Librería
Español

Él se vuelve loco por mí

68.0K · Completado
Muffinschocolat
60
Capítulos
44
Leídos
7.0
Calificaciones

Sinopsis

Natasha Mi nombre es Natasha Rey, soy la chica más popular de la escuela, soy alta, tengo una espesa cabellera dorada con impecables rizos naturales con reflejos caramelo y puntas vainilla que enmarcan mi rostro a la perfección, tengo un físico envidiable por todas las chicas, y codiciada por todos los chicos, que se visten con ropa súper a la moda, soy alegre y esto es un punto más a mi favor, soy brillante hasta el punto que cualquiera haría todo lo posible para caer en mis favores, pasa el rato conmigo y disfruta del privilegio de participar en mis fiestas, sí, porque vivo en una hermosa villa con piscina y tengo toneladas de dinero, o mejor dicho lo tienen mis padres y no me dejan perder nada. Tengo muchos amigos, dos mejores amigos y un chico genial que me quiere con locura. ¿Qué más querría? Estoy en mi último año de secundaria y las vacaciones de verano comenzarán en una semana, me estoy preparando para la fiesta de fin de año que hemos estado esperando durante meses y definitivamente seré coronada reina y abriré el baila con mi príncipe...

RománticoDulceUna noche de pasiónrománticasFamosoChica BuenaChico MaloAmor-OdioCelosoChico Bueno

Capítulo 1

— ¡ Natasha, cálmate! ¡No lo necesitas para ser feliz! Viviste cuatro años de secundaria, admirándolos con indiferencia, y eso es lo que se supone que debe ser. — Me animo antes de sentarme en el tocador poniéndome una lente en un ojo mientras entrecierro los ojos en el otro, poniendo una cara bastante desconectada ante la idea de clase y belleza que Edo aspira para mí esta noche.

—Niki , ¿estás lista? — grita Edo desde el pie de las escaleras.

- ¡ No! ¿Realmente tengo que salir así? —

— ¡ Teso, mueve tu magnífico trasero o carajo dejaré que me abandones por el lago Michigan! —

— ¡ Pero no lo haré de todos modos! — Sigo gritando.

- ¿ No? ¿Como? ¿Te rendirás este año? —

- ¿ Usted está loco? No me lo perdería por nada del mundo, pero vendrás con nosotros. —

- ¿Qué? — Suelta, abriendo mucho los ojos hacia papá.

— Se abrió un lugar para la segunda semana, y… Logré que vinieras pero a cambio tendrás que ayudar en la cocina. —

— Martin, también limpiaré los baños si es necesario… — salta alrededor de su cuello agradeciéndole, se aleja seriamente y, mirándolo a los ojos, pregunta: — No tendré que hacer eso, ¿verdad? —

glamorosa escena de Edo en la repugnante empresa.

— Eso depende de mis muchachos por turno. —

— Blehee.... Niki... estamos esperando. —

- Llego. —

Abro la puerta y llego a las escaleras, respiro hondo, miro mi teléfono por última vez antes de volver a guardarlo en mi bolso y noto una notificación. Pierdo un momento, luego dos, leyendo el nombre del remitente: Ethan??

-Creo que el amanecer es el mejor momento del día para anotar en notas lo que te gustaría decir dondequiera que se puedan escuchar.

Nos vemos pronto

Una sonrisa aparece en mi rostro y siento mi alma suspirar como notas suspendidas en el aire. Miro hacia las escaleras y veo a papá boquiabierto ante su marimacho transformado en mujer. Edo mueve su mirada entre él y yo, satisfecho con la reacción, no me quitan la vista de encima hasta que bajo el último escalón.

— Cariño, eres un ángel. Como mamá. —

- Gracias Papa. ¿De verdad crees eso? —

— Joder, eres preciosa, ¿estás segura de que quieres salir así? ¡Habrá una fila de buitres! —

— ¡ Martín, solo necesitamos uno! —

Edo sale levantando una ceja.

- ¡ ¡¡Edo!!! — gruñí, avergonzado delante de papá.

— Ah, lo olvidé... — se va y regresa con una pulsera de flores como es tradición, nada demasiado llamativo, tres pequeñas rosas blancas con una cinta del mismo azul que el vestido. Aquí está la mano de Edo.

- Haz una pose y di queso. —

Papá nos toma una foto de recuerdo. Yo y mi caballero favorito: Edo.

- ¿ Listo? —

— Sí. — Responde Edo .

— No. — Respondo

Papá nos acompaña a la fiesta antes de acudir a su cita, en el parking frente al gimnasio que desde hace una semana las animadoras han ambientado con globos, guirnaldas de flores, luces psicodélicas y demás.

Creo que somos los últimos rezagados, pero imagino que nadie se habrá dado cuenta. Salgo, para mi descontento, y miro por la ventana.

— Papá, estás impresionante, ¿te lo he dicho? —

Me mira con ternura y me acaricia ofreciéndome una sonrisa.

- Tu eres querido. Y ahora ve y conquista a tu... ¡amigo! —

Sacudo la cabeza anunciando una sonrisa triste. O tal vez una sonrisa esperanzada. Me agacho para darle un beso.

- Buenas noches. Y ten por seguro que Grace es preciosa. —

Miro a Edo, suspiro y le sonrío. Lo tomo del brazo.

- ¡ Estoy listo! ¡Es ahora o nunca! —

- Tenso. Entremos y mostremos lo que se han perdido en estos cuatro años. —

ETAN

Está todo tan desordenado, música a todo volumen, lejos de la que me encanta tocar y escuchar, luces intermitentemente molestas que crean realidades insignificantes, alcohol colado en secreto para los profesores, estereotipos de chicos con esmoquin, en su mayoría excitados por zapatos de tacón o piernas desnudas de La mitad de los que abarrotan el gimnasio, la otra mitad son irrelevantes, según Charlot no dignos de participar en la fiesta, como si hubiera sido organizada sólo para ellos. Me da risa pensar que incluso les prohibieron participar en la preparación.

Llevo aquí media hora y no veo la hora de irme. Tengo una migraña fuerte, me pasa muchas veces cuando paso una noche sin dormir, y para colmo, Dana y Charlot tararean desafinados, a sólo un centímetro de mi cara, improvisando un baile.

— Joder Roger, quítate al menos uno, ¡me está explotando la cabeza! —

- ¿Cual? —

— ¡El que quieras, o mejor dicho, ambos si puedes! - Sonrisa

— Escucha Ethan, ¿aún estás de mal humor? —

— Escucha, Charlot, ¿todavía me estás rompiendo los huevos? —

- Estúpido. —

— Voy a tomar una copa. Brian, ¿qué estás haciendo? —

—Brian , ¿con quién viniste al baile? — pregunta Roger mirando a su alrededor. —... ¿cuál es el afortunado? No me digas que esta noche también te irá bien. —

— Mejor solo que mal acompañado. —

— Oye pendejo… ¿a qué te refieres? — grita Dana empujándolo.

— ¿Tienes cola de paja? Pero ¿quién te cuenta? ¿No estás con Roger? ¿O es su turno esta noche? — Indica Charlot. Sonrío mientras miro la cortina.

— ¡ Está con Ethan! —

— ¡ No estoy con nadie! - preciso.

- ¿ Pero cómo? Serás coronado. —

— Abre bien los oídos Dana. Charlot y yo no estamos juntos. He estado diciendo esto durante cuatro años. Y no me importa la corona, la renuncio de buena gana, pero no soy yo quien decide... — Me río.

—... son todos ustedes los que votan por mí. —

Charlot me tira del cuello de la chaqueta, se lame el labio, convencido de que me hará ceder a la tentación.