ¿Qué quieres? - Su voz tenía cierto tono de fastidio, mientras que Siena a su lado parecía su hermana pequeña.

— Enséñame tú, ustedes pueden entrenarme— Siena lo miraba directamente a los ojos, el Alfa lo único que hizo fue fruncir las cejas.

— No quiero perder mi tiempo contigo, mejor ve a entrenar con tu pequeño novio y no te vuelvas a cruzar en mi camino— Siena por unos segundos había captado la furia en su mirada, pero aquello solo fue cuestión de unos segundos, ya que rápidamente, había controlado aquel impulso— Pero está bien voy a entrenarte pequeña Loba, pero el ataque que presenciaste no sale de esta linda boquita ¿me estás entendiendo? - El hombre agarró de la barbilla a Siena.

— Está bien, no se lo diré a nadie - Respondió Siena.

— Así me gustan que seas obediente, pero intenta de que tu novio cuide más de su territorio y de su Gente.

— Haré el intento y no es mi novio— atacó Siena.

— Aquello ya no tiene nada que ver conmigo— fueron las palabras que salieron cómo respuesta de los sensuales labios del macho Alfa además de que Siena se había irritado por su comportamiento, pero en un impulso salvaje e incontrolable la loba se había lanzado a besar los labios que le habían llamado la atención y para sorpresa de Siena el Alfa había correspondido al beso, un beso salvaje en donde los 2 luchaban por tomar el control, un beso en dónde 2 extraños jugaban a quererse - Detente pequeña Loba - El Alfa se había alejado - no me hagas perder la cordura porque puedo hacerte el amor, puedo hacer que grites mi nombre te advierto que estás jugando con Fuego con un Alfa que no conoces y puede que aquello sea muy peligroso para ti.

— Disculpe Alfa - Expresó Siena con la mejilla sonrojada, posteriormente se había alejado del hombre.

— Mañana a las 10 - volvió a expresar el Alfa, Siena ya sabía que se refería al entrenamiento así que prosiguió su camino hasta llegar a Luna de Oro.

— Esto es lo mismo de siempre, nada de patrullaje - Expresó Venus mientras seguían avanzando.

— Un nuevo día había llegado y Siena hoy había sido muy puntual— ¡Siena! - La voz de Edwin había arruinado el buen humor de la loba.

— ¡Alfa! - La loba se había dado la vuelta a enfrentar al Alfa de la manada.

— Tú y yo tenemos un asunto que aclarar— Se notaba que Edwin estaba cabreado - Así que empieza por decirme por qué no has contestado mis llamadas y mis mensajes, Siena.

— Estaba cansada y con dolor de cabeza - Respondió sin dudar la loba.

— Me tenías preocupado— Edwin se acercó a Siena, pero esta se alejó.

— Si hubieras dejado que entrenará de igual a igual con los demás, no estarías preocupado de tener una Futura Luna débil.

— Siena, ¿qué te está pasando?.

— Solamente estoy harta de que me trates como una frágil muñeca mejor preocúpate por la manada y yo me preocuparé para ser una excelente Luna.

— Me encanta esa actitud pequeña Loba - Siena no pudo evitar no recordar al Alfa que también la llamaba pequeña Loba, pero solamente prefirió ignorar a Edwin alejándose de él aprovechando que uno de los guardias se había acercado al Alfa, después de varios minutos de que el entrenamiento había acabado Siena se había dirigido a su casa esta vez sin la compañía de sus amigos, ya que los hermanos Santos habían salido de la Manada por el día de hoy para resolver algunos asuntos hasta que Siena recibió un mensaje de texto de Edwin.

— Esta noche ponte más guapa de lo que ya eres, vamos a salir, te buscó a las 9 - Siena se quedó analizando varios segundos el celular hasta que se decidió a buscar una excusa razonable para declinar aquella invitación recordando su entrenamiento con el Alfa de la manada Vecina.

— Estoy cansada, quiero descansar hoy bebé - fue la excusa más prudencial que se le había ocurrido a Siena.

— No te pregunté si querías ir o no, te dije que nos vamos, te busco a las 9 - La contestación de Alfa Edwin no se había hecho esperar.

— Es insoportable Siena, él no es nuestro dueño, entiendes eso verdad, no somos de su propiedad, lo máximo que somos es ser miembro de su manada - Expuso Venus.

— Ya loba por Dios me atormentas más - La reprendió Siena.

— Pues por culpa de tu estúpido novio, perderemos el entrenamiento de alguien que puede intensificar nuestras habilidades - Volvió a responder Venus, pero Siena ya había cerrado la conexión del enlace y efectivamente siendo las 9 de la noche puntualmente el vehículo de Alfa Edwin se estacionó enfrente de la casa de Siena la loba dejó escapar un profundo suspiro antes de salir ella no sabe hasta cuándo soportará esta situación con Edwin esto de fingir no saber nada, al salir la Loba observó a un Edwin bastante guapo, pero ya no existía el cosquilleo al ver al Alfa.

— Bebé— Alfa Edwin se acercó a Siena besando a la loba, pero rápidamente se había percatado de que la loba estaba teniendo un comportamiento diferente— Explícame qué te está pasando.

— Eres imbécil acaso, te he dicho bien que no quería venir, además te comportas como si fueras mi dueño y no lo eres - Siena lo apunto con el dedo índice - No eres mi dueño y es hora de que te vayas acostumbrando a estos cambios.

— Estás equivocada Siena soy tu futura pareja y seré tu dueño— El Alfa se veía bastante seguro.

— Te demostraré que yo no tengo dueño, ahora súbete a la maldita camioneta y vamos en dónde tanto quieres llevarme - Siena también le estaba demostrando un lado desconocido al Alfa, el vehículo empezó su andar, el bosque se veía bastante tranquilo, sin embargo, aquella tranquilidad terminó cuándo Siena observo a tres personas avanzando a gran velocidad por el espejo retrovisor - Detén el vehículo— Dijo Siena - Informa a tus guardias que en el Perímetro Norte algo va a gran Velocidad podrían ser Neófitos.

— Seguro no es nada Siena, cálmate— Alfa Edwin parecía bastante tranquilo aquello había enfurecido a Siena.

— Que me calme Edwin - la loba sonrió con malicia y con burla - Edwin eres el Alfa de la manada, pero pareces un invitado más— Aquello si había logrado que Edwin detuviera el vehículo.

— Siena, esperó que sea la primera y la última vez que te atreves a cuestionar mis acciones o mi manera de controlar mi Territorio, además los Neófitos no entran en mi territorio - El Alfa estaba bastante confiado.

— Edwin no has escuchado lo que dije podrían ser Neófitos aquellos a los que no les importa nadie - Antes de que Siena continuará hablando, el enlace mental se había activado y los pocos guardias de la Manada Luna de Oro informaron de que estaban siendo atacados por Vampiros especialmente por Neófitos, Siena apretó los puños al escuchar aquello.

— Imbéciles - Expresó Alfa Edwin dejando en Neutro el vehículo saliendo de la misma entregando el control a su Lobo EAN, el Lobo Alfa de color Gris que arremetía por los arbustos intentando de llegar lo antes posible ante sus Guardias.

— Es un completo desubicado - Venus protestó, puesto que Edwin se había ido sin ni siquiera despedirse - Tu noviecito se olvidó que tenía acompañante en el Vehículo.

— No hagas escándalo— Siena tomo el volante del vehículo una vez que Siena estaba de regreso a su casa, la Loba se había puesto a reflexionar del Porqué sus padres tuvieron que morir tan temprano, ella tan solo tenía 10 años, posteriormente el Alfa y Padre de Edwin la habían criado como una miembro más de la familia fue allí que se había dado una relación muy cariñosa con Edwin aunque aquello había cambiado cuando ella cumplió 15 años y él le había pedido para ser su novia.

— Sabes que cada noche también analizó las verdaderas razones de aquella Guerra en dónde ellos murieron— Siena suspiró con fuerza al pensar en ellos - Acabo de darme cuenta de que la Manada Luna de Oro parece un cementerio de Vampiros - Siena se había visto obligada a pisar el freno cuándo un grupo de 3 Vampiros nuevamente se habían colocado por delante del Vehículo y en la mirada de los 3 quedaba en claro que querían ver sangre de lobos machar el suelo.

— Supongo que el Alfa Misterioso tenía razón, una emergencia podría ocurrir en cualquier momento y a mí me falta entrenamiento - Susurró Siena observando a los Vampiros.

— Hasta que te das cuenta - Responde Venus sarcásticamente

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